El poder de ¡®Parsifal

Una cosa es la ¨®pera, otra Wagner y otra, muy diferente, Parsifal. Seg¨²n la ortodoxia wagneriana m¨¢s rancia, al final de Parsifal no hay que aplaudir. ?Se aplaude acaso al final de una misa? Solo hay que abandonar respetuosamente la sala, con la conciencia de que se ha asistido a una ceremonia, a un ritual inici¨¢tico.

Hace 100 a?os, el 31 de diciembre de 1913, Barcelona, siempre dentro de la legalidad pero con un punto de piller¨ªa (aprovech¨® la diferencia horaria de entonces entre Espa?a y Alemania para empezar la representaci¨®n cuando aqu¨ª a¨²n era 1913, pero en Alemania ya era 1914), quiso ser la primera ciudad del mundo en representar Parsifal fuera de Bayreuth. Este estreno se convirti¨® en un hito en la historia del Liceo.

Parsifal 13-14: un viatge en el temps i en l¡¯espai, el espect¨¢culo que Padrissa (La Fura dels Baus) present¨® en el Foyer del Liceo por iniciativa del Circulo del Liceo conmemora el centenario del estreno de la obra en el teatro de las Ramblas.

El espect¨¢culo, que toma su nombre de la c¨¦lebre frase que Gurnemanz, adelant¨¢ndose a Einstein, dirige a Parsifal ¡°Zum Raum wird hier die Zeit" (¡°en espacio se convierte aqu¨ª el tiempo¡±) empieza con una alusi¨®n a otro aniversario: la muerte hace 20 a?os de Ayrton Senna en el circuito de Imola. El preludio de la obra suena sobre las im¨¢genes del horrible accidente. A partir de aqu¨ª se viaja por la historia de la obra con medios modestos, pero muy ¡°fureros¡±: confluencia de actuaci¨®n en directo de cantantes y actores, con intervenci¨®n principal del bar¨ªtono Christopher Robertson en los papeles de Amfortas y Klingsor y Maria Hinojosa en el de Kundry, proyecciones de representaciones hist¨®ricas de la obra en el Liceo, del montaje de Padrissa en la ?pera de Colonia, viejas grabaciones de Francisco Vi?as, el tenor que estren¨® la obra en Barcelona, im¨¢genes de la alucinante pel¨ªcula sobre el tema que Daniel Mangran¨¦ dirigi¨® en 1951, filmada parcialmente en Montserrat, un panadero que, en directo, coc¨ªa pan seg¨²n una receta del siglo?IV. Un caos bien organizado, pero cogido un poco por los pelos.

Como espect¨¢culo, no funciona, pero probablemente no quer¨ªa ser un espect¨¢culo, sino evocaci¨®n, homenaje, recuerdo y atisbo de la misteriosa dimensi¨®n m¨ªstica de la obra. En este sentido, s¨ª funciona.

Tambi¨¦n era, probablemente, denuncia del poco eco que en instituciones y responsables de cultura ha tenido el acontecimiento y el bicentenario del nacimiento de Wagner acaecido en 2013. El consejero de Cultura, presente en el acto, no pareci¨®, sin embargo, darse por aludido.