La huelga indefinida en Povisa amenaza a 140.000 usuarios del Sergas

Desde hace muchos a?os, el Sergas incluye en un aparte al hospital Povisa en sus medias estad¨ªsticas sobre listas de espera. Lo hace para matizar los c¨¢lculos generales, debido a la desproporci¨®n con los pacientes del resto de Galicia. Pero ocurre que nada menos que 150.000 habitantes de Vigo y su entorno tienen asignado ese hospital privado como centro de referencia, debido al convenio espec¨ªfico que le cuesta a las arcas p¨²blicas 75 millones de euros anuales. Esas listas de espera est¨¢n en serio peligro de dispararse desde hoy, cuando comienza la huelga indefinida convocada por el comit¨¦ de empresa ante la ca¨ªda de su convenio colectivo.

?Los 1.380 trabajadores que convierten a este policl¨ªnico en la segunda empresa con m¨¢s empleados de la ciudad, despu¨¦s de Citro?n, est¨¢n llamados a un paro en protesta por la sustituci¨®n unilateral del convenio colectivo por el provincial del sector, en aplicaci¨®n del apartado de la reforma laboral que permite que decaigan los convenios prorrogados cuando no se d¨¦ un acuerdo entre las partes. Al margen de las posibilidades en el contencioso que se ventilar¨¢ el pr¨®ximo d¨ªa 27 en los juzgados de lo social de Vigo, los sindicatos esperan un seguimiento masivo que obligue a la empresa a reconsiderar su postura.

Pero las partes est¨¢n lejos de llegar a un acuerdo. Las relaciones entre el comit¨¦ y la empresa est¨¢n pr¨¢cticamente rotas desde hace meses. La direcci¨®n se mantiene firme en su decisi¨®n de no convocar a los representantes de los trabajadores hasta el 15 de septiembre ¡°pase lo que pase¡±, aunque conf¨ªa en el fracaso de la convocatoria. Los sindicatos entienden esa postura como una demostraci¨®n del temor a los efectos de la huelga.

Quienes no secundar¨¢n el paro son los m¨¦dicos. El sindicato que los representa, Omega, se ha desmarcado de la convocatoria, una decisi¨®n que el resto de organizaciones representadas en el comit¨¦, que s¨ª apoyan la movilizaci¨®n, atribuyen a su especial modelo retributivo. ¡°Por convenio, cobran menos que los enfermeros, pero lo cubren con unos complementos a los que no les afecta la sustituci¨®n del convenio por el sectorial¡±, argumenta un portavoz del comit¨¦ de huelga. El resto de la plantilla, alrededor de 1.000 trabajadores, ¡°est¨¢ mayoritariamente con la huelga¡±, a?ade.

A instancias de la inspecci¨®n de trabajo, las dos partes sellaron el mi¨¦rcoles un acuerdo de servicios m¨ªnimos que matiza los pactados hace cuatro a?os. La hospitalizaci¨®n quedar¨¢ atendida con el personal de fin de semana, con lo que se reduce a dos o tres personas por especialidad. El ¨¢rea quir¨²rgica se cubrir¨¢ con un ¨²nico quir¨®fano de urgencias. UCI, di¨¢lisis y urgencias funcionar¨¢n con normalidad, y quedan fuera de m¨ªnimos las consultas ambulatorias, excepto oncolog¨ªa. Es decir, que las consultas externas y las intervenciones programadas, dos de los puntos negros de las abultad¨ªsimas listas de espera de Povisa, ser¨¢n las principales afectadas si la convocatoria tiene seguimiento.

Seg¨²n datos del pasado 31 de marzo, el 40% de la lista de espera de Povisa, un total de 2.007 personas, llevaba m¨¢s de seis meses aguardando una operaci¨®n. La demora en las intervenciones triplica la media de Galicia, y ya hay m¨¢s pacientes a la espera de una operaci¨®n quir¨²rgica en Povisa que en el resto del ¨¢rea sanitaria de Vigo, que cuenta en total con casi medio mill¨®n de habitantes. Este deterioro asistencial llev¨® recientemente al Valedor do Pobo a revisar el concierto espec¨ªfico firmado con el hospital privado, prorrogado desde 2010 debido al fracaso de las negociaciones para su renovaci¨®n. La construcci¨®n del nuevo hospital de Vigo no supondr¨¢ la p¨¦rdida del negocio de la sanidad p¨²blica para Povisa, que mantendr¨¢ la atenci¨®n a una poblaci¨®n similar a la actual, aunque determinada con car¨¢cter voluntario, y no geogr¨¢fico.

En cuanto a la situaci¨®n del convenio, frente a la reciente aplicaci¨®n del sectorial, que los empleados comenzar¨¢n a notar en sus n¨®minas en septiembre, la empresa mantiene una oferta con doble escala salarial que describe como el mantenimiento del 100% del salario para los empleados actuales y el convenio provincial mejorado para las nuevas incorporaciones. Los sindicatos sostienen que esa conservaci¨®n del sueldo es irreal, ya que pierden dos pagas extras, se reducen otras dos y una parte del salario se convierte en complemento, con lo que se desvincula de los incrementos futuros. El descenso mensual medio en las n¨®minas ser¨¢ de 500 euros, seg¨²n sus c¨¢lculos. Otros puntos de conflicto consisten en la movilidad funcional, la aplicaci¨®n de jornadas ¡°flexibles¡± y lo que el comit¨¦ considera ¡°irregularidades de los horarios¡±.

¡°La postura de la empresa es firme: no negociaremos durante la huelga¡±, subraya un portavoz de la direcci¨®n. Xurxo Cabral, delegado de CC OO y miembro del comit¨¦ de huelga, pone en duda que la empresa se mantenga firme en esa intenci¨®n. ¡°Es un pulso, no tiene otra explicaci¨®n. Dudo mucho que no haya reuniones hasta el 15 de septiembre, pero s¨ª es cierto que las negociaciones no es que est¨¦n rotas, es que no existen desde finales de 2011¡±, afirma Cabral, que recrimina la actitud ¡°chulesca¡± de la direcci¨®n del centro, propiedad del Grupo Nosa Terra 2000, de la familia Silveira.