¡°Espa?a tiene que respetar el derecho a decidir de sus naciones¡±
El presidente vasco asegura que "Catalu?a es diferente" "La meta es el derecho a decidir de manera pactada"
El lehendakari, I?igo Urkullu, es cauto al desvelar qu¨¦ se propone con su aspiraci¨®n de un nuevo estatus pol¨ªtico. Como nacionalista, aspira a una naci¨®n vasca, pero, eso s¨ª, pactada y que no ponga en riesgo el Concierto. ¡°Catalu?a es diferente¡±, dice.
Pregunta. ?Si de usted dependiera, cu¨¢l ser¨ªa la estaci¨®n t¨¦rmino de su estatus pol¨ªtico?
Respuesta. Si dependiera de m¨ª, \[la estaci¨®n t¨¦rmino\] ser¨ªa el respeto a la bilateralidad, a la proyecci¨®n exterior de Euskadi en el mundo, en Europa, desde la participaci¨®n en las tomas de decisi¨®n que correspondan a Euskadi y que configuren una relaci¨®n entre esta comunidad aut¨®noma y Navarra. Estamos viviendo la construcci¨®n de la Europa de los Estados, pero la evoluci¨®n de la econom¨ªa va a identificar otras realidades que har¨¢n trabajar en paralelo con respeto a las naciones sin Estado y que se creen comunidades como la Eurorregi¨®n. Y el respeto al derecho a decidir de manera pactada.
P. ?Cu¨¢l ser¨ªa la figura jur¨ªdica de esta aspiraci¨®n?
R. Ahora est¨¢ en estudio, y la posibilidad de la reforma de la Constituci¨®n est¨¢ en el debate entre los dos grandes partidos. Se tiene que asumir que Espa?a es una naci¨®n de naciones, igual que el Reino Unido, y que eso tiene su proyecci¨®n en el respeto de cada una de estas naciones.
P. ?Y si no hay acuerdo?
R. Abogo por el acuerdo entre diferentes. Impulsaremos una metodolog¨ªa en el Parlamento para que lo busque.
P.?La ponencia de paz es una t¨¢ctica dilatoria a expensas de lo que ocurra en Escocia o Catalu?a?
R. No. Ya hice este planteamiento cuando era presidente del PNV. Nuestra realidad es propia. Estamos marcados por la lacra del terrorismo. Como pueblo vasco tenemos nuestra implantaci¨®n en tres ¨¢mbitos jur¨ªdicos distintos y, como nacionalistas, tenemos que plantear una metodolog¨ªa propia sin mirar a otros lugares.
P.?Aflorar¨¢ el plan Ibarretxe?
R. No es el plan Ibarretxe. Puede aflorar el contenido de lo que en 2004 fue un nuevo estatuto de autonom¨ªa, aprobado por mayor¨ªa absoluta. Eran circunstancias diferentes incluso en la composici¨®n del Parlamento y el juego de la izquierda abertzale.
P. ?Se imagina como el lehendakari que convoca un plebiscito soberanista?
R. No, porque el compromiso con el que me present¨¦ era presentar un procedimiento por el que, antes de caer en la tensi¨®n de las formulaciones de cada uno, y partiendo desde la pluralidad y el rigor jur¨ªdico, se llegar¨¢ a un acuerdo en el Parlamento que sea refrendado por la sociedad vasca.
P. Cuando le aplauden porque ven sus aspiraciones distintas de las de Mas, ?le agrada?
R. No me pongo en la comparativa. Hemos hecho un recorrido que ha tenido su correspondencia en las Cortes. Hemos hecho una ley de consulta que acab¨® en el Constitucional. Ya hemos tenido esa experiencia. A diferencia de Catalu?a, tenemos que preservar lo que tenemos, una herramienta de Estado como es el Concierto. Los vascos de la Transici¨®n y dirigentes de varios partidos lo supieron trabajar. Eso tenemos que defender, es lo que nos diferencia. Catalu?a vive otra circunstancia.
P. ?Ha hablado con Mas?
R. Me cruc¨¦ un mensaje el d¨ªa de la boda de su hija hace ahora un par de meses.
P. ?Mucho tiempo, no?
R. Ha habido reuniones entre delegaciones de PNV y CiU. Nos hemos enviado mensajes y no hay problemas en la relaci¨®n.
P. ?Usted prioriza la econom¨ªa a la apuesta soberanista?
R. No. Priorizo las urgencias de la sociedad.
P. ?Ha hablado con Rajoy sobre Catalu?a?
R. No. He hablado exclusivamente de Euskadi, del Estado espa?ol, de la situaci¨®n econ¨®mica y de la Uni¨®n Europea.
P. ?Su acuerdo con el PSE es por convicci¨®n o por necesidad?
R. Yo siempre he abogado por la soluci¨®n entre diferentes. Es por convicci¨®n. Ya aspiraba a ello tras ganar las elecciones de 2009 y, como presidente del PNV, formul¨¦ al PSE el gobierno de coalici¨®n, con Ibarretxe de lehendakari, pero los socialistas ten¨ªan otra preferencia tomada.
P. ?Ha visto en el abandono del PSE de la ponencia de paz un tacticismo de Patxi L¨®pez?
R. No entiendo que se pueda hablar en los medios de comunicaci¨®n lo que no se puede hablar en la ponencia. El punto de partida no es el acuerdo; el acuerdo es el punto de llegada. No lo entiendo cuando existe un compromiso de no modificar el suelo ¨¦tico.
P. ?Pero ve a L¨®pez mirando a Madrid?
R. No por esto. No s¨¦ si condiciona o est¨¢ condicionado porque L¨®pez est¨¦ mirando a Madrid por su pretensi¨®n o por la del PSOE. En legislaturas pasadas los socialistas han sido capaces de atender la situaci¨®n de una manera mucho m¨¢s avanzada que la que tienen ahora. No s¨¦ por qu¨¦ ha habido una regresi¨®n del PSE en la cuesti¨®n de paz y de la izquierda abertzale, cuando el PSE ha pactado con Bildu en las instituciones y no ha sucedido nada. No entiendo por qu¨¦ ahora no puede haber una posibilidad de di¨¢logo dentro de una ponencia.
P. Tras este acuerdo ha aflorado el esp¨ªritu Ardanza. ?Es su referencia?
R. No, mi referencia es la de todos los lehendakaris del PNV, empezando por el lehendakari Aguirre, que supo tejer lazos de relaci¨®n entre diferentes.
P. ?Con este acuerdo se agranda la distancia con EH Bildu?
R. No. Tenemos como PNV una andadura que es propia. EH Bildu es una coalici¨®n de formaciones que todav¨ªa deber¨¢ aclarar cu¨¢l es su conformaci¨®n definitiva tras la legalizaci¨®n de Sortu. La propia izquierda abertzale es quien, en el ¨¢mbito socioecon¨®mico, ha marcado una diferencia radical con la situaci¨®n actual y todav¨ªa no ha concretado cu¨¢l es su objetivo pol¨ªtico institucional.
P. ?Tanto le cuesta a la izquierda abertzale deslegitimar a ETA?
R. Parece que s¨ª. Hay momentos en los que estamos como si fuera la yenka. Ha tenido posicionamientos p¨²blicos que indicaban una esperanza de compromiso claro en la revisi¨®n cr¨ªtica del pasado y con respecto a ETA. Creo que van avanzando, pero la cultura dentro de ese mundo de no entender que la sociedad o los partidos hagan ver que esto ha sido una humillaci¨®n de la izquierda abertzale les condiciona el paso que tengan que dar.
P. La ponencia de paz est¨¢ inerte y su propio plan de paz no despierta adhesiones. ?Qu¨¦ le pasa a este pa¨ªs?
R. Pasa que la sociedad va por delante de los partidos. No creo que la sociedad haya pasado p¨¢gina de ETA ni que sea amn¨¦sica, sino que necesita refuerzos de lo que han sido las v¨ªctimas, su resarcimiento y los derechos humanos. La sociedad vive una convivencia m¨¢s normalizada, pero los partidos seguimos en el c¨¢lculo electoralista, en la utilizaci¨®n de las v¨ªctimas, en la pol¨ªtica de trincheras.
P. ?Sabe hacia d¨®nde va ETA?
R. Inexorablemente hacia el desarme. Estamos en un tiempo de inc¨®gnita sobre c¨®mo puede ser el desarme antes de su disoluci¨®n o desaparici¨®n. Desde la izquierda abertzale, hablan de constituirse en una organizaci¨®n civil...
P. ?Les cuesta convencerles?
R. Estimo a los que est¨¢n haciendo esfuerzos en la izquierda abertzale, pero no s¨¦ lo que es convertirse en una organizaci¨®n civil existiendo un partido como es Sortu. Es un debate para iniciados, aunque la exigencia del desarme y la disoluci¨®n es clara.
P. ?Por qu¨¦ Rajoy le atiende tan poco?
R. No me atiende poco, me responde poco. No encuentro respuestas, pero espero que cambie.
P. ?Cu¨¢l ser¨ªa la clave?
R. Las circunstancias que el propio Rajoy vive. La influencia de la opini¨®n en Madrid de lo que pueda significar cesi¨®n de derechos hist¨®ricos o de insulto a las v¨ªctimas. Yo le digo que soy consciente de esa presi¨®n, pero quien realmente vive la no normalizaci¨®n es Euskadi y merecemos poder avanzar en una relaci¨®n pol¨ªtica normalizada.
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