Baltar lleva como testigos a presuntos enchufados para negar el enchufismo

El expresidente de la Diputaci¨®n y del PP de Ourense Jos¨¦ Luis Baltar se defender¨¢ de la acusaci¨®n de enchufismo ¡ªun delito de prevaricaci¨®n que le imputa el juez instructor de la causa abierta contra ¨¦l a instancias del PSdeG y del Ministerio Fiscal¡ª presentando al juicio en el que comparecer¨¢ como acusado una larga lista de testigos denunciados igualmente como enchufados por la oposici¨®n en el organismo provincial. Los letrados que asisten a Baltar basar¨¢n su defensa en el testimonio de los 14 alcaldes de la provincia ¡ª-una gran parte de ellos con hijos o parientes directos colocados en la instituci¨®n provincial¡ª que en el entorno del congreso provincial del PP que gan¨® su hijo le ¡°reclamaron¡±, seg¨²n sostiene ¨¦l y negaron buena parte de ellos en la fase de instrucci¨®n, 104 empleados que no tuvo reparo en contratar a dedo, sin convocar concurso p¨²blico. Junto a los alcaldes, la defensa del cacique ourensano cita como testigos a los presidentes de tres mancomunidades dirigidas tambi¨¦n por el PP y a los siete enchufados a los que el juez Leonardo ?lvarez cit¨® aleatoriamente a declarar en la fase de instrucci¨®n antes de concluir que Baltar coloc¨® en la Diputaci¨®n ¡°a quien le vino en gana¡±.

?El escrito de defensa que los letrados de Baltar registraron el pasado d¨ªa 10 en el juzgado niega la mayor. ¡°Poco o nada de lo expuesto se corresponde con la realidad¡±, sostienen los abogados, quienes Baltar rechazan el ¡°extenso relato de hechos que se expone en cada uno de los escritos de acusaci¨®n¡± para sustentar la responsabilidad penal del extodopoderoso bar¨®n del PP gallego sobre el centenar largo de enchufados en la Diputaci¨®n el entorno del congreso provincial del PP, celebrado a finales de enero de 2010, que puso a su primog¨¦nito al frente del partido en la provincia consolidando as¨ª la sucesi¨®n din¨¢stica. Los enchufes pretend¨ªan asegurarse el apoyo a Baltar hijo de los delegados al congreso frente a un candidato rival.

La defensa de Baltar insiste en cargar sobre los t¨¦cnicos de la instituci¨®n provincial ¡ªtambi¨¦n en su mayor¨ªa hijos de destacados cargos del PP¡ª la responsabilidad que el juez instructor, el fiscal y la acusaci¨®n particular le imputan a ¨¦l. Seg¨²n consta en el escrito de defensa, en aquel primer trimestre de 2010 el ahora retirado Jos¨¦ Luis Baltar no tuvo m¨¢s remedio que colocar en la Diputaci¨®n a un centenar de personas afines. El expresidente ¡°hubo de resolver las constantes y reiteradas demandas de personal procedentes de los distintos servicios del propio organismo, as¨ª como dar cobertura a las diferentes peticiones que, bien desde los ayuntamientos de la provincia, bien desde los entes aut¨®nomos del mencionado organismo, interesaban de forma urgente la contrataci¨®n de personal laboral¡±.

Para cumplir con esa ¡°urgencia¡±, el cacique firm¨®, sostienen sus abogados, los decretos ¡°prerredactados por los servicios de la Diputaci¨®n¡± y ¡°tramitados por el departamento de Recursos Humanos¡± de la misma instituci¨®n. Precisa la defensa de Baltar que el secretario de la instituci¨®n, Francisco Cacharro Gosende, ¡°aval¨® la adecuaci¨®n de la decisi¨®n a la norma¡±.

Reconociendo que los contratos se hicieron a dedo, los letrados del expresidente ourensano cargan la responsabilidad sobre ¡°los correspondientes servicios de la instituci¨®n¡±. Sostiene la defensa de Baltar que este ¡°no ten¨ªa la obligaci¨®n de controlar o supervisar la adecuada tramitaci¨®n al estar confiada esta labor a los propios servicios administrativos¡± de la Diputaci¨®n que ¨¦l presid¨ªa. De esta forma, trasladan la responsabilidad de la contrataci¨®n de forma arbitraria y caprichosa que le imputa el juez instructor. ¡°Am¨¦n de ignorar el tr¨¢mite¡±, el exbar¨®n del PP gallego ¡°tampoco ten¨ªa la obligaci¨®n de supervisar la adecuada tramitaci¨®n¡±, sostiene su defensa.

En el escrito registrado por sus letrados, Baltar no solo se pone al margen de cualquier competencia en la instituci¨®n que presidi¨® con absoluto poder durante dos d¨¦cadas largas, sino que niega adem¨¢s la existencia de la prevaricaci¨®n que le imputan ¡ªla traslada a sus empleados- y, en consecuencia, su responsabilidad penal. La defensa insiste en pedir la libre absoluci¨®n.