El negocio de la historia tiene futuro
Un grupo de profesionales de la arqueolog¨ªa reciclan sus conocimientos en iniciativas empresariales
De la misma forma que las eras geol¨®gicas cocinaron bajo tierra los principales recursos energ¨¦ticos que propiciaron la revoluci¨®n industrial ¡ªel carb¨®n, el petr¨®leo¡ª la historia de los humanos y su patrimonio es un recurso sin fin para la generaci¨®n de riqueza, no solo cient¨ªfica, sino tambi¨¦n empresarial. Los mineros y prospectores de esas fuentes de riqueza han sido, en primer t¨¦rmino, los arque¨®logos. Su actividad original se ha visto profundamente afectada por la crisis. La debacle ha provocado el reciclaje de muchos de estos profesionales, que adaptan sus conocimientos y experiencia en iniciativas privadas y aut¨®nomas, basadas casi siempre en las nuevas tecnolog¨ªas y ligadas a la gesti¨®n, investigaci¨®n, formaci¨®n y divulgaci¨®n del patrimonio hist¨®rico.
La historia tiene futuro. C¨®rdoba es solo un ejemplo de algo que ha ocurrido en toda Andaluc¨ªa. A la sombra del boom inmobiliario, se multiplicaron las excavaciones arqueol¨®gicas y las oportunidades de trabajo tanto en el sector p¨²blico como en el privado. Pero todo eso se acab¨®. Y lleg¨® la hora de cambiar. En los ¨²ltimos a?os, se han multiplicado en esta provincia los ejemplos de iniciativas privadas ligadas a los estudios y a las t¨¦cnicas arqueol¨®gicas: estudios de yacimientos con helic¨®pteros teledirigidos, formaci¨®n especializada de dibujo arqueol¨®gico digital a trav¨¦s de Internet, reproducci¨®n y comercializaci¨®n fiel de piezas patrimoniales exclusivas o la promoci¨®n tur¨ªstica con visitas alternativas a los conjuntos hist¨®ricos.
La ciudad que fuese capital de la B¨¦tica romana y epicentro del califato omeya posee alguno de los mayores y m¨¢s importantes yacimientos hist¨®ricos y arqueol¨®gicos de Espa?a. En ellos se han formado generaciones enteras de especialistas en Historia del Arte, Arqueolog¨ªa y Gesti¨®n del Patrimonio. Uno de ellos fue Diego Gaspar quien mont¨®, con otros socios ¡ªantrop¨®logos, ge¨®logos, geof¨ªsicos, arque¨®logos¡¡ª, la empresa Investigaciones Para el Patrimonio Hist¨®rico (IPPH). ¡°Ofrecemos servicios de bioarqueolog¨ªa, geof¨ªsica, fotograf¨ªa y v¨ªdeos a¨¦reos, esc¨¢ner l¨¢ser, estudios de policrom¨ªa antigua e im¨¢genes termogr¨¢ficas¡±, cuenta.
Una de las herramientas m¨¢s espectaculares de esta empresa ¡ªy que ejemplifica las perfectas sinergias entre las nuevas tecnolog¨ªas y el estudio de la historia y el patrimonio¡ª es un helic¨®ptero teledirigido armado con c¨¢maras que, adem¨¢s de obtener im¨¢genes a¨¦reas, es capaz de acercarse a rincones inaccesibles para estudiar el estado y las caracter¨ªsticas de los materiales. ¡°Lo hemos usado tambi¨¦n en espacios cerrados como en iglesias, para estudiar retablos o en el yacimiento romano de Almedinilla [en la provincia de C¨®rdoba], techado por una estructura met¨¢lica¡±, prosigue la explicaci¨®n Diego Gaspar.
Divulgaci¨®n con rigor
El historiador romano T¨¢cito cuenta que Sexto Mario fue uno de los hombres m¨¢s ricos de la Hispania del siglo I. El nombre de este patricio cordob¨¦s, due?o de las minas de oro y plata de Sierra Morena es el escogido por una empresa de su ciudad de nacimiento, formada por historiadores, investigadores y arque¨®logos que hacen una labor de divulgaci¨®n en forma de talleres, visitas guiadas y actividades en colegios con la colaboraciones de actores, artesanos o dise?adores de vestuario. Y todo, para ense?ar la historia de manera diferente haci¨¦ndola accesible a todos los p¨²blicos.
IPPH es, como muchas de las empresas surgidas estos ¨²ltimos a?os, hija de la crisis. ¡°Cuando todo se hundi¨®, empezamos a comernos la cabeza para ver qu¨¦ pod¨ªamos hacer. Vimos que la aplicaci¨®n de las nuevas tecnolog¨ªas al patrimonio hist¨®rico pod¨ªa ser una buena salida para trabajar y seguir innovando, aportando nuestros conocimientos y adapt¨¢ndonos a otras tecnolog¨ªas nuevas¡±, explica.
No fueron los ¨²nicos que se devanaron los sesos tratando de encontrar una salida al paro. Mayte del Pino, licenciada en Historia del Arte por la Universidad de C¨®rdoba, fue una de las afectadas por los recortes en las Administraciones p¨²blicas para las que trabajaba. En situaci¨®n de desempleo, tambi¨¦n opt¨® por apoyarse en las nuevas tecnolog¨ªas, especialmente Internet, para fundar Almagre, una oficina t¨¦cnica de patrimonio y formaci¨®n, que oferta cursos especializados basados en el software libre. Ense?anzas para postgraduado que, este curso, est¨¢n ligadas al dibujo arqueol¨®gico en 2D y 3D, desarrollos de redes sociales para el ¨¢mbito cultural y adaptaci¨®n en accesibilidad para personas con discapacidad f¨ªsica e intelectual para exposiciones. ¡°Esto ¨²ltimo, por ejemplo, es un aspecto que se escapa a la formaci¨®n de las universidades y que hemos aprovechado para impartir con la ayuda de diversos especialistas¡±, explica Del Pino.
Otra salida que no suele contemplarse en los curr¨ªculos universitarios es la estrictamente comercial. Pero esta fue la que escogi¨® la arque¨®loga Ana Valdivieso, gestora de El Collar de la Paloma, un negocio que compagina la venta de exactas reproducciones arqueol¨®gicas (mosaicos, cer¨¢mica, joyer¨ªa, bronces, esculturas y relieves de todas las culturas que han pasado por C¨®rdoba) con los cursos especializados en su propio taller de artesan¨ªa. ¡°Yo hab¨ªa visto este tipo de tiendas en otras ciudades de Italia y Grecia. Algo que no exist¨ªa en C¨®rdoba, donde la oferta para turistas se centraba en los cl¨¢sicos souvenirs¡±, destaca Valdivieso.
Ubicada en pleno centro de la ciudad y en una de las principales calles m¨¢s transitadas por los turistas, El Collar de la Paloma se nutre del trabajo de artistas locales ¡ªque siguen estrictas normas para obtener reproducciones fieles¡ª y de las producciones de su propio taller.
¡°As¨ª aplico mi formaci¨®n al negocio. Tengo el ojo ya educado para seleccionar las piezas¡±, destaca. Algunas son reproducciones de obras del Museo Arqueol¨®gico de C¨®rdoba, otras son piezas m¨¢s gen¨¦ricas que ilustran las culturas griegas, romanas, visigodas y ¨¢rabes.
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