La privatizaci¨®n, cuestionada

Descoordinaci¨®n en las derivaciones de los hospitales p¨²blicos a los privados, distintos precios por las mismas pruebas, subcontrataciones sin justificaci¨®n... La C¨¢mara de Cuentas recopila ejemplos de este calado en las m¨¢s de 130 p¨¢ginas del informe sobre el Servicio Madrile?o de Salud (Sermas) en 2011. D¨ªas antes de un fallo judicial decisivo para los planes de privatizaci¨®n sanitaria de Ignacio Gonz¨¢lez (PP), este organismo emite su diagn¨®stico sobre c¨®mo los hospitales de la red p¨²blica madrile?a subcontrataron ese ejercicio con entidades privadas todo tipo de servicios. Y su conclusi¨®n es demoledora: encuentra numerosas irregularidades, entre ellas el desconocimiento del Sermas de muchas transacciones que obligatoriamente deb¨ªan pasar por su control. El deber de supervisi¨®n y de gesti¨®n de este ente, que se dirige desde la Consejer¨ªa de Sanidad, queda en entredicho: los hospitales de gesti¨®n privada, la misma que ahora Gonz¨¢lez quiere imponer en otros seis centros, subcontrataron sin su conocimiento. Esto es, escaparon a su control.

El informe de la C¨¢mara de Cuentas fiscaliza los convenios y conciertos suscritos por seis hospitales p¨²blicos con entidades privadas a las que enviaron a sus pacientes para servicios de hemodi¨¢lisis, resonancias magn¨¦ticas y otros diagn¨®sticos por imagen, como ecograf¨ªas. Los auditores preguntaron a los hospitales por qu¨¦ utilizaron ¡°medios ajenos¡± en lugar de usar sus propios equipos y personal. Alegaron ¡°insuficiencia de medios propios¡±, pero el informe se?ala que los hospitales env¨ªan a los pacientes a la privada sin saber siquiera si otros centros de la red p¨²blica tendr¨ªan medios para atenderles. El Sermas no tiene ning¨²n sistema para saber si, cuando un hospital est¨¢ desbordado, se puede mandar a los pacientes a otros, en lugar de enviarles por defecto a las cl¨ªnicas privadas, seg¨²n se?ala el informe.

¡°Ser¨ªa bueno que la derivaci¨®n se hiciera prioritariamente a otros hospitales que pudieran dar satisfacci¨®n a esas demandas antes de ser utilizados los medios ajenos¡±, asegura la C¨¢mara de Cuentas. As¨ª pues, adem¨¢s del ¡°vac¨ªo contractual¡± que detecta el informe en muchas de esas subcontrataciones, algunas vinculadas a papeles firmados en 1977 que por ley ya no est¨¢n vigentes, los auditores vienen a decir que algunas de las derivaciones ni siquiera ser¨ªan necesarias, puesto que otros hospitales podr¨ªan tener capacidad para absorber m¨¢s pacientes.

El informe no solo constata que se deriva por defecto a la privada, sino que los hospitales han estado pagando distintos precios por las mismas pruebas. Un ejemplo. La investigaci¨®n de los auditores encontr¨® diferencias del 22,45% en los precios que pagan los hospitales p¨²blicos por mandar a la privada las resonancias magn¨¦ticas. En unos casos se pagaron a 98 euros; en otros, a 120. Incluso se comprob¨® que la misma cl¨ªnica privada cobraba precios diferentes a los hospitales p¨²blicos que le mandaban pacientes. Eso s¨ª, es legal. Los precios, dice el informe, ¡°son diferentes y pueden serlo¡± porque ¡°est¨¢n dentro de los m¨¢ximos establecidos como tarifas m¨¢ximas en la convocatoria del contrato marco 2/04 Madro?o¡±.

Las diferencias se agrandan con otras pruebas diagn¨®sticas. Por ejemplo, las ecograf¨ªas y las mamograf¨ªas bilaterales. La C¨¢mara de Cuentas recoge el caso de una cl¨ªnica que cobra 36,1 euros por una ecograf¨ªa de tiroides, y otra, 22. La tarifa sube nada menos que el 64% seg¨²n con qui¨¦n se concierte la prueba. Se trata de un caso muy concreto, pero si se analiza globalmente, las ecograf¨ªas var¨ªan entre los 22 y los 32 euros. Es decir, un 45%.