¡°Lucho contra el catastrofismo¡±
El fundador de la cadena San Luis reabre tiendas cerradas por la multinacional que se la compr¨® y crea un modelo ¡°100% gallego¡± convencido de que funciona
¡°Estamos de volta. San Luis¡±. El anuncio ocupa todo el escaparate en un local del centro comercial de Los Rosales en A Coru?a. Vuelve, casi 40 a?os tras su creaci¨®n, la cadena gallega de tiendas de electrodom¨¦sticos. Y vuelve de la mano de su fundador. Algo nada frecuente y menos tras haber sido engullida por una multinacional francesa que tras siete a?os, desisti¨®, liquid¨® y se march¨®. El empresario Lorenzo L¨®pez (As Pontes, 1949) reconoce sin tapujos que se equivoc¨® cuando vendi¨® en 2007 a un gigante europeo del sector, Darty, la exitosa marca comercial que hab¨ªa fundado en los setenta con el nombre de la calle coru?esa de su infancia: ¡°Lo hice por dar seguridad al empleo y a un negocio en un mercado que se volvi¨® muy complicado por culpa de la competencia con China¡±.
¡°Pero me equivoqu¨¦¡±, a?ade. La multinacional ¡°no aguant¨® el tir¨®n¡±. Y L¨®pez, con ¨¢nimo de recuperar ¡°el capital humano¡± al que la francesa no supo sacar partido, se embarc¨® de nuevo, con otros dos socios, en la aventura de reabrir en septiembre hasta diez tiendas de una marca comercial que, sorprendentemente, sigue siendo una referencia l¨ªder para los consumidores gallegos. Una encuesta reciente corrobora que San Luis es la tercera preferida para comprar electrodom¨¦sticos o el¨¦ctronica, cuatro puntos por encima de su hasta ahora due?a gala. ¡°Es incre¨ªble para una marca que lleva siete a?os desaparecida¡±, subraya el empresario coru?¨¦s.
Puntualiza que lo que m¨¢s le motiv¨® para volver ¡°a montar San Luis¡± con una empresa gallega al 100% son sus ganas ¡°de lanzar un mensaje de esperanza al mercado¡±, contrario al ¡°catastrofismo y la sensaci¨®n de que se acaba el mundo¡± que impera en la sociedad. Lorenzo L¨®pez est¨¢ convencido, ¡°y no porque lo diga alg¨²n gobierno¡±, que estamos llegando al final de la crisis, ¡°que como todas los ciclos naturales o b¨ªblicos duran siete a?os¡± y que la recuperaci¨®n econ¨®mica est¨¢ a la vuelta de la esquina.
¡°Es importante ser positivo, generar ilusi¨®n¡±, insiste, optimista. Y un poco abrumado tambi¨¦n por la gran repercusi¨®n y ¡°enorme acogida¡± que gener¨® el proyecto ¡°tampoco tan grande¡± de reabrir en el plazo de un a?o hasta diez tiendas de la cadena ¡ªuna en Ponferrada¡ª con 100 empleados ¡ª40 nuevos¡ª. Ya tiene sobre su mesa m¨¢s de 700 curr¨ªculos de aspirantes para la apertura prevista a mediados de septiembre, adem¨¢s de muchas, muchas felicitaciones. ¡°Un conocido me dijo que gracias a mi ejemplo, dos empresarios decidieron lanzarse a abrir dos peque?os negocios en otro sector. Y eso a m¨ª ya me basta¡± como recompensa, afirma.
Cuando vendi¨® la cadena que fund¨®, L¨®pez destacaba que para ser rentable se necesitaba un gran volumen de ventas, como m¨ªnimo mil millones de euros, imposible de alcanzar sin el paraguas de una multinacional. ¡°Sigue siendo v¨¢lida¡± esa premisa. Pero tambi¨¦n, subraya, ¡°darle al cliente lo que quiere, no s¨®lo buenos precios, sino un trato personalizado y saber aconsejarle¡±. De ah¨ª su convencimiento de que, pese a la tremenda competencia de un sector herido por la ca¨ªda en picado del consumo, San Luis puede volver a ser ¡°una marca potente, con un modelo de tienda amable¡±, lejos de las grandes superficies ¡°en las que los vendedores son s¨®lo reponedores de productos¡± y el cliente se pierde entre una oferta de cientos de ordenadores o televisores.
El empresario alaba a Darty ¡°por lo bien que se port¨® con el personal¡± al liquidar las tiendas en Galicia. Pero destaca que es precisamente el fallo principal de la multinacional, no apostar por la formaci¨®n de los empleados, lo que la llev¨® a su fracaso de su expansi¨®n fuera de Francia. ¡°Los vendedores deben ser mudos, dedicar el 90% de su tiempo a escuchar al cliente y saber lo que quiere¡±. Que se le explique c¨®mo sacarle todo el partido a su televisor para ver fotos, conectarse a Internet o practicar deporte. Como cuando en los a?os 70, en la primera peque?a tienda de San Luis, explicaba a las se?oras del barrio c¨®mo utilizar aquellos novedosos programadores de las m¨¢quinas de lavar.
¡°Generar empleo¡± en Galicia y cuidar ¡°el capital humano¡± es una constante en el discurso de Lorenzo L¨®pez. Por eso se lanz¨®, tras vender San Luis, en la aventura, con su fondo de inversi¨®n, de reconvertir en un centro comercial de outlet (mercanc¨ªa de marca muy rebajada de precio por estar descatalogada, fuera de temporada o defectuosa) una de las industrias de mayor tradici¨®n de la comarca coru?esa, la f¨¢brica de jabones de La Toja, en Culleredo. Cerr¨® tras deslocalizarse su producci¨®n a un pa¨ªs del Este europeo. El centro Style Oulet es hoy ¡°un modelo que funciona¡± pese a la aguda crisis del comercio ¡°porque precisamente ofrece algo distinto¡± a las grandes superficies, cuenta L¨®pez: con un crecimiento del 18% y una ocupaci¨®n camino de superar el 80%, est¨¢ a punto de alcanzar un mill¨®n de visitantes. Todo un r¨¦cord en el sector.
Y otro empe?o del empresario: San Luis volver¨¢ a ser 100% gallega. Ya hab¨ªa sido pionera en utilizar el idioma vern¨¢culo en toda su publicidad cuando a¨²n no exist¨ªa ni TVG, ni la autonom¨ªa. ¡°Y sin recibir un c¨¦ntimo de subvenci¨®n¡±, una cultura en la que el fundador de la cadena nunca crey¨®, ni practic¨®, insiste. Para poner a la ¨²ltima las tiendas de la cadena, que recurrir¨¢ a la web y las redes sociales para ¡°una constante comunicaci¨®n con el cliente¡±, sus due?os acudieron a la Universidad de A Coru?a, algo que muy pocos empresarios utilizan, lamenta L¨®pez, para dotarse de un potente sistema inform¨¢tico.
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