Un antiguo almac¨¦n para la cultura alternativa y pensamiento cr¨ªtico
Un viejo edificio de la estaci¨®n de tren de A Coru?a acoge un nuevo espacio cultural underground
A Casa Tomada es un lugar ocupado por cosas como un concierto de math rock instrumental, un taller de arte urbano y la proyecci¨®n de un documental sobre el carnaval uruguayo. No es un gran museo, ni un teatro al uso, ni una sala de conciertos; es todo eso a la vez y algo m¨¢s. Tampoco acoge a artistas consagrados, al menos no a nivel masivo, sino que apuesta por lo que transcurre al margen de los canales comerciales. Se trata de un nuevo espacio para la cultura alternativa y el ocio creativo, autogestionado y sin ¨¢nimo de lucro radicado en A Coru?a.
¡°Queremos salir de la hosteler¨ªa y de la financiaci¨®n p¨²blica, que tan atrapadas tienen a las artes ¨²ltimamente¡±, resume Oscar G¨®rriz, uno de los promotores. El proyecto, en el que trabajan desde marzo una decena de personas vinculadas al mundo de la creaci¨®n, se asienta en un viejo almac¨¦n de la estaci¨®n de tren de San Crist¨®bal. Para poder rehabilitarlo y abonar al Adif el alquiler buscaron financiaci¨®n a trav¨¦s de crowfounding; consiguieron cerca de 4.800 euros, cuando solicitaban 3.000. Seg¨²n Oscar G¨®rriz, este grupo de creadores toma el papel de ¡°esos seres extra?os¡± que asoman en el cuento de Julio Cort¨¢zar que da nombre a la iniciativa. En ese relato, (aviso, spoiler) una pareja de hermanos burgueses y rentistas se ve impelida a salir de su infrautilizada casa ante la supuesta presencia de unos enigm¨¢ticos entes que toman el edificio. ?ngela Blanco, otra de las involucradas, le da una vuelta a la idea y propone que la ciudadan¨ªa asuma ahora ese rol y sea la que tome el espacio que ellos recuperaron del desuso. De hecho, la imbricaci¨®n con el populoso barrio que rodea la estaci¨®n es una de las claves de su discurso. El objetivo es que la gente participe activamente, que no sea mera receptora pasiva de las propuestas que all¨ª se exhiben, incluso que explore sus propias capacidades art¨ªsticas. As¨ª, para entrar hace falta hacerse socio -prometen agilidad y el m¨ªnimo papeleo-, aunque solo una parte de las actividades son de pago, como los conciertos o los ciclos de cine que exijan pagar por la licencia. Eso s¨ª, el precio no excede en ning¨²n caso los cinco euros.
En este sentido, ?ngela Blanco incide en el componente ¨¦tico y pol¨ªtico de un espacio que pretende ser un n¨²cleo ¡°de resistencia activa, de generaci¨®n de discursos art¨ªsticos y de pensamiento cr¨ªtico¡±. Su compa?ero completa la reflexi¨®n definiendo el proyecto como ¡°l¨²dico pero consciente¡±. En esa filosof¨ªa tambi¨¦n tiene su papel la ¡°generaci¨®n de h¨ªbridos¡± entre las distintas disciplinas art¨ªsticas, aprovechando que en el equipo hay m¨²sicos, creadores audiovisuales, gente de la danza y del teatro, etc. En su calendario para las pr¨®ximas fechas figura, por ejemplo, Unicornibot, que este s¨¢bado presentan su recent¨ªsimo 'Mambotr¨®n!'. El pr¨®ximo jueves 17 acoge la obra teatral 'Koum Yaba', en la que Kassem Istanbouli presenta en formato de comedia tr¨¢gica la historia del pueblo palestino desde 1948. Tres d¨ªas despu¨¦s se celebrar¨¢ el foro social de A Casa Tomada, centrado en la propiedad en mano com¨²n y el lunes siguiente, d¨ªa 21, un concierto de dos bandas rock suecas, Mother of God y Mushroom Caravan Overdrive.
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