El radical frustrado

Francisco Fern¨¢ndez Sevilla (Berja, Almer¨ªa, 1960) se sorprendi¨® a s¨ª mismo cuando no pudo hacerle caso a su nieto tan solo dos meses despu¨¦s de haber llegado a la secretar¨ªa general de UGT en Andaluc¨ªa porque era incapaz de quitarse de la cabeza las primeras denuncias sobre irregularidades en el uso de ayudas p¨²blicas. Entonces y ahora, est¨¢ convencido de que es v¨ªctima de un ataque orquestado por la derecha contra el sindicalismo por su activa participaci¨®n en la ¨²ltima derrota electoral del PP en la comunidad andaluza frente a la izquierda y armado con informaci¨®n difundida tras la aplicaci¨®n de un expediente de regulaci¨®n de empleo en el sindicato que ha costado el puesto a 159 personas. Sus cr¨ªticos lo califican de "bicho".

Licenciado en Geograf¨ªa e Historia, casado y con cuatro hijos, milita en UGT desde los 17 a?os, donde empez¨® ligado a la Federaci¨®n de Trabajadores de la Tierra en Almer¨ªa. Como secretario de Organizaci¨®n de la anterior direcci¨®n, la que encabez¨® su amigo e hist¨®rico dirigente, Manuel Pastrana, inst¨® a los comit¨¦s laborales a que empresa por empresa hicieran campa?a en favor de la izquierda. Y fue efectiva, porque el candidato del PP en las ¨²ltimas elecciones auton¨®micas, Javier Arenas, se qued¨® en el balc¨®n sin poder desplegar la pancarta que ten¨ªa ya colgada con la palabra ¡°gracias¡±. ¡°No nos lo han perdonado¡±, ha asegurado en reiteradas ocasiones.

Fern¨¢ndez Sevilla fue aupado por su amigo Pastrana para sucederle hace menos de seis meses. Se garantizaba as¨ª una direcci¨®n leal ante una etapa que ya presupon¨ªan conflictiva y con una oposici¨®n interna latente. Desde que accedi¨® al cargo el pasado mes de mayo hizo un llamamiento a la ¡°radicalidad¡± porque entiende que no caben medias tintas en una comunidad con m¨¢s de un 30% de paro y colectivos como j¨®venes y mayores condenados a una peor vida.

V¨ªdeo: UGT Andaluc¨ªa

¡°La inmensa mayor¨ªa de los j¨®venes carece hoy de perspectiva laboral y los mayores de 50 a?os van a tener que asumir que quiz¨¢s no vuelvan a encontrar empleo¡±, justificaba. Pero no ha podido ni siquiera plantear sus primeras medidas, que inclu¨ªan la puesta en marcha de un plan de empleo urbano similar al PER rural.

Se ha visto sometido a una incesante campa?a de informaciones que han terminado por torcer el apoyo inicial que obtuvo de su m¨¢ximo responsable, C¨¢ndido M¨¦ndez. Tampoco ha obtenido cr¨¦dito del nuevo Gobierno de la socialista Susana D¨ªaz en Andaluc¨ªa.

Asegura que detr¨¢s est¨¢ la ¡°derecha m¨¢s rancia¡±, que ¡°cree en la beneficencia¡± y pretende, en su opini¨®n, que ¡°la situaci¨®n de recortes y p¨¦rdida de derechos se vea como natural y los ciudadanos seamos d¨®ciles¡±.

Todas las denuncias publicadas hasta la fecha hacen referencia a la etapa de Pastrana como secretario general, pero Fern¨¢ndez Sevilla nunca ha se?alado a su amigo, que se encuentra enfermo. Ha defendido siempre su inocencia y, ahora, asumido toda la responsabilidad.