La PAH deja el encierro en la oficina del Banco Santander de paseo de Gr¨¤cia

Despu¨¦s de una reuni¨®n de 20 minutos entre el director de la sucursal y varios miembros de la PAH esta ma?ana, el Banco ofreci¨® mantener reuniones para tratar cinco casos semanalmente. La Plataforma, sin embargo, no acept¨® la propuesta y exigi¨® que todos los casos fueran tratados inmediatamente en diferentes sucursales.

La portavoz de la PAH, Elvi M¨¢rmol, asegur¨® que no pensaban marcharse de la oficina si el Banco Santander no fijaba una cita en los pr¨®ximos 15 d¨ªas para hablar con un "interlocutor v¨¢lido y con poder de decisi¨®n". Adem¨¢s, reclam¨® al Banco un documento escrito que asegurase que se detendr¨¢n ¡°las subastas y los desahucios que se est¨¢n llevando a cabo a los afectados del Banco Santander y UCI ¨Cuna de las financieras del Banco Santander¨C¡±.

Jes¨²s Garc¨ªa es uno de los afectados que, desde hace cuatro meses, no puede hacer frente a la hipoteca que le concedi¨® UCI. En paro desde hace varios meses, Jes¨²s reclama que la entidad acepte la daci¨®n en pago y que se le conceda una vivienda en r¨¦gimen de alquiler social. Adem¨¢s, se queja de que el Santander sea uno de los pocos bancos que no dispongan de un representante para negociar permanentemente con la Plataforma. ¡°Ya era hora que le toc¨¢ramos las narices al Santander¡±, sentencia.

Otro de los ocupantes de la sucursal es Vicente Mart¨ªnez. En 2007, UCI le concedi¨® a su hija un ¡°cr¨¦dito puente¡± de 30 millones a la espera de vender su anterior vivienda, ya que no pod¨ªa hacer frente a su hipoteca que le concedi¨® La Caixa. Ahora, tiene que pagar 1.700 euros mensuales de las dos hipotecas, lo cual, pese a tener los dos pisos alquilados, no se puede permitir. ¡°Nos sentimos estafados y nuestra ¨²nica salida es la daci¨®n en pago. Estoy aqu¨ª porque ni mi hija ni yo, como avalista, tenemos otra salida¡±, explica Vicente.

Los manifestantes, equipados con sirenas, silbatos y tambores, y con las t¨ªpicas camisetas verdes de la plataforma, llenaron de confeti y ocuparon las oficinas de la sucursal, hecho que oblig¨® a la mayor¨ªa de trabajadores a abandonar la delegaci¨®n. Tambi¨¦n desplegaron una pancarta en la que se pod¨ªa leer: "Si nos condenas a la exclusi¨®n social, si nos quitas nuestro hogar, ni con tres vidas te vamos a poder pagar". La Plataforma no ha impedido que los clientes accedieran al interior del edificio, pero los pocos responsables del Banco no los han podido atender porque ¡°no pod¨ªan garantizar su seguridad¡±.