Viaje al origen del ser humano

Por primera vez en la Historia, los m¨¢s importantes hallazgos encontrados en el coraz¨®n de ?frica, los relativos al origen del ser humano, cruzan las fronteras continentales y recalan en Espa?a. M¨¢s precisamente, en Alcal¨¢ de Henares, cuyo Museo Arqueol¨®gico Regional los exhibe hasta el mes de junio en una exposici¨®n con vestigios de hom¨ªnidos y ajuares hallados en la africana Garganta del valle de Olduvai. Entre muchas otras primicias se muestran al p¨²blico restos originales de un hom¨ªnido que data de hace 1,36 millones de a?os, descubiertos hace cuatro por un equipo de cient¨ªficos espa?oles en el enclave africano.

Este aut¨¦ntico para¨ªso paleo-antropol¨®gico se encuentra situado al noreste de Tanzania, no lejos del c¨¦lebre Serenguetti. All¨ª, desde hace dos d¨¦cadas, trabajan cient¨ªficos espa?oles como Manuel Dom¨ªnguez-Rodrigo, formado en la Universidad Complutense y en la de Harvard, que codirige desde hace ocho a?os tan importante yacimiento hispano-tanzano junto con Enrique Baquedano, director del Museo Arqueol¨®gico de la Comunidad de Madrid, desde donde se centralizan las m¨¢s importantes investigaciones.

Arque¨®logos, paleont¨®logos, bi¨®logos, ge¨®logos, paleobot¨¢nicos, taf¨®nomos ¡ªexpertos en estudios deposicionales¡ª, restauradores y, recientemente, qu¨ªmicos org¨¢nicos, forman all¨ª un equipo investigador plurinacional. Trabajan a las ¨®rdenes de Dom¨ªnguez y Baquedano, mientras laboran en aquel valle africano que tiene forma de? Y. Los esfuerzos de su equipo han convertido Olduvai en una ¡°excepcional ventana para observar el fascinante origen del ser humano¡±, en palabras de ambos codirectores.

En territorio masai

La potencial riqueza paleo-antropol¨®gica de esta zona de la Tanzania profunda, en territorio de los ceremoniosos, itinerantes e inquietantes masai, fue columbrada en 1914 por exploradores alemanes Karwinkel y Otto Renck, y por Kohl Larsen, junto al cercano lago de Eyasi, en 1930. En 1935, el matrimonio formado por Louis S.B. Leakey y Mary Nichol prosiguieron las investigaciones en Olduvai, que continuaron en los yacimientos de Laetoli y Peninj. All¨ª conoci¨® a la pareja britano-norteamericana Emiliano Aguirre, de 88 a?os, padre de la moderna paleoantropolog¨ªa espa?ola que da nombre a la estaci¨®n cient¨ªfica hispano-tanzana, construida hace tres a?os con fondos del Gobierno regional madrile?o y de la Junta de Castilla y Le¨®n, cuyo Instituto de la Evoluci¨®n Humana de Burgos dirige Juan Luis Arsuaga, presente ayer en la inauguraci¨®n. El presidente regional inaugur¨® ayer la exposici¨®n, en la que estaba presente el alcalde alcala¨ªno, Javier Bello.

Olduvai presenta la particularidad geol¨®gica de haber evolucionado tect¨®nicamente de una manera ins¨®lita. De tal forma que, en un espacio relativamente reducido de unos 40 kil¨®metros, cabe apreciar la secuencia de la evoluci¨®n de prehom¨ªnidos y hom¨ªnidos, desde el Australopitecus al Homo ergaster, Homo habilis y al Homo sapiens, as¨ª como del entorno en el que moraron. Mediante complej¨ªsimos y dilatados procesos de adaptaci¨®n al medio natural y en interacci¨®n con ¨¦l, los ancestros de la Humanidad asentados en Olduvai asistieron a la sutil evoluci¨®n de sus anatom¨ªas, de sus fisiolog¨ªas y de su pedestrismo, ya b¨ªpedo. As¨ª, la estatura, la complexi¨®n, el bastidor ¨®seo y, sobre todo, la capacidad craneal de aquellos seres primitivos fueron desarroll¨¢ndose y transform¨¢ndose hasta adquirir proporciones ¡ª1.280 cent¨ªmetros c¨²bicos de masa encef¨¢lica¡ª semejantes a las de los seres humanos de hoy. Tales caracter¨ªsticas eran ya aptas para el despliegue de funciones superiores propias de seres inteligentes. Primigenia fue la capacidad para fabricar a mano utensilios de piedra con los cuales construyeron armas para la caza. Aquel fue un proceso de una duraci¨®n aproximada a los dos millones de a?os, plasmado en la casi milagrosa estratificaci¨®n de un terreno lacustre cuya desecaci¨®n dej¨® expresiones comprobables en las paredes de la cuenca que acoge los yacimientos.

Vestigios en el Ca¨²caso

Inter¨¦s a?adido presentan los hallazgos sobre los tipos de asentamiento adoptados por los hom¨ªnidos de Olduvai, as¨ª como las migraciones que les llevaron a recorrer el continente africano y encaminarse hacia Eurasia, donde uno de sus principales vestigios fue hallado en Dmanisi, en el Ca¨²caso, a 90 kil¨®metros al sur de Tbilisi: ten¨ªa una edad de 1,3 millones de a?os. La exposici¨®n es un derroche de plasticidad gracias al esquema expositivo propuesto al p¨²blico, en el que ha jugado destacado papel Mauricio Ant¨®n: ¨¦l ha reconstruido la imagen de los paisajes donde se desenvolvi¨® la manifestaci¨®n originaria de la vida y de su evoluci¨®n. El cineasta Javier Trueba ha filmado sobre el terreno las excavaciones. Numerosas reproducciones completan la exposici¨®n, como la del gr¨¢cil esqueleto de Lucy, un hom¨ªnido hembra al que se impuso tal nombre por su hallazgo en 1972, al calor de la canci¨®n de The Beatles Lucy in the sky with diamonds.

Hay tambi¨¦n r¨®tulas de elefantes, testuces de Pelorovis, b¨®vido de dos metros de cornamenta y osiconos, cuernecillos de jir¨¢fidos como el Sivatherium. Todos ellos, junto con los restos de los hom¨ªnidos que los cazaban, ¡±nos dan claves decisivas del proceso evolutivo humano¡±, dice Manuel Dom¨ªnguez-Rodrigo.