La Diada zarandea a CiU y PSC
El soberanismo sacude a los partidos centrales de la pol¨ªtica catalana
Los grandes partidos catalanes viven en convulsi¨®n desde que Catalu?a inici¨® el proceso para convocar una consulta sobre la independencia en 2014. La cadena humana para reclamar la secesi¨®n que la Assemblea Nacional Catalana (ANC) ha organizado para la Diada de este a?o ha puesto otra vez a prueba las costuras dentro de la federaci¨®n mayoritaria de Catalu?a, Converg¨¨ncia i Uni¨®, y del que hist¨®ricamente hab¨ªa sido el segundo partido, un Partit dels Socialistes inmerso en una crisis y que pasa por sus horas m¨¢s bajas.
La mala salud de hierro de CiU se ve agravada con el proceso soberanista: mientras CDC encabeza la reivindicaci¨®n independentista, Uni¨® cree todav¨ªa en el encaje con Espa?a. La divisi¨®n, de ra¨ªz ideol¨®gica, provoca un terremoto interno a cada avance hacia la consulta. Y la cadena humana ha tensado la federaci¨®n. Converg¨¨ncia no titube¨®: mostr¨® su apoyo desde el primer momento y moviliz¨® toda la maquinaria para que sus bases nutrieran la llamada Via Catalana, que pretende cruzar Catalu?a de punta a punta. Uni¨® se desmarc¨® enseguida: los democristianos enviaron una carta a la organizaci¨®n inst¨¢ndoles a cambiar el lema independentista por uno que hiciera referencia a la necesidad de convocar una consulta. La propuesta fue r¨¢pidamente rechazada por la ANC.
Nacionalistas y democristianos se han enfrentado por su posicionamiento en la cadena humana
Las diferencias entre Uni¨® y Converg¨¨ncia llegaron a su punto m¨¢ximo en agosto, con un intercambio de reproches entre dos de sus dirigentes. En plena pol¨¦mica, Josep Rull, secretario de organizaci¨®n de CDC, pidi¨® la participaci¨®n de Josep Antoni Duran Lleida, l¨ªder de Uni¨®. La respuesta de los democristianos fue contundente: su vicesecretario general, Toni Font, le inst¨®, v¨ªa Twitter, a meterse en sus asuntos.
La divisi¨®n se traslad¨® al Gobierno de CiU. Pese a que la consigna del consejero de Presidencia, Francesc Homs, hab¨ªa sido mantener la inc¨®gnita hasta la primera reuni¨®n del Gobierno, algunos consejeros convergentes no resistieron a la tentaci¨®n de dar por hecha su asistencia la cadena humana. Los de Uni¨®, por su parte, insist¨ªan en la necesidad de minimizar el tono secesionista de la movilizaci¨®n. Pero el desaguisado qued¨® en una an¨¦cdota. Converg¨¨ncia i Uni¨® calcula sus crisis de tal forma que nunca son irreversibles. Siempre encuentran una v¨ªa de ¨²ltima hora que les da la soluci¨®n para no romper la federaci¨®n. Los democristianos lograron que la ANC hiciera declaraciones a favor del derecho a decidir, con lo que lograron una excusa para ver con buenos ojos la Via Catalana.
Los nacionalistas han resuelto sus diferencias con una declaraci¨®n de la ACN en favor del derecho a decidir
En la primera reuni¨®n del Gobierno catal¨¢n, no hubo ni discusi¨®n. El presidente Artur Mas comunic¨® a sus consejeros que seguir¨ªa la misma estrategia que en la multitudinaria manifestaci¨®n de la Diada de 2012: adherirse pero sin asistir. Al resto, le dio libertad. La discusi¨®n se zanj¨® con una ¨²nica y anecd¨®tica intervenci¨®n. Fue el consejero de Territorio, Santi Vila, que alz¨® la mano para preguntar si pod¨ªa participar en el tramo que pasaba por su localidad, Figueres (Girona). Asunto cerrado. As¨ª de pl¨¢cido fue en el Gobierno el debate que hab¨ªa llevado de cabeza a CiU todo el verano.
La federaci¨®n nacionalista ha supurado la herida, consciente de que Esquerra la ha desbancado en los sondeos como primera fuerza pol¨ªtica. Justo lo contrario que el PSC, que, en tres a?os, ¡ªtambi¨¦n por culpa de la crisis¡ª ha perdido casi todo el poder pol¨ªtico acumulado durante d¨¦cadas. La v¨ªa soberanista ha roto el hist¨®rico equilibrio fraguado en los a?os 70 con la fusi¨®n de los partidos que conformaron sus dos almas. La entente funcion¨® como una seda pero la consulta ha fracturado a la formaci¨®n, desangrada en p¨²blico en un ejercicio inaudito en el que las dos partes se han criticado sin piedad. Pere Navarro, l¨ªder del PSC, intentar¨¢ poner paz. Miembros del partido creen que al PSC no le pasa nada extraordinario: que es el reflejo de las turbulencias que causa en la sociedad catalana su posici¨®n ante la consulta. Navarro se ha significado: ha dicho que quiere votar y para votar no a romper con Espa?a. No todos los partidos, como Uni¨® (confederalistas) o Iniciativa (federalistas), partidarios de un Estado propio, lo han hecho.
La fractura del PSC por el refer¨¦ndum se extiende desde Girona a Tortosa
Navarro rechaza la cadena por una cuesti¨®n de caj¨®n: ¨¦l no es independentista. Pero muchos militantes socialistas acudir¨¢n, entre ellos Marc Mur, alcalde de Flix (Tarragona) y miembro de la Ejecutiva del PSC. Una decena de alcaldes socialistas de las Tierras del Ebro tambi¨¦n ir¨¢n. En el PSC existen dos corrientes catalanistas, no registradas oficialmente ¡ªAvancem y F¨°rum C¨ªvic-Agrupament¡ª que han dado libertad a sus simpatizantes. La medida del conflicto lo da un manifiesto de este ¨²ltimo colectivo: aboga porque Catalu?a tenga un Estado propio ¡°independiente o no¡±.
La tensi¨®n reside en que Navarro apuesta por la v¨ªa federal y una consulta pactada con el Estado. M¨¢s all¨¢ de qu¨¦ votar¨ªan en una eventual consulta, los cr¨ªticos creen que esa v¨ªa es papel mojado por la oposici¨®n al refer¨¦ndum de PP y PSOE. Antonio Balm¨®n, mano derecha de Navarro, abri¨® la caja de los truenos y dijo que los cr¨ªticos ¡°sobraban¡± en el partido no por sus ideas sino por sus quejas incesantes. La direcci¨®n cree que el conflicto se limita a un grupo de exconsejeros del tripartito, sin peso pol¨ªtico ¡ªel poder est¨¢ ahora en los alcaldes del Baix Llobregat¡ª como Joaquim Nadal, Montserrat Tura o Marina Geli, con proyecci¨®n medi¨¢tica pero sin apoyo real.
La divisi¨®n entre los socialistas se ha? reflejado en el Congreso, el Parlament y el Ayuntamiento de Barcelona
Pero el problema es m¨¢s profundo: el PSC pierde militantes y la fractura ha recorrido como una mecha de norte a sur y desde Girona a Tortosa, las federaciones del partido. Y se refleja en las instituciones: en el Congreso (Carme Chac¨®n se neg¨® a votar a favor del derecho a decidir); en el Parlament (cinco diputados se negaron a votar en contra de la declaraci¨®n soberanista) y en el Ayuntamiento de Barcelona (el l¨ªder del PSC, Jordi Mart¨ª, fue el ¨²nico edil del grupo socialista que vot¨® a favor de ese texto).
Ning¨²n exdirigente catalanista ha anunciado su asistencia a la cadena. No son independentistas pero el colectivo sostiene que hay razones para asistir sobre todo en defensa de la consulta. ¡°No soy independentista pero estoy m¨¢s cerca que los que estar¨¢n en la cadena que de los que no¡±, sostiene una diputada del Parlament. Navarro intentar¨¢ ma?ana en su Ejecutiva la conciliaci¨®n. ¡°Soy optimista: nadie no ha pedido que nos separemos¡±, reflexiona Mart¨ª, miembro de la Ejecutiva y que posiblemente no se sume a la v¨ªa. ¡°Hab¨ªa en los a?os 70 m¨¢s diferencias entre un militante de la Federaci¨®n Catalana del PSOE y un catalanista de Reagrupament ¡ªdos de los tres partidos que conformaron el PSC¡ª que la que hay ahora entre Balm¨®n y yo¡±. Pese a ello, el viernes lanz¨® este mensaje en Twitter tras saberse la supuesta implicaci¨®n del PSC en el espionaje a Alicia S¨¢nchez-Camacho: ¡°Sobran en el PSC quienes puedan haber espiado a los adversarios¡±.
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