Tres detenidos en una protesta que ha parado un desalojo en Tetu¨¢n
Hace diez a?os que la familia, que vive all¨ª desde 1954, litiga con el Ayuntamiento para evitar la expropiaci¨®n de su vivienda por motivos urban¨ªsticos Un interdicto presentado el martes 13 en los juzgados de Plaza de Castilla, as¨ª como la presi¨®n social frenan el objetivo del Consistorio
¡°Tenemos que aguantar, eso est¨¢ claro. Esto est¨¢ iniciando¡±. ?ngeles Gracia durmi¨® poco en los ¨²ltimos tres d¨ªas. Su casa estuvo siempre llena de gente. Un centenar de decinos y activistas esperaban la llegada de la polic¨ªa municipal. El Ayuntamiento ten¨ªa como objetivo desalojar y derribar la vivienda con el n¨²mero 29 en la calle de Ofelia Nieto, en Tetu¨¢n. El Consistorio quiere ampliar la acera seis metros m¨¢s en esa calle, en el terreno que ocupa esa casa. Ha ofrecido a los habitantes una indeminzaci¨®n de casi 400.000 euros, que estos han rechazado.
Un recurso legal y la presi¨®n social dieron un nuevo respiro a las tres familias que habitan la vivienda. ?ngeles es una de las dos hijas de Paco Gracia, el due?o de la finca. Acompa?ados de 70 personas vieron como una decena de veh¨ªculos antidisturbios acudieron al domicilio, cerca de las seis y media de la ma?ana. Le acompa?aba una m¨¢quina demoledora que esperaba a que la casa estuviera desocupada para derribarla. La protesta acab¨® con tres personas detenidas por alteraci¨®n del orden p¨²blico, atentado, desobediencia y resistencia a la autoridad, seg¨²n inform¨® la polic¨ªa municipal. Los detenidos fueron liberados durante la tarde, seg¨²n confirm¨® el representante de la Asamblea Popular de Tetu¨¢n, ?lvaro L¨®pez.
En 2010, el Consistorio expropi¨® la casa, sin previo aviso, a cambio de casi 400.000 mil euros. ¡°El inter¨¦s econ¨®mico es por parte de la administraci¨®n, no nuestro¡±, dec¨ªa con insistencia ?ngeles. ¡°No pasar¨¢n¡± y ¡°Ayuntamiento, ladr¨®n¡±, fueron algunas de las consignas de los integrantes de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca que apoyaron la protesta y que se atrincheraron en la puerta de la casa. Justo a las 8.00, los antidisturbios iniciaron la movilizaci¨®n de los manifestantes. Despu¨¦s de 40 minutos se retiraron sin concluir el trabajo.
El Ayuntamiento suspendi¨® el desalojo porque antes de iniciarse, las personas congregadas lanzaron piedras contra los polic¨ªas y no se pod¨ªa garantizar su seguridad, seg¨²n informaci¨®n de la agencia Efe. ?ngeles Gracia dijo que la demolici¨®n se interrumpi¨® debido a un recurso judicial que present¨® su abogado el martes 13 en los juzgados de Plaza de Castilla.
¡°Desde ahora no habr¨¢ m¨¢s avisos¡±, resume ?lvaro L¨®pez. El Ayuntamiento a¨²n tiene 15 d¨ªas para ejecutar la orden que se le concedi¨® el 29 de julio, explic¨® el representante vecinal. ¡°En esta se da un plazo de hasta 30 d¨ªas para el desalojo¡±, agreg¨®.
El plan es seguir en ¡°alerta m¨¢xima¡±, como lo hicieron el martes. Esa noche tres veh¨ªculos de la polic¨ªa municipal custodiaban los alrededores, donde medio centenar de personas protestaban a pie de calle en ambiente festivo, mientras otra veintena se asomaba desde la ¨²ltima planta del inmueble. Los manifestantes cortaron el tr¨¢fico de uno de los carriles de la calle durante unos quince minutos, pero fueron disueltos por los agentes en medio de abucheos y gritos de protesta.
En el interior del inmueble, las tres viviendas ten¨ªan un aspecto medio desmantelado: los dos pisos inferiores, hogar de las dos hijas del matrimonio due?o de la propiedad, hab¨ªan sido vaciados por completo. En la planta superior, donde viven los abuelos y est¨¢ situada la enorme terraza, apenas quedaba una cama de matrimonio en un dormitorio y un aparador con un sof¨¢ en lo que un d¨ªa fue el sal¨®n. ¡°Sois todos bienvenidos a mi casa", repet¨ªa Paco Gracia a todos los que entraban cargados de sacos, esterillas y alimentos para pasar la noche. ¡°En este garaje tuve mi taller de mec¨¢nico durante 23 a?os¡±, relata.
Paco, de 77 a?os y actual propietario, recuerda que cuando ¨¦l lleg¨® con su padre a vivir all¨ª, solo hab¨ªa algunas casitas bajas, un r¨ªo y una ca?ada. La explotaci¨®n urban¨ªstica que vivi¨® Madrid desde los a?os 60 modific¨® el barrio, y las casitas unifamiliares de entonces dieron paso, gradualmente, a edificios de pisos m¨¢s modernos.
La familia de Paco vivi¨® primero en r¨¦gimen de alquiler hasta que en 1954 su padre adquiri¨® el bloque, que figura en el catastro a nombre de su familia. No as¨ª en el registro de la propiedad, desde 2010. ¡°Es un robo y no se trata de una cuesti¨®n de dinero, sino de dignidad¡±, protesta Nines, una de las hijas del matrimonio.
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