Memoria y di¨¢logo

El Centro Nacional de Difusi¨®n Musical ha dado en la diana organizando un par de conciertos en los que se alternan obras de dos colosos de la composici¨®n musical de nuestro tiempo: el gran Gy?rgy Ligeti y nuestro Luis de Pablo.

Ayer, con un estreno mundial de De Pablo incluido, la cita fue en el Centro de Arte Reina Sof¨ªa; ma?ana, con un programa totalmente distinto, el concierto tendr¨¢ lugar en la Sala de C¨¢mara del Auditorio Nacional. En ambas convocatorias, con el fabuloso Cuarteto Arditti.

Ligeti es uno de los grandes maestros de la seducci¨®n musical. No hace falta recurrir al recuerdo de su Requiem, usado en la pel¨ªcula 2001, una odisea del espacio, o a t¨ªtulos oper¨ªsticos como El gran macabro.

Su pasi¨®n por las m¨²sicas ¨¦tnicas quiz¨¢ est¨¦ en la clave de su gran capacidad de comunicaci¨®n. Ayer se volvi¨® a comprobar su magnetismo en su primer cuarteto de cuerda, Metamorfosis nocturnas, con una acusada gama de contrastes y una gran habilidad para la fascinaci¨®n.

Todo ello arropado por un oficio t¨¦cnico escrupuloso hasta el ¨²ltimo detalle. Antes del cuarteto, ya hab¨ªa cautivado con una balada y danza para dos violines, y con un conciso homenaje al compositor sueco Holding Rosenberg para viol¨ªn y violonchelo.

De Pablo es un compositor de enorme cultura, musical y de cualquier campo del conocimiento. Es algo que se masca en su m¨²sica y se percibe en los m¨¢s m¨ªnimos detalles que est¨¢n alrededor de ella.

Una de las tres obras suyas que se interpretaron ayer lleva por t¨ªtulo Voluntad de flores. No es una casualidad. Est¨¢ escrita en homenaje p¨®stumo al primer viol¨ªn del cuarteto Orfeo y toma el t¨ªtulo de un fragmento de Manual de espumas, de Gerardo Diego: ¡°Sobre la tumba inesperada de Jos¨¦ de Ciria Escalante, amigo indeleble, estos versos que ¨¦l amaba, hoy con voluntad de flores¡±.

La obra se escuchaba por primera vez en Espa?a. Fue as¨ª mismo muy interesante el comienzo del concierto con Fragmento, primero de sus cuartetos, estrenado en Londres en 1986.

El momento cumbre de la noche fue, en cualquier caso, el estreno mundial de su cuarto cuarteto de cuerda, Memoria, una obra maestra de serenidad, evocaci¨®n vital, sabidur¨ªa reflexiva y dominio musical.

Fue la guinda de un concierto muy abundante en momentos geniales.

Punto y aparte merece la actuaci¨®n del cuarteto Arditti. La m¨²sica de las ¨²ltimas d¨¦cadas no habr¨ªa sido la misma sin contar con su apasionada dedicaci¨®n. Ayer estuvieron, una vez m¨¢s, impecables.