La ca¨ªda del imperio b¨¦tico
El Betis, colista de la Liga, ha perdido en menos de un mes al entrenador, al director deportivo y al administrador judicial. El proceso abierto por la juez Alaya contra Manuel Ruiz de Lopera finaliza su fase de instrucci¨®n
La ca¨ªda del Betis no ha sido como la del Imperio Romano, lenta y continuada. Ha sido vertiginosa e inesperada. El Betis es ahora un volc¨¢n. En lo deportivo, va camino de la Segunda Divisi¨®n. En el aspecto institucional, una aut¨¦ntica madeja judicial se cierne sobre la centenaria instituci¨®n deportiva.
El Betis est¨¢ intervenido judicialmente desde que en julio de 2010 la juez Mercedes Alaya embargara las acciones de Manuel Ruiz de Lopera. Sobre el exdirigente del Betis pesa una acusaci¨®n por delito social continuado y apropiaci¨®n indebida tras la denuncia realizada en 2008 por un grupo de accionistas de la entidad.
Alaya nombr¨® a tres administradores judiciales para controlar las acciones de Lopera y dict¨® unas medidas cautelares que todav¨ªa, casi tres a?os y medio despu¨¦s, contin¨²an vigentes. La causa contra Lopera est¨¢ cerca del final de su instrucci¨®n. Concluida ¨¦sta, le tocar¨¢ juzgar a la Audiencia Provincial. Tras el fallecimiento de uno de los administradores y la marcha de otro, ha sido Jos¨¦ Antonio Bosch el encargado de llevar el gobierno judicial del Betis hasta el pasado siete de enero. Bajo su protectorado, se nombr¨® primero presidente al exfutbolista Rafael Gordillo y luego al empresario Miguel Guill¨¦n. En 2010 el Betis, en Segunda y arruinado por una deuda de 90 millones heredada de la etapa de Lopera, se declar¨® en quiebra. Al a?o siguiente el equipo logr¨® ascender a Primera, mantenerse en la siguiente campa?a y su clasificaci¨®n europea en la pasada de 2013. Adem¨¢s, el club super¨® con nota un concurso de acreedores.
No obstante, las austeras medidas impuestas en el gobierno del club permitieron un crecimiento en los aspectos social y econ¨®mico. Se logr¨® una paz social que se ha dinamitado en los ¨²ltimos meses. A pesar de los ¨¦xitos deportivos, cimentados sobre todo en la labor del entrenador del primer equipo, Pepe Mel, y en una columna vertebral que proven¨ªa del a?o de Segunda, la entidad err¨® en la organizaci¨®n de la estructura del f¨²tbol base y la mayor¨ªa de los fichajes que llegaron al club.
Sobre el Betis pesan hasta tres procesos judiciales distintos
Como ocurre en una sociedad an¨®nima deportiva, tres meses horrorosos del primer equipo han arrastrado a la deriva a un consejo de profesionales de distinto ¨¢mbito muy poco acostumbrados a tomar decisiones en el mundo del f¨²tbol. El caso m¨¢s sintom¨¢tico ha sido el de Jos¨¦ Antonio Bosch, administrador judicial. Bosch ha sido reprobado por el mismo consejo que ¨¦l nombr¨®. El motivo, los negocios realizados por el bufete de abogados en el que trabaja con una empresa proveedora del club, Gesalus.
Bosch fue el art¨ªfice de las grandes decisiones deportivas de los ¨²ltimos meses: renov¨® tres a?os al t¨¦cnico Mel y luego lo ech¨® cuando el equipo todav¨ªa estaba vivo sin el consentimiento de Vlada Stosic, director deportivo. Fich¨® por su cuenta y riesgo al nuevo entrenador, Juan Carlos Garrido, y luego despidi¨® a Stosic. En el ¨²ltimo mes de v¨¦rtigo vivido por el Betis, al que le toc¨® salir fue a Bosch. El abogado present¨® su renuncia ante Alaya, que nombrar¨¢ a un nuevo administrador. Curiosamente, el m¨¢ximo accionista del club no tiene presencia en el consejo.
Adem¨¢s de la v¨ªa penal, en el Betis hay abierta otra v¨ªa judicial, en este caso civil. Un grupo de accionistas present¨® en el Juzgado de lo Mercantil 1 de Sevilla una demanda para discutir que el 31% de las acciones del Betis sean propiedad de Lopera.
Por si fuera poco todo este embrollo judicial, la propia Alaya ha acusado a Lopera y Luis Oliver, empresario a quien vendi¨® sus acciones en el verano de 2010, de venta falsa de las mismas. Seg¨²n Alaya, esta compraventa se produjo para evitar la intervenci¨®n de las acciones. No obstante, tanto Lopera como Oliver esperan recuperar el control del Betis cuando cesen las medidas cautelares, algo que ocurrir¨¢ al t¨¦rmino de la instrucci¨®n del proceso contra Lopera.
Algunas fuentes sit¨²an ese escenario al final de esta temporada, que se ha convertido en un suplicio. Posiblemente en Segunda y sin el suculento contrato de televisi¨®n que sustenta la entidad (30 millones de euros), un nuevo equipo de gobierno dirigir¨¢ los restos del imperio b¨¦tico.
"Este club est¨¢ muy vivo"
Miguel Guill¨¦n, presidente del Betis, quit¨® dramatismo al referirse a la delicada situaci¨®n del club. ¡°No hay un derrumbe general. El Real Betis Balompi¨¦ est¨¢ m¨¢s vivo que nunca y su viabilidad, garantizada, algo que no pod¨ªamos afirmar en diciembre de 2010¡±, se?al¨® el dirigente de la entidad andaluza, quien a pesar de reconocer el duro momento deportivo por el que atraviesa destac¨® que la viabilidad del club est¨¢ m¨¢s que garantizada: ¡°Tras la firma del convenio de acreedores y la gesti¨®n econ¨®mica en estos tres ¨²ltimos a?os, la deuda ha sido reducida en torno a 60 millones y contamos con un plan de viabilidad asumible¡±. Guill¨¦n analiz¨® tambi¨¦n los ¨²ltimos acontecimientos que han sacudido al Betis desde el punto de vista deportivo. ¡°Los resultados deportivos son lo principal en un club de f¨²tbol y lo condicionan todo. Es evidente que, en este sentido, desde que empez¨® la temporada, no estamos cumpliendo m¨ªnimamente con las expectativas en un curso tan importante como el del regreso a la Liga Europa¡±, aclar¨® el presidente verdiblanco, quien analiz¨® el adi¨®s de Jos¨¦ Antonio Bosch como administrador judicial despu¨¦s de la del entrenador Mel y el director deportivo Vlada Stosic: ¡°S¨ª, reconozco errores en la planificaci¨®n deportiva, pero la marcha del administrador judicial viene determinada por otras razones. Si analizamos la trayectoria del primer equipo no es de extra?ar que hayan abandonado el club los dos cargos de m¨¢xima responsabilidad en el ¨¢mbito deportivo¡±.
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