El gal¨¢pago europeo nada en aguas revueltas
La Comunidad ha cortado este a?o la financiaci¨®n para su cr¨ªa en cautividad
Tranquilo y amante de las aguas limpias, el gal¨¢pago europeo (Emys orbicularis), en peligro de extinci¨®n, sobrevive a duras penas en la regi¨®n madrile?a. Aunque no hay un censo, la Asociaci¨®n Herpetol¨®gica Espa?ola (AHE) calcula que quedan menos de 1.000 ejemplares, repartidos en 10 poblaciones sin conexi¨®n entre s¨ª, que viven en charcas y lagunas de la sierra del Guadarrama y aleda?os. En el resto de Espa?a la situaci¨®n tampoco es muy halag¨¹e?a.
Se enfrentan a la destrucci¨®n del h¨¢bitat, a especies ex¨®ticas como la tortuga de Florida, e incluso a su captura para la venta en el mercado ilegal de animales ex¨®ticos, y est¨¢n perdiendo la batalla. Su recuperaci¨®n se ve ahora m¨¢s comprometida, debido a que la Comunidad de Madrid ha cortado este a?o la financiaci¨®n para la cr¨ªa de ejemplares en cautividad, que lleva a cabo el Grupo de Rehabilitaci¨®n y Fauna Aut¨®ctona (Grefa) desde el a?o 2007 con la ayuda de la AHE, que se encarga del seguimiento de la especie en su h¨¢bitat natural.
En este contexto, los expertos auguran un mal futuro para el reptil, que se caracteriza por su piel oscura salpicada de manchas amarillas. A la otra especie de gal¨¢pago que existe en la regi¨®n, el leproso, le va mejor, gracias a su poder de adaptaci¨®n al medio y a las aguas contaminadas. Alberto ?lvarez, miembro de la AHE, trabaja desde hace m¨¢s de 10 a?os, en la recuperaci¨®n del gal¨¢pago europeo. En su opini¨®n, el reptil no puede salir adelante porque "solo se han puesto peque?os parches". "Es necesario redactar un plan global, para saber de qu¨¦ situaci¨®n se parte y las medidas concretas a adoptar¡±, aclara.
La ley obliga a las comunidades aut¨®nomas a elaborar planes de recuperaci¨®n para las especies consideradas en peligro de extinci¨®n, pero en Madrid no hay ninguno de momento. ¡°Si no existe para el ¨¢guila imperial, menos para un gal¨¢pago que pasa desapercibido¡±, recrimina el investigador. Considera imprescindible crear canales de conexi¨®n entre las poblaciones. ¡°De otra forma, se extinguir¨¢n por consanguinidad, por la aparici¨®n de una plaga o porque se destruya la laguna donde viven¡±, enumera ?lvarez.
Quedan menos de 1.000 ejemplares, en poblaciones desconectadas
Fuentes de la Consejer¨ªa de Medio Ambiente aseguran que, en los ¨²ltimos siete a?os, se han invertido cerca de 200.000 euros para mejorar el h¨¢bitat y favorecer la recuperaci¨®n del gal¨¢pago europeo. En las cuencas de los r¨ªos Alberche y Cofio se han creado 23 nuevos puntos de agua, se han impermeabilizado otros y se han adecuado 52 pilones o abrevaderos. Este a?o se han soltado 12 ejemplares juveniles y cuatro adultos, cinco de ellos equipados con un transmisor, que les ofrece informaci¨®n puntual de sus movimientos.
¡°No dan grandes sorpresas, se comportan como esper¨¢bamos. Las hembras est¨¢n m¨¢s ligadas a las charcas, y los machos son m¨¢s err¨¢ticos¡±, explica Fernando Blanca, responsable de la reproducci¨®n en cautividad de la especie en Grefa. ¡°Son unos animales exquisitos. Viven en charcas muy bien conservadas, poco o nada contaminadas, con buena alimentaci¨®n y muchas plantas acu¨¢ticas¡±, relata.
De h¨¢bitos diurnos, tienen periodos de reposo invernal y de estivaci¨®n, para escapar de las temperaturas extremas. Durante esas ¨¦pocas se refugian en la vegetaci¨®n, en agujeros del entorno o se entierran en el fondo de las charcas. Por este motivo es muy importante controlar que no se quemen los zarzales, vigilar el pastoreo o la entrada indiscriminada de ganado en las lagunas donde vive, advierten los expertos. El oto?o tan seco que est¨¢ viviendo la regi¨®n, hace que algunos animales lleven siete meses fuera del agua, a la espera de que la laguna donde viven se vuelva a llenar.
Su reproducci¨®n en cautividad es complicada. En los primeros programas piloto, que se desarrollaron en Grefa en 2007, solo se consegu¨ªan sacar adelante unas 15 o 18 cr¨ªas. Este a?o han nacido 70 animales. Blanca explica como,tras a?os de trabajo y apostando por la incubaci¨®n artificial, han obtenido una tasa de eclosi¨®n del 100% de huevos f¨¦rtiles. En la naturaleza, la hembra pone entre seis y ocho huevos, de unos cuatro gramos. Las cr¨ªas tienen un tama?o similar al de una moneda de dos euros, con una mortalidad muy alta. ¡°Hasta que alcanzan un tama?o en el que el caparaz¨®n les protege de forma efectiva, pueden pasar 10 a?os¡±, observa ?lvarez.
En Grefa mantienen a las cr¨ªas nueve meses ¡°en condiciones ideales de crecimiento¡± hasta que alcanzan unos 70 mm de longitud. Consideran que en ese momento se pueden liberar y tienen m¨¢s posibilidades de seguir adelante. Es una especie que vie unos 50 a?os, alcanza los 15 cm de longitud y 600 gramos de peso. ¡°Aunque en Alemania se localiz¨® una hembra de 80 a?os y en Francia otra de 120, lo que nos lleva a pensar que en la Comunidad de Madrid todav¨ªa no se ha extinguido debido a su longevidad, porque no hya muchos ejemplares j¨®venes en las poblaciones ¡±, concluye Blanca.
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