Una cuesti¨®n humanitaria
El expresidente Camps describi¨® al edil de Torrevieja como ¡°un ejemplo a seguir¡± y la verdad es que no pocos de los de su cuerda asumieron el consejo
En pocas ocasiones como en estos tiempos de miseria ha estado tan devaluado el prestigio de los pol¨ªticos. Sobre todo, el de los gobernantes de cualquier signo, reputados gen¨¦ricamente de incompetentes y privilegiados, cuando no de ladrones apenas presuntos. Se arguye con fundamento que las ovejas negras que colorean al reba?o, aun siendo escandalosamente numerosas -como es el caso del Pa¨ªs Valenciano-, no dejan de ser una minor¨ªa en el conjunto de la llamada clase pol¨ªtica. Pero eso s¨ª, una minor¨ªa activa e intr¨¦pida, como una mafia, tal como en ocasiones se desprende de su urdimbre, haza?as y ayudas mutuas. La justicia tiene por delante un buen tajo al que aplicarse.
La observaci¨®n viene a cuento ¨Ccomo ya se habr¨¢ adivinado- de la iniciativa suscrita esta semana por cuarenta y tantos diputados populares de las Cortes Valencianas instando el indulto para su cofrade, el exalcalde de Torrevieja, Pedro ?ngel Hern¨¢ndez Mateo, condenado a tres a?os de prisi¨®n, siete de inhabilitaci¨®n y 10.500 euros de multa por los delitos de prevaricaci¨®n y falsedad documental cometidos a prop¨®sito de la adjudicaci¨®n de la recogida de basuras, ese tr¨¢mite que en algunos municipios de la Vega Baja ha doblegado y enlodado tantas voluntades edilicias. Al parecer, los aludidos firmantes que avalaron la petici¨®n por ¡°una cuesti¨®n de humanidad¡± han reconsiderado su audacia y retirado el apoyo cuando han sido llamados al orden por el presidente del partido y de la Generalitat, lo que ha dejado bastante malparada su voluntad solidaria tanto como su gallard¨ªa. Gazn¨¢piros que son.
Los tornadizos solidarios han aducido una cuesti¨®n de humanidad, decimos, como si intercedieran por un individuo cabal maltratado por la justicia cuando en realidad se trata de un p¨¢jaro de cuidado que, ciertamente, protagoniz¨® la expansi¨®n fabulosa de su municipio, colonizado por capitales de dudosa legalidad, al tiempo que lo gobern¨® ¨Camiguismo, arbitrariedad, clientelismo- con mano de hierro entre 1988 y 2011. La democracia le era una noci¨®n lejana y la pol¨ªtica le sirvi¨® a este mancebo de farmacia para acopiar un patrimonio millonario mediante operaciones inmobiliarias especulativas non sanctas al tiempo que se enredaba en pleitos varios decantados por su autocr¨¢tico proceder. Con osad¨ªa e ignorancia alguien ha querido homologar su figura con la del creador de Benidorm, Pedro Zaragoza, que muri¨® libre de cargos y tan modesto como empez¨® su gesta.
El expresidente Francisco Camps ¨C dijo ¡°el mort al degollat¡±- describi¨® al edil de Torrevieja como ¡°un ejemplo a seguir¡± y la verdad es que no pocos de los de su cuerda asumieron el consejo y siguieron el ejemplo. Tanto es as¨ª que si la justicia no se demora demasiado ¨¦ste pol¨ªtico ejemplar que glosamos no estar¨¢ solo en el talego, pues es muy probable que pronto se reencuentre all¨ª con no pocos de sus cofrades, v¨ªctimas asimismo de la prevaricaci¨®n, esa epidemia penal que ha hecho estragos en el estamento pol¨ªtico popular con mando en plaza y en los patrimonios p¨²blicos.
Y concluyamos con una pregunta que viene al caso: ?cu¨¢ndo, demonios, acabaremos con estos privilegios anacr¨®nicos ¨Ctodos lo son en tanto que privilegios- como el tan prodigado indulto injustificado o la declaraci¨®n judicial por escrito de que gozan los pol¨ªticos? Es dudoso que la derecha aborde esta cuesti¨®n, ocupada como est¨¢ en blindarse mediante la reforma de la Ley de Seguridad P¨²blica y, adem¨¢s, no es lo suyo. El reto queda ah¨ª.
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