La muerte de uno de los heridos eleva a 79 los fallecidos en el accidente

La tragedia del Alvia a ninguna parte se cobr¨® ayer de madrugada su v¨ªctima mortal n¨²mero 79 en el ?rea de Cr¨ªticos del hospital Cl¨ªnico de Santiago. Myrta Fariza, cuyo apellido de soltera era Lasalle, era una puertorrique?a de 59 a?os que viv¨ªa en Houston con su marido Ra¨²l y sus tres hijas. Precisamente hab¨ªa viajado a Europa con motivo de la boda de una de ellas, en Roma, y despu¨¦s, mientras los novios empezaban su luna de miel en Madrid, el matrimonio decidi¨® aprovechar para conocer la rama Fariza de Zamora, pues Ra¨²l, de nacionalidad estadounidense, tiene antepasados en esta provincia, adem¨¢s de en Valladolid y Granada. Despu¨¦s del encuentro familiar, montaron en el vag¨®n n¨²mero siete del tren Madrid-Ferrol para pasar unos cuantos d¨ªas m¨¢s en Santiago.

As¨ª lo contaba con infinita amabilidad el hombre en la noche del accidente, cuando se present¨® en Urgencias con el polo azul y los pantalones completamente cubiertos de sangre. ¡°Es toda de mi mujer¡±, dec¨ªa emocionado Ra¨²l, con los brazos vendados y una v¨ªa puesta.

¡°Yo estoy herido leve, en el vag¨®n hab¨ªa una pareja y un beb¨¦ que salieron ilesos de milagro, pero ella... La tuve en mis brazos, desangr¨¢ndose, hasta que la metieron en la ambulancia¡±. El rozamiento contra el tren tras el impacto le arranc¨® a Myrta el pelo y el cuero cabelludo . ¡°Le pel¨® media cabeza¡±, explicaba gesticulando con las manos el esposo. Su caso, la fatalidad de esta celebraci¨®n de boda truncada, interes¨® tanto a la prensa zamorana como a los rotativos de Texas y de Puerto Rico.

Ayer, en torno a las seis de la ma?ana, personal del Cl¨ªnico de Santiago telefone¨® de urgencia a Ra¨²l y sus hijas, ya todas reunidas en Santiago. La visita no dur¨® apenas nada. El tiempo necesario para recibir la noticia. Otros familiares de heridos que pasaban la noche en la sala de espera los vieron salir abatidos.

Mientras el cuerpo de Myrta aguardaba en el dep¨®sito ser trasladado al Instituto de Medicina Legal para la autopsia, en un t¨²mulo de la sala aleda?a la extensa familia emigrada a Galicia de Rosalina Ynoa, muerta en el mismo tren, velaba sus restos. A media tarde lleg¨® su marido desde Santo Domingo para repatriarla.