Brindis pol¨ªtico por el 2014
Los frentes son muchos pero hay tres ¡®c¡¯ que marcar¨¢n el nuevo a?o pol¨ªtico: consulta, crisis y corrupci¨®n
En el brindis de Nochevieja por el nuevo a?o, muchos catalanes tuvieron un recuerdo pol¨ªtico para el 2014 que nos espera. Sin duda, la acci¨®n del gobierno de Mas (y el de Rajoy), los dos per¨ªodos de sesiones del Parlament (y del Congreso de los Diputados), la actividad de los partidos pol¨ªticos (catalanes y espa?oles) y las reivindicaciones y manifestaciones populares, nos ofrecer¨¢n un 2014 repleto de sobresaltos que se retroalimentar¨¢n sin cesar. ?Se acuerdan de lo que algunos denominaron Dragon Khan, refiri¨¦ndose al mandato de Pasqual Maragall? Pues aquella etapa se convertir¨¢ en un tiovivo inofensivo comparado con la vor¨¢gine pol¨ªtica institucional y con las pasiones sociales desenfrenadas que nos esperan los pr¨®ximos meses. Los frentes abiertos son muchos, pero hay tres "c" que marcar¨¢n el nuevo a?o pol¨ªtico: consulta, crisis y corrupci¨®n.
El refer¨¦ndum o la consulta popular para decidir el futuro de Catalu?a ocupar¨¢n, sin duda, la mayor parte de los debates, las declaraciones, las informaciones y las movilizaciones en todos sus formatos. La fecha del 9 de noviembre, pactada por las formaciones pol¨ªticas partidarias de la consulta para realizarla, se acercar¨¢ inexorablemente y hasta entonces habr¨¢ una campa?a pertinaz y cargante para tratar de convencer, con todo tipo de razonamientos y sinrazones, para votar no, s¨ª-no o s¨ª-s¨ª. Si bien durante 2013 s¨®lo se consigui¨® pactar in extremis una fecha y una pregunta que, sin gustar a casi nadie, gener¨® ilusiones transversales e incertidumbres generalizadas, en 2014 se trabajar¨¢ insistentemente para satisfacer las primeras y para despejar las segundas. Y, si como muchos apuntan, no hay consulta, unos intentar¨¢n negociar sobre la marcha planes B que eviten la frustraci¨®n colectiva y otros anunciar¨¢n peque?os cambios para que todo siga igual.
Otro frente pol¨ªtico consiste en frenar los efectos devastadores de la crisis econ¨®mica. Aqu¨ª, el reto todav¨ªa es m¨¢s dif¨ªcil porque los gobiernos conservadores del PP y de CiU coinciden en subestimar las pol¨ªticas sociales y en aplicar soluciones neoliberales ante problemas que requieren con urgencia una fuerte intervenci¨®n del Estado. Unos y otros tratan de convencernos de que la crisis genera una especie de determinismo presupuestario que invalida la acci¨®n pol¨ªtica, pero en realidad la dimensi¨®n pol¨ªtica de los presupuestos es precisamente m¨¢s evidente en contextos de crisis, cuando la priorizaci¨®n de pol¨ªticas es fruto de un depurado proceso de destilaci¨®n ideol¨®gica. Es dif¨ªcil saber si socialmente es m¨¢s corrosiva la ins¨®lita inacci¨®n del Consell Executiu (si tenemos en cuenta que la iniciativa legislativa casi siempre es gubernamental, hay que destacar que en 2013 el Parlament aprob¨® una ¨²nica ley, siendo el a?o natural en el que menos leyes se han aprobado desde 1980) o la hiperactividad del Consejo de Ministros (en el mismo per¨ªodo se aprobaron 8 leyes org¨¢nicas, 27 leyes y 17 decretos leyes). En cualquier caso, todos los indicadores sociales siguen siendo alarmantes: paro, pobreza, mal nutrici¨®n infantil, desahucios, personas sin hogar, hogares inhumanos, etc. Aquellos humos del primer "gobierno de los mejores" de Artur Mas se han convertido en un mar de tinieblas gubernamentales donde todav¨ªa deambulamos.
Lamentablemente, la corrupci¨®n pol¨ªtica estar¨¢ presente, un a?o m¨¢s, en nuestro paisaje cotidiano y seguir¨¢ siendo uno de los principales problemas del funcionamiento de nuestra democracia. En Espa?a la corrupci¨®n afecta, sin excepci¨®n, a todos los poderes del Estado y Catalu?a es una de las comunidades aut¨®nomas donde hay m¨¢s corrupci¨®n pol¨ªtica. La judicatura sigue sin ser capaz de resolver muchos casos sobre presuntas pr¨¢cticas corruptas de los partidos que gobiernan Espa?a y Catalu?a, y de otros tantos. Un a?o m¨¢s comprobaremos hasta qu¨¦ punto la impunidad sigue siendo pr¨¢ctica habitual cuando se trata de pol¨ªticos corruptos y si el indulto se mantiene como privilegio de los que llegan a ser condenados. Tambi¨¦n veremos cu¨¢l ser¨¢ la eficacia de las pol¨ªticas sobre transparencia y control de las cuentas p¨²blicas, c¨®mo se financiar¨¢n los partidos pol¨ªticos en un a?o electoral y si el tr¨¢fico de influencias se mantendr¨¢ como parte esencial de la din¨¢mica pol¨ªtica.
El presidente Mas termin¨® su discurso de fin de a?o brindando simb¨®licamente por un 2014 lleno de luz, de oportunidades y de esperanzas, pero solo se refiri¨® a la consulta y a la crisis, y parad¨®jicamente no hizo ninguna referencia a la corrupci¨®n, que deber¨ªa ser una de sus principales preocupaciones como presidente de Catalu?a y como presidente de CiU. No hay que olvidar que la pol¨ªtica deber¨ªa ser la principal v¨ªa para resolver favorablemente las dos primeras "c", consulta y crisis, y que la corrupci¨®n, que tambi¨¦n requiere una firme respuesta pol¨ªtica, es lo que con toda probabilidad ha truncado m¨¢s la confianza de la sociedad en las soluciones pol¨ªticas.
Jordi Matas Dalmases es catedr¨¢tico de Ciencia Pol¨ªtica de la UB
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