¡°Fraga era facha con sentido de Estado; Feij¨®o, solo un testaferro de la troika¡±
Beiras pide a su militancia que deje de ¡°perder energ¨ªa¡± en discusiones internas ¡°Galicia es un cuerpo decapitado. Aqu¨ª el poder es virtual¡±
Anova naci¨® en 2012 para romper con esa forma de hacer pol¨ªtica que ha extendido el desencanto y la desconfianza hacia los partidos. Xos¨¦ Manuel Beiras (Santiago, 1936), el tutor de la criatura, admite que la infancia de la organizaci¨®n est¨¢ siendo convulsa por lo heterog¨¦neo de su militancia. Fuera todo va muy r¨¢pido. La formaci¨®n asegura tener un sondeo que le da 300.000 votos. Beiras pide a su militancia que deje de ¡°perder energ¨ªa¡± en discutir sobre la vida interna para empezar a trabajar ¡°para los ciudadanos¡±.
Pregunta. ?Qu¨¦ diferencias ve entre la Galicia de Feij¨®o y la de Fraga?
Respuesta. Fraga fue un virrey enviado a esta colonia fisterr¨¢, en connivencia con el Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez, para amansar a los d¨ªscolos de la derecha, para construir el PP en Galicia. Era un facha pero ten¨ªa una envergadura pol¨ªtica de hombre de Estado, aunque con una visi¨®n antit¨¦tica a la m¨ªa. Cuando fue avanzando la situaci¨®n, se fue encontrando con contradicciones. ?l quer¨ªa poner a Galicia al nivel de Euskadi y Catalu?a conforme a la Constituci¨®n, no por Galicia sino por su ego personal. Quer¨ªa ser el Pujol de Galicia. Pero se top¨® con conflictos con su partido. En las conversaciones que tuve con ¨¦l en 2001, cuando le ped¨ªa que diera pasos en mis demandas porque me estaba quemando, se sincer¨®: ¡°No puedo. Tengo serios problemas con la direcci¨®n del partido¡±.
P. ?Y Feij¨®o?
R. Este ni autonom¨ªa ni nada. Como un cipayo, est¨¢ al servicio de lo que le manden desde La Moncloa, que a su vez hace lo que le manda la UE. Est¨¢ dinamitando las propias instituciones, vaciando de contenido el Estatuto y convirtiendo el Parlamento en la selva del se?or. ?Por qu¨¦? Porque no tiene proyecto, tiene una carrera personal e intereses de c¨ªrculos amigos. Y lo hace mintiendo sistem¨¢ticamente. Fraga ment¨ªa en el trasfondo pero era lo suficientemente listo para no anunciar un compromiso que sab¨ªa que no pod¨ªa cumplir. La indecencia de N¨²?ez, de su equipo y de la mayor¨ªa del grupo parlamentario es un pozo sin fondo.
P. La estructura de poder de la Galicia de Fraga y Touri?o est¨¢ hundida: las cajas no financian, las grandes empresas agonizan y los medios est¨¢n debilitados. ?Qui¨¦n manda ahora?
R. Los medios est¨¢n sometidos al chantaje y son c¨®mplices de un poder canalla. Aqu¨ª manda la troika. El poder en Galicia es virtual: el Parlamento est¨¢ sometido al dictado de la Xunta y esta ejecuta consignas que van contra la ciudadan¨ªa gallega. Feij¨®o es solo un testaferro. Aqu¨ª no hay poder, y el que podr¨ªa haber en la sociedad, en los grupos empresariales, est¨¢ volatilizado. La quiebra de Pescanova, la absorci¨®n de Fenosa¡ Galicia es un cuerpo decapitado. Quedan los ciudadanos, presionados para convertirse en esclavos.
P. ?Son recuperables las instituciones?
R. No. Tiene que haber un nuevo r¨¦gimen pol¨ªtico, una remuda constitucional que solucione los problemas que tiene el Estado espa?ol desde el siglo XVI: que somos cuatro naciones [Galicia, Euskadi, Catalu?a y Espa?a] que deben tener libre decisi¨®n y que hay que decidir si cada una se convierte en un Estado o se cierra un pacto confederal. Pero se est¨¢ cocinando una segunda edici¨®n del fraude de la Transici¨®n de 1977. Se est¨¢ cocinando un relevo del Rey y alg¨²n retoque para tener 30 a?os m¨¢s de monarqu¨ªa y ajustarse a lo que impone la UE con modificaciones que la hagan m¨¢s asumibles ante la ciudadan¨ªa.
P. ?Puede triunfar esa cocina?
R. S¨ª, si no se extiende la rebeli¨®n c¨ªvica. Las fuerzas nacionalistas de izquierdas y la izquierda rupturista tenemos que unirnos a los sectores combativos de la ciudadan¨ªa y ser portavoces del proceso. Pero si consiguen aplastar y agotar a esos sectores, no se podr¨¢ hacer. Es lo que est¨¢ en juego.
P. ?Por qu¨¦ no se produce un estallido social?
R. El poder utiliza despiadadamente la represi¨®n y la intoxicaci¨®n. Y juega al desgaste. La gente que se moviliza tiene que trabajar, no es un ej¨¦rcito pagado, y enfrente tienen mercenarios. Por otro lado, hay ciudadanos que no tienen esperanza y adem¨¢s tampoco se ha llegado al nivel de Grecia. Esta combinaci¨®n lo explica.
P. ?Cambi¨® en algo el Beiras del BNG y el Beiras de Anova?
R. Claro. Por la acumulaci¨®n de la experiencia, sobre todo por esos fracasos y batallas perdidas que procuro que me sirvan de lecci¨®n. No cambi¨® el Beiras en su n¨²cleo. Soy el mismo que hace 30 a?os pero no el mismo que hace 50, me he hecho m¨¢s radical a medida que he avanzado en edad. La mayor¨ªa de mis convicciones las perd¨ª, pero las que conservo son mucho m¨¢s firmes y rotundas. Siempre fui un nacionalista un poco especial porque nunca, al menos desde los setenta, cre¨ª que la liberaci¨®n nacional resolviese los problemas por s¨ª sola. Est¨¢ tambi¨¦n la liberaci¨®n social. Hay que combinar el eje de la izquierda, de los derechos sociales de las clases trabajadoras, con el eje de la soberan¨ªa nacional. Ah¨ª viene una divergencia con el Bloque actual y de los ¨²ltimos tiempos, con ese discurso, ya expl¨ªcito con [Anxo] Quintana, de que no hay izquierda o derecha, que hay nacionalismo. Es un error muy grave. Por eso Anova lanza una propuesta de pasar la frontera del nacionalismo. Si hay que romper el r¨¦gimen, hay que operar con la izquierda rupturista espa?ola.
P. ?C¨®mo va la conformaci¨®n de esa nueva cultura pol¨ªtica que promete Anova?
R. Es muy dif¨ªcil. Naci¨® de un proceso muy abierto, con asambleas locales que solo ten¨ªan dos premisas: soberan¨ªa nacional e izquierda de ruptura. El contingente de ciudadanos que se incorpor¨® es muy heterog¨¦neo. Hay quien no cree en los partidos y otros procedemos de disciplinas partidarias. Estos ¨²ltimos tenemos h¨¢bitos adquiridos, que adem¨¢s se contaminaron por los procesos de deterioro de esas fuerzas pol¨ªticas. Eso hay que superarlo. Es un proceso con muchas contradicciones y problemas. Conseguimos salvar la fase m¨¢s dif¨ªcil de su infancia, pero ahora tenemos que hacer, por ejemplo, que se respeten nuestros principios ¨¦ticos. Hay militantes que no lo hacen.
P. ?Por ejemplo?
R. Aparecen cosas en Internet, agresiones verbales... Tampoco puede ser que el proyecto com¨²n sea un mosaico de proyectos espec¨ªficios ni que un grupo considere que su proyecto es el com¨²n.
P. ?Por eso decidi¨® seguir como portavoz nacional?
R. Claro. Lo que intento hacer es ejercer una autoridad para ayudar a resolver estas dial¨¦cticas pero no quiero poder. Llevamos un a?o dedicando muchas energ¨ªas a debatir de nosotros mismos y Anova naci¨® para trabajar para los ciudadanos. Hay que estar en las instituciones, pero el centro de gravedad es la sociedad civil.
P. Pero esto va r¨¢pido. Las encuestas los acercan a cargos de poder. ?Est¨¢n preparados?
R. No, no tenemos un programa de gobierno, pero s¨ª cuadros. Lo necesario es que esos cuadros trabajen como un equipo y no pierdan las energ¨ªas en la vida interna. Un compa?ero dec¨ªa: ¡°Roma arde y nosotros discutimos de qui¨¦n son las mangueras¡±.
P. ?Hay peligro de que Anova fracase?
R. S¨ª, evidentemente, incluso en la actualidad hay mortalidad infantil... Pero lo fundamental es que la militancia ejerza como tal, que los debates sean los temas del trabajo que hay que hacer. Si no, hay gente que no participar¨¢ y dir¨¢: ¡°Para discutir sobre nosotros no voy¡±. Eso pasa mucho en las fuerzas pol¨ªticas pero lo que queremos es que en Anova no pase. Con todo, estamos en condiciones de afrontar retos electorales.
P. ?Habr¨¢ frente amplio para las europeas?
R. Izquierda Unida ha dado pasos. Una mayor¨ªa est¨¢ a favor de asumir que en el Estado hay cuatro sujetos pol¨ªticos y una ruptura contra el neoliberalismo. Pero otra cosa es llevarlo a la pr¨¢ctica. Si se logra un acuerdo para una gran coalici¨®n con estas bases, PP y PSOE pueden quedar en minor¨ªa y no llegar al 50% de votos. Se pondr¨ªa en evidencia que no representan el sentir mayoritario.
P. ?Da por imposible que el BNG se una?
R. No. El proceso va a favor de nuestras tesis. En julio el BNG nos dec¨ªa que todas las fuerzas nacionalistas de izquierda del Estado estaban por una coalici¨®n electoral. Hoy eso ya no lo pueden dar por seguro.
P. ?Va a afectar a sus contactos con IU la negativa de la candidata de EU a ceder su esca?o a Anova?
R. No, ni siquiera afecta a AGE. Es un problema de EU pero que no cre¨® EU y que intenta resolver.
P. ?Por qu¨¦ ella debe dejar su esca?o si los cargos de Anova no lo hicieron al salir del BNG?
R. Es un acuerdo entre dos fuerzas pol¨ªticas, no tiene que ver con el caso de militantes que se marchan de una organizaci¨®n.
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