Del optimismo al desprop¨®sito
El debate se suscita sobre si estamos ante un par¨®n o una cuesta abajo
Cuando no sobran los recursos el desprop¨®sito est¨¢ a la vuelta de la esquina del optimismo. Hay motivos para so?ar tras m¨¢s de media temporada con Deportivo y Lugo en los puestos nobles de la clasificaci¨®n, pero tampoco cesan los argumentos que invitan a la desconfianza porque justo cuando hay que ser regular para dar un paso adelante ambas escuadras emiten se?ales inquietantes. Del petardazo del Lugo en Girona (cay¨® 6-0 y recibi¨® en un partido una cuarta parte de los goles encajados en los 25 anteriores) a la zozobra del Deportivo para imponer ese protagonismo que su t¨¦cnico reclama cuando se act¨²a de local; de la desesperanza al aliento porque ya dec¨ªa el sabio Vujadin Boskov que puestos a perder mejor caer en un partido por seis que no en seis por uno y al final, en la suma de una jornada que vir¨® a complicada, el Lugo sigue en puestos de promoci¨®n y el Deportivo en ascenso.
El debate se suscita sobre si estamos ante un par¨®n o una cuesta abajo. En el caso del Lugo tras cuatro partidos sin perder y recibir gol cabe conceder que se trata de un accidente. Con el Deportivo s¨ª puede hablarse de una tendencia. El equipo se debate entre dudas justo cuando se esperaba que m¨¢s creciese, sufre para defender las acciones a bal¨®n parado y sobre todo contin¨²a sumido en una molicie creativa que le acaba abocando a la ¨¦pica. As¨ª salv¨® ayer los muebles ante el Sporting en un partido que no mereci¨® perder, pero en el que pudo caer si el rival atina en las contras que tuvo para sentenciar, esas por las que pas¨® de puntillas el t¨¦cnico visitante en su resumen del partido, preocupado como estaba porque el crono se alarg¨® m¨¢s de la cuenta justamente para castigar a quien se pas¨® una hora jugando con ¨¦l. Igual¨® el Deportivo en la ¨²ltima acci¨®n y maquill¨® una sucesi¨®n de desastres, de flacos rendimientos tanto sobre el campo como en el banquillo. En el verde el equipo se abandon¨® durante demasiado tiempo al bal¨®n en largo ante un rival replegado que le invitaba a madurar la jugada, a buscar y tratar de explotar las hasta ahora inadvertidas cualidades que se le suponen al mediapunta Rabello, sobre el que se ciernen las primeras sospechas respecto a su madurez para llevar el peso del equipo. Quiz¨¢s el problema sea pensar que un chico que no ha cumplido los veinte puede llevar el tim¨®n de un ascenso.
En todo caso el f¨²tbol de su equipo perjudic¨® a Rabello durante largos minutos y desnud¨® a otro joven como Borja Bast¨®n, desafortunado en el remate y sobre todo en los movimientos sin la pelota, casi todos en busca del apoyo en corto sin abrir espacios para los pasadores. Con Dominguez irrelevante y hasta fall¨®n, el Deportivo trat¨® de imponerse desde los flancos, donde Luisinho y Salom?o fueron sendos reactivos. Quiz¨¢s s¨®lo un cambio de piezas que ofreciera otras soluciones en la punta hubiera bastado para crecer y superar a un rival que mostr¨® bien poco para mandar en el marcador, pero V¨¢zquez opt¨® con medio partido por delante por tocar la m¨¦dula del equipo, exili¨® a Salom?o hacia posiciones interiores, acab¨® por retirar a Rabello y se abandon¨®, en fin, a un esquema que, con el bal¨®n en su poder, buscaba abrir el campo cuando su mejor extremo operaba de mediapunta y ¨¦ste descansaba en el banquillo. As¨ª, acab¨® con Laure haciendo de Salom?o, con el portugu¨¦s acalambrado, Lopo de delantero y Fabricio al remate. Y empat¨®. Pero a veces ni los goles sirven para tapar los desprop¨®sitos. V¨¢zquez estuvo mejor en la sala de prensa que en el banquillo. Ante el micr¨®fono atin¨® en la r¨¦plica al t¨¦cnico del Sporting, Jos¨¦ Ram¨®n Sandoval, que ti?¨® de despojo arbitral lo sucedido sobre el c¨¦sped, que se resume en un penalti evidente (pitado y marrado por Bast¨®n) en el que un jugador suyo interrumpe con el brazo la trayectoria de un centro, un fuera de juego de los que se se?alan con escuadra y cartab¨®n en la repetici¨®n televisiva y un enmara?ado gol en la prolongaci¨®n de un descuento en el que sus jugadores no cesaron de recurrir a las artima?as para que el reloj volase hacia el final. Hubo un equipo que perdi¨® tiempo y un ¨¢rbitro que aplic¨® el reglamento y que se qued¨® corto en un descuento que deb¨ªa tener en cuenta, como poco, seis sustituciones y dos acciones de amonestaci¨®n por demoras en los saques. Sandoval vendi¨® su g¨¦nero y present¨® como la mejor de las cartas lo que no dejaba de ser un men¨² del d¨ªa. Clam¨® dentro y fuera del campo contra las decisiones del ¨¢rbitro. V¨¢zquez le record¨® que puestos a hablar de ese tema, y vista la historia reciente en los enfrentamientos entre ambos clubes ¨¦sta misma temporada o en pasadas y en tesituras m¨¢s decisivas, quiz¨¢s el Deportivo salga mucho peor parado.
?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.