Una pol¨ªtica energ¨¦tica de amiguetes
Si hubiera sido Fraga Iribarne se hubiera ba?ado en las aguas de Fukushima, pero nuestro Rajoy es mucho menos aventurero y se qued¨® a 60 kms para decir ¡°aqu¨ª no pasa n¨¢¡±. Su gesto simb¨®lico a favor de la energ¨ªa nuclear est¨¢ acompa?ado por una nueva ley fiscal que exonera a la central de Garo?a del pago de 154 millones de euros con destino al tratamiento del combustible nuclear. Esa obsesi¨®n por soluciones del pasado contrasta con los datos: en el a?o 2012 la energ¨ªa nuclear solo produjo el 4,5% de la energ¨ªa mundial, muy lejos del 6% que lleg¨® a representar en sus mejores momentos y la francesa EDF reconoce que sus nuevos reactores necesitan un precio garantizado de 100 euros/Mwh, casi el doble que el actual precio de mercado (55€/Mwh) y mucho m¨¢s alto que el precio actual de la energ¨ªa e¨®lica (80€/Mwh). La decisi¨®n de Aznar de proteger a las el¨¦ctricas convencionales de los efectos de la liberaci¨®n del mercado ha supuesto un caos en el mercado el¨¦ctrico y una elevaci¨®n de las tarifas demencial, sin que haya bases para esperar un cambio de tendencia en los precios.
Eso afecta claramente al futuro de las industrias altamente consumidoras de electricidad como la siderurgia vasca, que ve en peligro su subsistencia por la p¨¦rdida de competitividad derivada de esas tarifas. El problema no es sencillo de resolver. En lo que llevamos de siglo, la demanda de energ¨ªa mundial se ha disparado como consecuencia de la incorporaci¨®n de los pa¨ªses emergentes a la econom¨ªa industrial. Eso ha puesto en tensi¨®n a los productores que han reaccionado subiendo los precios para poner en explotaci¨®n nuevos recursos convencionales. Pero no todos los combustibles f¨®siles han respondido por igual y s¨®lo quienes han apostado por el carb¨®n y el gas pizarra han podido contener algo mejor los precios en estos a?os. Y eso les ha posibilitado atraer empresas de otros pa¨ªses, como es el caso de EE UU, cuya precio de gas es ahora cinco veces menor que en Europa. La tendencia al alza de costes energ¨¦ticos solo puede venir de las energ¨ªas renovables, por su capacidad tecnol¨®gica de bajar costes, aunque para eso haya que subvencionarlas durante los primeros a?os.
El precio de los paneles
Pero el Gobierno Rajoy no quiere enfrentarse a las empresas tradicionales y prefiere seguir una pol¨ªtica de ¡°amiguetes¡± que no apuestan por el cambio. No solo ha sido incapaz de reordenar el sector para que los costes actuales el¨¦ctricos sean lo mas competitivos posible, sino que ha desencadenado una guerra total a las nuevas fuentes de energ¨ªa renovables. Hoy, en los sitios soleados de Espa?a, es perfectamente posible para un particular producir energ¨ªa fotovoltaica sin subvenci¨®n alguna y a precio similar a la que le cuesta comprarla en el mercado. Eso se debe a que los precios de los paneles solares se han dividido por diez en lo que va de siglo y siguen bajando.
Por eso, pa¨ªses como Alemania han legislado permitiendo a los autoconsumidores que viertan la energ¨ªa fotovoltaica que les sobra en ciertos momentos a la red el¨¦ctrica, para recuperarla en los momentos que no producen lo suficiente. Pero esta pol¨ªtica inteligente perjudica a las compa?¨ªas tradicionales que perder¨ªan millones de clientes y por eso el Gobierno Rajoy se ha opuesto a esta inteligente medida As¨ª que tras haber sido incapaz de resolver el sudoku el¨¦ctrico por miedo a incomodar a los ¡°amiguetes¡± y tras cerrar el paso a las nuevas energ¨ªas que tienen la funci¨®n de frenar la escalada futura de costes de los escasos recursos f¨®siles, este Gobierno condena a la industria pesada a tener que combatir sin esperanza contra los competidores que disponen de mejores expectativas energ¨¦ticas, fundamentalmente EE UU y Alemania. Me temo que la Mesa creada entre Gobierno vasco y siderurgistas va a ser incapaz de encontrar soluciones reales al problema y que veremos nuevos cierres de siderurgias vascas. Ser¨ªa bueno estar equivocado.
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