Peine y desali?o
Arreglo del repertorio de Kiko Veneno con cuerdas en una reelectura diferente de su m¨²sica callejera
El embate tiene bemoles: peinar a un p¨ªcaro. ?Sienta bien el peine a un cabello enmara?ado que connota personalidad mediante la mara?a? Ra¨²l Fern¨¢ndez, Refree, sostiene que s¨ª, y ha arreglado el repertorio de Kiko Veneno con cuerdas en pos de una reelectura diferente de su m¨²sica callejera.
El resultado, presentado en un ciclo que estimula los cruces de caminos, Connexions, comenz¨® quitando la raz¨®n al peine y concluy¨® congraciando a la mara?a con un domador que ya no quiso imponerse sino acompa?ar. De esta manera el concierto fue de menos a m¨¢s y el resultado global de la iniciativa satisfizo. Sin hacer olvidar el desali?o.
KIKO VENENO & LES CORDES DEL M?N
Sala Apolo
Barcelona
7 Noviembre 2013
El embate tuvo arrestos. No se trat¨® de una escueta secci¨®n de cuerda, sino de todo un conjunto de cuerda apoyando al grupo al completo de Kiko. ?ste comenz¨® algo inseguro, quiz¨¢s abrumado por el peso de tanta cuerda dando un aire m¨¢s suntuoso a una m¨²sica de pillastre impropia para salones y cortinas. Y eso que Lobo L¨®pez, primera pieza, salv¨® el matrimonio entre cuerda y grupo de manera solvente. Pero no fue hasta que Kiko se qued¨® solo con su grupo, con la confianza que esto le aport¨®, que el concierto no se enderez¨®.
La reaparici¨®n de la cuerda, mucho mejor cuando ¡°solo¡± apoyaba mel¨®dicamente las canciones -Estaba lloviendo o Los planetas-, ya se aposent¨® en un repertorio delicioso que acompa?o al concierto hasta su final con una toma ins¨®lita de Catal¨¢n fino luego de una buena adaptaci¨®n de la maravillosa La casa cuartel, pieza que no suele aparecer en todos los conciertos del andaluz de Figueras.
As¨ª pues la actuaci¨®n tuvo dos partes separadas por el oasis de Kiko solo con su banda o apoyado con trompeta, La vida es dulce, o con viol¨ªn, Dice la gente. Queda en el aire la duda de si los temas de Kiko no ganar¨ªan enteros con un grupo reducido ¨Cpercusi¨®n, bajo ac¨²stico y guitarra- y con una secci¨®n de cuerda igualmente escueta, quiz¨¢s reforzada por alg¨²n metal inopinado, pero esto entra en el cap¨ªtulo de la especulaci¨®n y de los gustos personales. Lo cierto es que el pillo no acab¨® repeinado, lo que muestra la buena traza de Ra¨²l, y la vivacidad callejera de Kiko palpit¨® en sus canciones. Otra cosa es pensar hasta qu¨¦ punto la hermosura del desali?o ¨ªntimo, gran activo de Kiko, necesita precisamente ese fijador.
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