Oriol Maspons, adi¨®s a aquella Barcelona
El fot¨®grafo de la 'gauche divine' fallece a los 84 a?os
Oriol Maspons no necesitar¨ªa presentaci¨®n si la fotograf¨ªa fuera considerada en este pa¨ªs de la manera que se considera, por ejemplo, el cine o la literatura. ?l, que falleci¨® ayer en Barcelona a los 84 a?os, no solo fue un excelente fot¨®grafo, sino el te¨®rico m¨¢s relevante, dinamizador y experimentador, que aliment¨® con sus ideas a toda una generaci¨®n de fot¨®grafos: la llamada generaci¨®n de oro de los a?os cincuenta y sesenta.
Siempre original y cargado de estilo y sentido del humor (entre sus se?as de identidad llevaba un Lacoste tatuado a la altura de la tetilla izquierda y un Rolex al que le hab¨ªa pulido la esfera) guardaba en su bolsillo dos listados que extra¨ªa como gu¨ªa argumentativa del inter¨¦s de su siglo. Uno reun¨ªa cerca de una veintena de personajes nacidos el mismo a?o que ¨¦l, 1928: Fellini, Elliott Erwitt, William Klein, Andy Warhol¡ y que ven¨ªa encabezado por Mickey Mouse, su motivo m¨¢s inspirador: un ¨ªdolo eternamente joven y en constante renovaci¨®n sin perder su esencia, del que sab¨ªa que no envejecer¨ªa ni morir¨ªa nunca. El segundo listado lo compon¨ªan las canciones que hab¨ªan marcado su juventud y revelaba una ins¨®lita faceta tierna y rom¨¢ntica del enfant terrible a qui¨¦n todos tem¨ªan en la r¨ªgida Agrupaci¨®n Fotogr¨¢fica de Catalu?a de los cincuenta. Fue en aquellas tertulias donde radicaliz¨® su discurso contra el Salonismo, un concepto que a ¨¦l le debemos como tantas otras ideas ligadas al movimiento de renovaci¨®n de la fotograf¨ªa que se llev¨® a cabo en torno a la revista AFAL (1956-1963), de la que ¨¦l fue motor ideol¨®gico y de estilo. Por ejemplo, Maspons fue quien ilustr¨® a su amigo el abogado Josep Maria Casademont, otro te¨®rico de la fotograf¨ªa de la ¨¦poca, con las ideas y las im¨¢genes de las nuevas tendencias fotogr¨¢ficas que hab¨ªa conocido en Par¨ªs, donde hab¨ªa retratado a los mejores fot¨®grafos de finales de la d¨¦cada de 1950, tales como Brassa?, Cartier-Bresson, Robert Doisneau y Guy Bourdin, entre otros, y cuyas conversaciones se publicaron en la revista Arte fotogr¨¢fico.
La conclusi¨®n te¨®rica con la que Maspons revolucion¨® la fotograf¨ªa espa?ola fue sencilla pero contundente: arte y utilidad van juntos en fotograf¨ªa
La conclusi¨®n te¨®rica con la que Maspons revolucion¨® a la fotograf¨ªa espa?ola fue sencilla pero contundente: arte y utilidad van juntos en fotograf¨ªa, de la misma manera que ocurre en la arquitectura y el dise?o. As¨ª, siendo coherente con ello, Maspons fue el primero de los aficionados que dio el paso de abandonar su trabajo (en su caso, una empresa de seguros) para dedicarse a la fotograf¨ªa como profesional, una actividad que para ¨¦l requer¨ªa tanta creatividad como ¡°la art¨ªstica¡±, a la que incluso le avergonzaba mentar. ¡°La fotograf¨ªa es solo una: la buena fotograf¨ªa¡±, afirmaba, y demostrarlo en aquellos duros tiempos de la dictadura (inexistencia de prensa gr¨¢fica, escasez de publicidad, conservadurismo de las editoriales, censura oficial...) fue su objetivo constante. En vez de dramatizar o propagar panfletos, Maspons hizo de su trabajo profesional y de su literatura sobre la fotograf¨ªa un espacio de iron¨ªa, frescura conceptual y vitalidad de estilo, que supo contagiar a sus amigos fot¨®grafos de entonces Francesc Catal¨¤-Roca, Xavier Miserachs, Leopoldo Pom¨¦s, Ram¨®n Masats, Paco Onta?¨®n y Colita. Y m¨¢s all¨¢ a profesionales y artistas de todos los ¨¢mbitos de aquella gauche divine de los a?os setenta, una tribu de la que tambi¨¦n fue gur¨².
En 1961 se asoci¨® con el fot¨®grafo Julio Ubi?a con el que abri¨® el estudio de fotograf¨ªa m¨¢s moderno del pa¨ªs. El t¨¢ndem Maspons-Ubi?a colabor¨® con las mejores revistas gr¨¢ficas del momento como Paris Match, L¡¯Oeil y Gaceta Ilustrada, en la que Maspons public¨® reportajes sobre Pablo Neruda, Ernest Hemingway, Salvador Dal¨ª, Amalia Rodrigues, Jackie Stewart y Fidel Castro, entre otros. En 1975 entr¨® a trabajar en Intervi¨² cubriendo reportajes en Chile, Estados Unidos, Brasil, Thailandia, Jap¨®n, India, Filipinas, Camer¨²n, Nigeria y Canad¨¢. Durante los sesenta fue fot¨®grafo de cine para Fellini y Rossellini y trabaj¨® para la Mostra de Venecia, lo que le permiti¨® retratar a ¨ªdolos como Brigitte Bardot, Monica Vitti o Mastroianni, entre otros.
Directo, inteligente, desprejuiciado, curioso para todo lo nuevo y espectador sensible y cr¨ªtico de cualquier manifestaci¨®n cultural, sus valoraciones y sus fotograf¨ªas siempre se esperaron con expectaci¨®n. De acuerdo o en desacuerdo con ¨¦l, a nadie se le escapaba la profundidad y agudeza de su an¨¢lisis y la calidad de sus im¨¢genes. ?Lo que se han perdido los diarios que no le encomendaron una columna semanal a Oriol Maspons como observatorio de la cultura y de la vida!
Ha publicado una decena de fotolibros, entre los cuales algunos ya son m¨ªticos como La caza de la perdiz roja, con texto de Miguel Delibes, y Toreo de sal¨®n, junto a Julio Ubi?a, con texto de Camilo Jos¨¦ Cela, ambos de 1963, y aquella serie de la que hoy todo el mundo habla como el ¡°milagro editorial¡± de Lumen, Palabra e Imagen, una idea suya, bajo cuyo consejo y coordinaci¨®n se publicaron temas y autores. A estos hay que sumar los m¨¢s recientes Personajes de compa?¨ªa (?mbit, serveis editorials, 1995) y Private Collection (La F¨¢brica, 2006), aut¨¦nticos libros de autor, antolog¨ªas de su manera de vivir y de pensar a trav¨¦s de sus dos pasiones: las chicas y los perros.
Su curr¨ªculum es largo, variado e interesante, como corresponde a una persona longeva y ¨¢vida de experiencias. Fue pionero en el reconocimiento internacional cuando en 1958 el Museo de Arte Moderno de Nueva York le adquiri¨® tres fotograf¨ªas para su fondo permanente, as¨ª como el primer espa?ol representado en el Photography Annual americano de 1959. Con todo lo dicho hasta aqu¨ª, se comprender¨¢ que sus admiradores no entendamos c¨®mo este gran fot¨®grafo no hubiera sido todav¨ªa galardonado con el Premio Nacional de Fotograf¨ªa, cuando fue maestro de todos los que vinieron detr¨¢s.
Oriol se va de vacaciones
Conservo m¨¢s de un centenar de cartas enviadas por Oriol Maspons. Manten¨ªamos una correspondencia asidua desde hace muchos a?os. Le gustaba mandar enormes textos escritos a mano de m¨¢s de 10 folios de longitud y en papel biblia para pagar menos en correos. La ¨²ltima vez que hable con ¨¦l fue hace unos 15 d¨ªas.
Contact¨® con nuestro grupo en los a?os cincuenta, a trav¨¦s de la revista fotogr¨¢fica AFAL, que creamos en la Agrupaci¨®n Fotogr¨¢fica Almeriense. All¨ª se sentaron las bases de la nueva fotograf¨ªa documental en Espa?a que aglutin¨® a una generaci¨®n: Ramon Masats, Ricard Terr¨¦, Gabriel Cuallad¨®, Paco Onta?¨®n, Xavier Miserachs, Paco G¨®mez o el mismo Oriol Maspons. Despu¨¦s de caer en sus manos el tercer n¨²mero de la publicaci¨®n, se decidi¨® a enviar sus trabajos.
Maspons era un gran te¨®rico, inconformista, rompedor y provocador que se enfrent¨® con la agrupaci¨®n fotogr¨¢fica de Catalu?a acus¨¢ndolos de que all¨ª se hac¨ªan fotograf¨ªas de ¡°sal¨®n¡± que ¨¦l calificaba de intrascendentes.
Sus im¨¢genes fueron decisivas en la fotograf¨ªa espa?ola de los a?os cincuenta. En su estudio fotografiaba a las modelos m¨¢s guapas que pasaban por Barcelona. Todos sent¨ªamos envidia de ¨¦l. De los cerca de 36 n¨²meros que publicamos de AFAL, la mayor¨ªa se ilustraron con sus fotograf¨ªas, que eran las m¨¢s sugestivas de todas.
Al final de sus d¨ªas jam¨¢s hablaba de su enfermedad. Continuaba con la misma iron¨ªa de siempre, burlona, disparando dardos envenenados para divertirse, huyendo de la mediocridad y manteniendo el tipo con energ¨ªa. Era un hombre mordaz en su forma de hablar y en sus im¨¢genes, en las que critic¨® al poder pol¨ªtico, tanto de la dictadura como despu¨¦s. Su obra no presentaba grandes complejidades conceptuales. Se entend¨ªa, y por eso llegaba de un modo espl¨¦ndido a todos los p¨²blicos.
Carlos P¨¦rez Siquier es fot¨®grafo y obtuvo el Premio Nacional de Fotograf¨ªa en 2003.
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