Las amistades dedicadas de Edmundo de Ory
La biblioteca del escritor gaditano guarda gui?os y gestos de reconocidos autores
Hay muchas maneras de forjar una amistad. Los amigos escritores de Carlos Edmundo de Ory idearon una que permaneciera para siempre. Le entregaban sus libros reci¨¦n publicados con emotivas dedicatorias que el autor gaditano guard¨® con mimo. Aquellas letras amigas trascend¨ªan. ¡°A sus pies deposito estas d¨¦biles se?as de un poeta menorcito pero esforzado¡±, le escribi¨® Roberto Bola?o. ¡°Soy el rey del universo¡±, le dedic¨® Allen Ginsberg.
Esos libros se guardan en la Fundaci¨®n Carlos Edmundo de Ory, con sede en C¨¢diz. De Ory leg¨® a la ciudad en la que naci¨® en 1923 sus 8.000 libros. El poeta Javier Vela capitanea la misi¨®n de difundir su obra. ¡°El modo en que organizaba sus documentos revela a un autor riguroso, consciente de su obra, que parec¨ªa intuir la trascendencia que tendr¨ªa a su muerte¡±. Vela destaca la meticulosidad de su archivo. ¡°Salvando las distancias, su caso me recuerda al de Cavafis, el mayor poeta griego moderno, cuya obra permaneci¨® pr¨¢cticamente in¨¦dita en vida, pero el autor se encarg¨® de dejar sus libros rigurosamente dispuestos para la posteridad¡±.
La mitad de los vol¨²menes ya est¨¢n catalogados inform¨¢ticamente y eso permite enumerar en, al menos, m¨¢s de 600 las dedicatorias. Est¨¢n los grandes nombres: Octavio Paz, Rafael Alberti, Gabriel Celaya, ?lvaro Mutis, Francisco Nieva, Jos¨¦ Manuel Caballero Bonald. Pero Javier Vela destaca tres nombres: Roberto Bola?o, Juan Eduardo Cirlot y Allen Ginsberg. Como referentes de la vanguardia, de la rebeld¨ªa ¨¦tica y est¨¦tica. Bola?o, ¡°alias el rat¨®n veloz¡±, llamaba a Carlos Edmundo ¡°el conejo vertiginoso¡±. As¨ª se lo puso en una de las primeras p¨¢ginas de Los perros rom¨¢nticos. De Ory era ¡°profesor de Geolog¨ªa¡±; ¨¦l, ¡°de Qu¨ªmica¡±, como le escribi¨® a la cabeza de La literatura nazi en Am¨¦rica.
¡°Era una relaci¨®n de gran cari?o y ternura, de maestro a alumno, de hermano mayor a menor¡±, explica la viuda del escritor gaditano, Laura Lach¨¦roy. Lo testimonian sus cartas, mantenidas entre 1977 y 1998. ¡°Roberto se confiaba emocionalmente a Carlos, le enviaba sus manuscritos, quiso ser su secretario¡±. La relaci¨®n empez¨® antes de que Bola?o fuera mundialmente conocido. Ginsberg le escribi¨® un extenso texto a De Ory en un ejemplar de su colecci¨®n de poemas entre 1947 y 1980. Ambos se conocieron en Nueva York, como recuerda el profesor Jaume Pont, uno de sus mayores conocedores. ¡°Le interes¨® de Ginsberg algo que ¨¦l cultiv¨® con denuedo en su poes¨ªa: la continuidad, el inseparable hermanamiento entre materia y esp¨ªritu¡±. Juan Eduardo Cirlot dedic¨® su Canto de la vida muerta a Carlos Edmundo. ¡°Fue una de sus debilidades. De Ory dec¨ªa que estaba tocado por el genio sagrado de los elegidos¡±, recuerda Pont. ¡°Eran alquimistas de las palabras¡±.
Las dedicatorias manuscritas se suman a los apuntes en bol¨ªgrafo que hac¨ªa de Ory a todos sus libros. Subrayaba palabras, nombres, datos. ¡°Hojearlos es pasear por su biograf¨ªa intelectual¡±, resume Vela. Es otra materia de estudio, a la espera de que llegue a C¨¢diz toda su correspondencia. El escritor gaditano tambi¨¦n custodi¨® en sus ¨¢lbumes de fotos sus encuentros con los amigos escritores. Los m¨¢s formales e ¨ªntimos. Laura Lach¨¦roy recuerda las paellas compartidas con Bola?o en Blanes. Tambi¨¦n los platos de arroz forjan amistades. Pero no trascienden como los mensajes tatuados en los libros.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.