La juventud de la madurez

Hace 8 d¨ªas que el maestro Fr¨¹hbeck de Burgos cumpli¨® 80 a?os. Nadie lo dir¨ªa viendo la energ¨ªa que despliega dirigiendo y la entrega con la que se vuelca en los ensayos. Parece uno de esos j¨®venes que salen del Sistema venezolano a comerse el mundo. La orquesta de la Comunidad de Madrid y el coro del teatro de La Zarzuela se transfiguraron ante tal inyecci¨®n de vitalidad y consiguieron una prestaci¨®n art¨ªstica asombrosa, tanto en los cinco n¨²meros de la suite Iberia orquestados por el propio director, como en la versi¨®n en concierto de la zarzuela La tempranica.

En los planteamientos musicales, el maestro no se anda con rodeos. Cree profundamente en lo que hace y as¨ª lo manifiesta. La m¨²sica espa?ola suena precisamente a eso, a espa?ola por todos lo poros. Sin complejos, con grandeza. A Mar¨ªa Jos¨¦ Montiel le viene como anillo al dedo este tipo de acercamiento, porque ella es una cantante racial, y asi su emotiva romanza Sierras de Granada son¨® con fuerza y empuje. La soprano argentina Virginia Wagner lidi¨® con la memoria hist¨®rica en La tar¨¢ntula, saliendo airosa.

Carlos Bergasa, Juanma Cifuentes y el resto del reparto se integraron con homogeneidad en el impulsivo desarrollo musical. Y los coros, brillantes ya desde el de los cazadores del comienzo, que recuerda curiosamente los de El cazador furtivo, de Weber. La concentraci¨®n de la orquesta estuvo a la altura de su complicidad con el maestro. Era un d¨ªa para la sonrisa y los m¨²sicos la practicaban con una alegr¨ªa como raras veces se ve. El ¨¦xito fue apote¨®sico. El teatro de La Zarzuela no ha podido inaugurar mejor su temporada l¨ªrica. Recuperando para la ciudad donde tantos a?os ha trabajado a un gran maestro. Un maestro sin blandenguer¨ªas, con seguridad, arrollador. De 80 a?os. Incre¨ªble.