CUP: repolitizar la pol¨ªtica
En el ¨²ltimo debate de investidura, el portavoz de la Candidatura d¡¯Unitat Popular-Alternativa d¡¯Esquerres, David Fern¨¢ndez, acab¨® su intervenci¨®n citando a Hannah Arendt cuando afirmaba que la dignidad, la constancia y cierto coraje es lo que construye la grandeza de la humanidad a lo largo de los siglos. Desde aquel primer discurso hasta hoy, la CUP ha realizado un excelente trabajo parlamentario y se ha convertido en el partido revelaci¨®n de este primer tramo de la d¨¦cima legislatura catalana. El ¨¦xito no solo ha sorprendido a los catalanes, sino tambi¨¦n a la propia empresa (o, mejor, a la propia asamblea), y la clave de su progresi¨®n ha sido, precisamente, la dignidad, la constancia y el coraje que en todo momento han demostrado sus representantes en el Parlament.
Cuando hace un a?o la CUP se estren¨® en la c¨¢mara catalana, predominaron dos tipos de reacciones: los que miraban tiernamente y con cierta indulgencia a sus tres representantes, y los que los miraban de reojo temiendo sus travesuras parlamentarias. En cambio, en pocos meses han demostrado que el radicalismo reivindicativo es perfectamente compatible con un trabajo parlamentario riguroso y con el respeto a las instituciones pol¨ªticas y a las reglas del funcionamiento parlamentario. Para muchos catalanes ha sido una grata sorpresa constatar que la izquierda radical de liberaci¨®n nacional, en su versi¨®n institucional, no se ha limitado a proclamar simples consignas triviales, sino que en todas las comisiones parlamentarias y en las sesiones plenarias ha realizado elaboradas argumentaciones con un s¨®lido trasfondo te¨®rico y un buen nivel cultural.
La actividad parlamentaria de la CUP ha generado efectos positivos para los movimientos sociales y los espacios de protesta que representan
La actividad parlamentaria de la CUP ha generado efectos muy positivos para los movimientos sociales y los espacios de protesta que representan. La lucha de sus diputados en contra de los desahucios, de las balas de goma, del fracking, de la corrupci¨®n, de la mafia financiera, de la ¡°deudocracia¡± o de una Uni¨®n Europea antisocial ha calado en la opini¨®n p¨²blica catalana. Los representantes de la CUP han trasladado a la c¨¢mara catalana el vocabulario y las consignas de los movimientos sociales (insumisi¨®n, cooperativismo, econom¨ªa social, finanzas ¨¦ticas, ruptura democr¨¢tica, ¨¦lites extractivas, omert¨¤¡), han recuperado oportunamente conceptos en desuso como el de lucha de clases sociales y han sacudido consciencias ciudadanas y parlamentarias promoviendo debates sobre el modelo capitalista, la desobediencia civil, la corrupci¨®n pol¨ªtica o la cultura del pacto en Catalu?a. Cabe destacar tambi¨¦n que los discursos de los diputados de la CUP son muy prol¨ªficos en citas y la primera que mencionaron, al inicio del debate de investidura, fue de Agust¨ªn de Hipona para denunciar un mundo gobernado por ladrones y piratas, aunque causaron mayor asombro las referencias a Bergoglio y a la enc¨ªclica Rerum Novarum.
Muchos pronosticaban que los diputados de la CUP se convertir¨ªan en agitadores desubicados en un parlamentarismo institucionalizado, en un tr¨ªo de frikis del extremismo independentista de izquierdas o en fan¨¢ticos de un discurso populachero, altivo y grosero. Todo lo contrario. Sus disertaciones reh¨²yen la moda actual de la arrogancia, el griter¨ªo y el titular f¨¢cil, y consiguen armonizar su ADN radical, afortunadamente amparado por la inviolabilidad parlamentaria de sus emisores, con un tono educado, civilizado, tranquilo y modesto (incluyendo el simb¨®lico e incomprendido episodio de la sandalia, que pretend¨ªa recordar las muertes inocentes de la guerra de Irak). As¨ª, a pesar de una coyuntura pol¨ªtica que incita a la radicalizaci¨®n de las formas de protesta, o de la presi¨®n que pueda ejercer la organizaci¨®n asamblearia para extremar el discurso, los representantes de la CUP prefieren evitar el parlamentarismo estent¨®reo, no perder el estilo ilustrado y sereno que les caracteriza y ser fieles a un comportamiento pol¨ªtico sin exabruptos que empieza a marcar la manera de proceder de la CUP en las instituciones.
Han demostrado que el radicalismo reivindicativo es compatible con un trabajo parlamentario riguroso
Un a?o despu¨¦s de las elecciones auton¨®micas de 2012, todas las encuestas coinciden en que esta tarea parlamentaria tendr¨¢ una recompensa electoral y que la CUP incrementar¨¢ notablemente el apoyo popular. Y si bien esta progresi¨®n pod¨ªa preverse justo despu¨¦s de la entrada al Parlament de la CUP, en un contexto de profunda transformaci¨®n del sistema de partidos catal¨¢n, m¨¢s dif¨ªcil era vaticinar hace un a?o que su portavoz, David Fern¨¢ndez (que es el ¨²nico de los tres diputados que aparece en las encuestas), sea hoy, seg¨²n los ¨²ltimos estudios demosc¨®picos, el segundo o el tercer l¨ªder mejor valorado de Catalu?a (aunque poco conocido todav¨ªa). Es un claro indicador de como el referente personal influye en la percepci¨®n del proyecto pol¨ªtico al que representa. La f¨®rmula CUP no es f¨¢cil: conexi¨®n con las demandas de la calle, responsabilidad social, pedagog¨ªa transformadora, fidelidad ideol¨®gica, radicalidad c¨ªvica, respeto a las instituciones democr¨¢ticas, aprendizaje permanente, humildad, honestidad y humanidad. Sin duda, un paso firme para repolitizar la pol¨ªtica.
Jordi Matas Dalmases es catedr¨¢tico de Ciencia Pol¨ªtica de la UB.
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