Albert Vidal vaticina que entramos en una segunda Edad Media
El actor ha repasado este s¨¢bado su carrera en una conferencia-espect¨¢culo en la sede de Vic del Institut del Teatre bajo el t¨ªtulo 'La v¨ªa sagrada del actor'
¡°Sobre todo no pongas que es un espect¨¢culo de ¡®lo mejor de Albert Vidal¡±, insiste el irrepetible actor lanzando su caracter¨ªstica mirada hipn¨®tica, especialmente sobrecogedora pues sufre una fuerte conjuntivitis. Llevamos un rato peregrinando en busca de un lugar que le plazca para hablar de la conferencia-performance de cinco horas que ha presentado este s¨¢bado en la sede de Vic del Institut del Teatre y en la que ha repasado su asombrosa carrera bajo el t¨ªtulo La v¨ªa sagrada del actor. Vidal (Barcelona, 1946) estaba en el Pati Manning, pero se ha quedado helado, as¨ª que hemos pasado al CCCB, donde ha aprovechado para retratarse haciendo equilibrios ¡ª¡°como el fun¨¢mbulo de Genet¡±¡ª. En el bar ha declinado sentarse en la terraza al sol porque le molestaba el ruido del extractor, as¨ª que nos hemos puesto a la sombra y que sea lo que Dios quiera.
"Me sorprende c¨®mo se llega a fomentar la indignidad del ser humano¡±
Le comento que la conferencia es un poco su retorno ¡ªcomo Flotats, apunto con malicia¡ª, pero niega con la cabeza. Dice que no ha estado inactivo ni ausente y habla de sus ¨²ltimos estrenos, La locura del poder, en el festival de San Sebasti¨¢n; Silencio blanco, en el de Valladolid el a?o pasado, obras en las que contin¨²a con su evoluci¨®n interpretativa-espiritual ¡ªesa ¡°v¨ªa sagrada del actor¡±¡ª caracterizada en sus ¨²ltimas fases por la progresiva encarnaci¨®n del ¡°arquetipo del Pr¨ªncipe¡± y la consolidaci¨®n y desarrollo del ¡°movimiento tel¨²rico¡±. La ventaja de conocer desde hace mucho tiempo a Albert Vidal es que puedes digerir toda esa informaci¨®n sin pesta?ear y sin dudar de que lo que se est¨¢ tomando sea en realidad un poleo menta. ¡°Este arte (tel¨²rico) es m¨¢s bello que un simple gesto integrado en la magia del mundo, el arte sois vosotros¡±, afirma con sonsonete de letan¨ªa.
En Valladolid, 400 personas convocadas por Vidal recorrieron la ciudad en procesi¨®n flanqueados por 80 tambores de cofrad¨ªas de Semana Santa y entregados a un ¡°cortejo de miradas¡±. El montaje de San Sebasti¨¢n pretend¨ªa ¡°armonizar la sacralidad del lenguaje con la preocupaci¨®n por el momento social¡±. ?Preocupado por la crisis? ¡°Desde el punto de vista art¨ªstico me sorprende c¨®mo se llega a halagar, cultivar, fomentar la indignidad del ser humano. Me rebelo contra ello. Y en ese sentido mi trabajo tiene una actitud casi revolucionaria¡±. Como le veo lanzado le pregunto por el soberanismo, a ver si pica. Ladea la cabeza, me mira largamente y contesta: ¡°Siguiente pregunta¡±. ?C¨®mo ve las cosas? ¡°Entramos en una segunda Edad Media, habr¨¢ cuatro castillos y el resto pulularemos por caminos de bandoleros. As¨ª que es bueno volver a las preocupaciones metaf¨ªsicas y espirituales del hombre del medioevo¡±.
El ¡®show¡¯ incluye una danza en vivo y un cusc¨²s compartido con el p¨²blico
La conferencia de Vic, explica arrebuj¨¢ndose en su chaquet¨®n, surgi¨® de una llamada de Jordi Coca para que inaugurara la c¨¢tedra Xavier F¨¤bregas, creada en el centenario del Institut del Teatre en memoria de uno de sus personajes clave y con el que Vidal compart¨ªa, dice, ideas y actitudes. Se trata de una charla de cinco horas con actuaci¨®n en directo y proyecciones que muestra el singular itinerario creativo de Albert Vidal ¡°desde 1968 hasta hoy¡±. Jalonan esa trayectoria m¨¢s de 60 obras en los m¨¢s variados formatos ¡ªmontajes teatrales, exposiciones, performances, pel¨ªculas, rituales¡ª. Incluso porno, le recuerdo. ¡°Bueno, aquello fue una subperformance¡±, zanja el actor. Le pregunto por algunos hitos, como su entierro, su exhibici¨®n en el zoo o su caracterizaci¨®n de vendedor de helados, predicador o aparici¨®n, por no hablar de sus inmersiones en los chamanismos mongol o tibetano y en los ritos de posesi¨®n nigerianos y su escarbar en las ra¨ªces sagradas de la existencia mediante el estudio de las m¨¢s diversas tradiciones. ¡°En 40 a?os he ido metamorfose¨¢ndome, de un arquetipo a otro. Hay varios espect¨¢culos que han sido pal de paller, pivote, en mi trayecto. El Buf¨®n es uno. Luego da paso a la marioneta de El aperitivo, el entierro, la danza de silencio. Otro arquetipo es el hombre urbano, con los montajes que orbitaban a su alrededor, y luego alma de serpiente, con la necesidad de enterrarse, y de ah¨ª el telurismo t¨¢ntrico, el inicio del mito del advenimiento del Pr¨ªncipe como deseada evoluci¨®n del ser humano. Yo siempre he estado al servicio de un itinerario¡±.
En la conferencia, acompa?ado de dos m¨²sicos, va haciendo aparecer entre reflexiones profundas y/o risibles ¡ª¡°soy el primero en re¨ªrme de m¨ª mismo¡±¡ª todos esos arquetipos, en fragmentos, clips, de actuaciones ¡ªen directo o grabadas¡ª, ¡°reactuaciones¡±, con un reset de 10 minutos entre ellos. El show incluye una danza en vivo y acaba con un cusc¨²s compartido con el p¨²blico. Es posible que haya canto tel¨²rico coral, ¡°lo dejo ad libitum¡±.
Vidal se ve a s¨ª mismo como ¡°un monje que baja de las monta?as y arroja su grano de reflexi¨®n para desaparecer de nuevo, evitando quedar atrapado en las redes del mundo, y seguir manteniendo la vista del ¨¢guila, bueno mejor pon el halc¨®n, que queda menos ampuloso¡±. El actor considera que siempre ha ido ¡°30 a?os por delante¡± como ¡°punta de lanza de la vanguardia teatral del pa¨ªs¡±. ?No es cansado eso? ¡°No, no, si la energ¨ªa es justa no hay esfuerzo¡±.
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