La periferia se indigesta con el ladrillo

Es un drama tras siete a?os de sequ¨ªa inmobiliaria. Miles y miles de pisos por vender en poblaciones que acumulan hasta seis o siete veces m¨¢s viviendas de las que pueden absorber. Si en condiciones normales un municipio consume seis pisos por cada 1.000 habitantes, ahora hay poblaciones con bolsas de vivienda que superan las 30 por cada 1.000 habitantes, seg¨²n un estudio de la Generalitat realizado con datos de los registros. Es el caso de Les Borges Blanques (Garrigues), Balaguer (Noguera), Sort (Pallars Sobir¨¤), Mora d¡¯Ebre (Ribera d¡¯Ebre), o T¨¤rrega (Urgell), por citar solo capitales de comarca. Municipios que dibujan un arco, la tercera y cuarta coronas del territorio catal¨¢n, repleto de pisos que llevan a?os en venta y no se despachan aunque el precio siga bajando.

En unos casos son territorios que construyeron a lomos de la fiesta inmobiliaria que se celebr¨® entre 2005 y 2008; a veces, poblaciones sobre las que hubo una expectativa de crecimiento que ha resultado fallida; e incluso hubo municipios que construyeron con la esperanza de acoger a los vecinos expulsados de la segunda corona por los precios desorbitados. Hasta que la burbuja estall¨®. Cuentan en la comarca del Urgell que tambi¨¦n se actuaba por puro contagio de la borrachera. Planes de negocio sin m¨¢s viabilidad que el hecho de que un suelo se vend¨ªa hoy por 45.000 euros, la semana que viene por 120.000 y un mes m¨¢s tarde por 200.000. Solares que hoy siguen vac¨ªos o, si est¨¢n edificados, con pisos que no se venden o que han sido desvalijados hasta el ¨²ltimo grifo. En 2006, en Catalu?a se iniciaron casi 130.000 viviendas y el a?o pasado no se comenzaron ni 5.500 (26 veces menos); adem¨¢s, los precios de la obra nueva han bajado ininterrumpidamente desde 2007, como recuerda el ¨²ltimo informe continuo del sector de la Generalitat, del pasado mayo.

El director comercial de Idealista.com, Eduard Andreu, utiliza una met¨¢fora para explicar la distribuci¨®n territorial de la bolsa disponible y sus precios: ¡°Cuando abres un paraguas, lo que m¨¢s sube es la punta y lo que menos, las puntas; pero cuando lo cierras, lo que antes baja y de forma m¨¢s masiva son los v¨¦rtices¡±. Andreu tambi¨¦n se?ala el error que cometieron muchos promotores: ¡°?D¨®nde se construy¨®? Donde hab¨ªa suelo. Pero no se preguntaron que si estaba libre es que nadie lo hab¨ªa elegido para irse a vivir all¨ª¡±.

Los promotores no esconden su preocupaci¨®n con las dichosas tercera y cuarta corona. Lo llegan a calificar de ¡°grave problema¡±. Se refieren a poblaciones que dibujan un arco que comienza en el Delebre y recorre la citada T¨¤rrega, Igualada, Manresa, Vic u Olot y acaba en Tordera. Sin descuidar municipios del Pened¨¨s como Vilafranca o costeros como El Vendrell o Calafell. ¡°Son municipios donde el precio de venta est¨¢ por debajo del de coste¡±, alertan fuentes de la patronal APCE. Los constructores locales, recuerdan, son v¨ªctimas de la ¡°competencia feroz¡± de las entidades financieras, hoy propietarias de buena parte del g¨¦nero, el que han sumado a su oferta v¨ªa ejecuciones.

El estudio de la Generalitat, del pasado febrero, que cuantifica en 80.000 los pisos sin vender (10.000 en manos de la banca) muestra c¨®mo cuanto m¨¢s lejos de Barcelona, m¨¢s stock de viviendas hay. Si en la capital hay 6,1 pisos sin vender por cada 1.000 habitantes (46.142 en total); en Girona hay 13,5 (10.315); en Lleida, 21,3 (9.452); y Tarragona, 16,5 (13.411).