Del convenio colectivo a la relaci¨®n individualizada
Los sindicatos se ponen el buzo para bajar a la empresa. 350.000 trabajadores se quedan sin acceso a las mejoras
No es que el suyo haya sido un trabajo de oficina, pero ahora lo va a ser mucho menos. Los sindicatos van a tener que ponerse el buzo de trabajo y bajar a las plantas de producci¨®n, a los bares y peque?as oficinas, pero no a vigilar el cumplimiento de los convenios sectoriales provinciales, y en su caso demandar los incumplimientos, como hac¨ªan hasta ahora, sino a regular las de miles de trabajadores de empresas sin comit¨¦, y despu¨¦s, adem¨¢s vigilar.
La reforma laboral, que marc¨® en rojo el mes de julio pasado como el del fin de la ultractividad, ha inaugurado el a?o 2014 con m¨¢s de 360.000 trabajadores sin condiciones actualizadas ¡ªsin convenio¡ª y 170.000 parados, pero sobre todo ha marcado un nuevo terreno de juego que va a dividir a los empleados en dos tipos, los que pueden negociar convenios (unos 450.000) y los restantes (en torno a 350.000) que hasta ahora se beneficiaban de los sectoriales por estar empleados en micropymes, sin acceso a la negociaci¨®n ni a sus resultados, absolutamente descolgados y a merced de las negociaciones, casi imposibles, en sus centros de trabajo.
La reforma laboral da peso a los convenios de empresa y en consecuencia los sectoriales y provinciales empiezan a tener una componente ex¨®tica en el panorama laboral vasco. El escaso inter¨¦s que generan en las patronales provinciales unido al que nunca han despertado en el sindicato mayoritario ELA est¨¢n a punto de certificar su total defunci¨®n. De ese sindicato dependen 47 convenios sectoriales, algunos muy importantes, sobre todo en Gipuzkoa.
¡°En estas condiciones, empresa a empresa, hay que ser consciente de que va a ser imposible llegar a cubrir las necesidades de todos los trabajadores¡±, asegura la secretaria de acci¨®n sindical de CC OO, Mari Cruz Vicente. ¡°Imposible para nosotros, y para cualquier sindicato. Mucha gente se va a quedar al margen¡±, advierte.
Los asalariados de las firmas m¨¢s peque?as van a ser los paganos, y los sindicatos no van a poder llegar a las 189.410 empresas en Euskadi ¡ªcon menos de diez trabajadores¡ª que emplean a esas 350.000 personas ¡ª353.696 para ser exactos seg¨²n Confebask¡ª. De las 203.911 firmas que hay en Euskadi seg¨²n la patronal vasca, otras 12.078 firmas tienen entre diez y cincuenta empleados y en ellas se van a regular ¡ªen muchas con dificultades¡ª las condiciones de otros 245.499 trabajadores, y en el resto, en 2.423 firmas con m¨¢s de 50, los restantes.
La cuenta se puede hacer de otra manera, pero el resultado es el mismo. Los trabajadores que votan en las elecciones sindicales, aquellos que eligen delegados, ascendieron a 430.000 empleados al final de ciclo electoral de 2009. Es decir, hay otros 350.000 hasta los 780.000 asalariados que quedan, que no eligen delegados, no tienen acceso a representaci¨®n sindical, y por lo tanto se van a quedar a expensas de que su empresa decida si, sobre todo, los nuevos contratos, se referencian al Estatuto de los Trabajadores, o transitan entre ese m¨ªnimo y el ¨²ltimo convenio sectorial firmado.
El pr¨®ximo d¨ªa 17, la patronal guipuzcoana Adegi va a ofrecer una jornada a sus empresarios afiliados para poner en su conocimiento las nuevas pautas de negociaci¨®n. Se trata de un manual de recomendaciones para el nuevo tiempo que ha abierto la reforma laboral, en el que sus directivos se refieren, de forma concreta, a un nuevo marco de relaciones individualizadas, frente al anterior concepto de negociaci¨®n colectiva.
¡°El Consejo Rector de Adegi, con el fin de responder tanto a su principal reto estrat¨¦gico, como al nuevo escenario, aprob¨® en su ¨²ltima sesi¨®n un nuevo modelo de relaciones laborales basado en la confianza entre las partes y orientado a la necesidad de alcanzar acuerdos con las personas en las empresas para mejorar su competitividad¡±.
Acuerdos con las personas frente a acuerdos con las organizaciones sindicales. Relaci¨®n individualizada frente a negociaci¨®n colectiva. Si hasta ahora negociaban ¡ªm¨¢s all¨¢ de los convenios de las grandes empresas las patronales y las organizaciones sindicales, lo pr¨®ximo es la bilateralidad empresario trabajador.
¡°La componente de reparto colectivo de las rentas, de la riqueza, de crecimiento colectivo del poder adquisitivo de los trabajadores que estaba asociado a la negociaci¨®n de los convenios sectoriales se da por finalizada¡±, explica un experto en relaciones laborales de la UPV.
¡°Negociar con las personas es un eufemismo, y va a ser dar una vuelta de tuerca m¨¢s a la maltrecha negociaci¨®n colectiva, va a suponer el tiro de gracia a ese concepto. Habr¨¢ que esperar a ver si las otras dos patronales se suman a ese concepto¡± asegur¨® la secretaria de acci¨®n sindical de UGT, Maribel Ballesteros.
La jornada de Adegi va a abrir una puerta que seguramente cruzar¨¢n despu¨¦s SEA y Cebek, entre otras cosas porque la reforma les da ahora a ellos la llave de la negociaci¨®n al fechar el fin de la vigencia de los convenios firmados, y prever el descuelgue de los mismos en caso de que las condiciones econ¨®micas o de mercado cambien.
¡°Un modelo de relaciones individualizadas dejar¨ªa sin sentido a los ¨®rganos de di¨¢logo social¡±, explica este catedr¨¢tico que estar¨ªan abocados exclusivamente a la resoluci¨®n de conflictos. ¡°En ese contexto habr¨ªa que hablar casi de imposici¨®n de las condiciones¡± coinciden CC OO y UGT, ¡°porque sin capacidad de presi¨®n es muy dif¨ªcil¡±. Estos dos sindicatos quieren firmar todos los convenios sectoriales en los que tienen mayor¨ªa, mientras se preparan, adaptando sus estructuras para liberar m¨¢s personal para trabajar a pie de calle. LAB ha optado por una alianza estrat¨¦gica con ELA. Un movimiento que responde m¨¢s a la estrategia soberanista de acumulaci¨®n de fuerzas que a la visi¨®n sindical de LAB.
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