La crisis de los 30 en Grazalema

El Parque Natural de la Sierra de Grazalema cumplir¨¢ en diciembre 30 a?os. Fue el 18 de aquel mes de 1984 cuando se aprob¨® la protecci¨®n mediante un decreto del Consejo de Gobierno andaluz que fue pionero porque era el primer territorio de la comunidad que recib¨ªa esta consideraci¨®n. Lo hizo despu¨¦s de haber sido declarada Reserva de la Biosfera por la Unesco. Aqu¨ª se ensay¨® el resto de protecciones que recibieron despu¨¦s otros espacios. Y, justo ahora, la uni¨®n de aquella decisi¨®n se resquebraja. Porque en el balance de estos 30 a?os los cinco municipios malague?os adscritos al parque se sienten marginados con respecto a sus nueve vecinos gaditanos. M¨¢s all¨¢ de una propuesta de cambio de nombre subyace el inter¨¦s ya reconocido de que el parque pueda dividirse en dos.

Cortes de la Frontera, Benaoj¨¢n, Montejaque, Ronda y Jimena de L¨ªbar han formado parte del parque desde su origen pero sus actuales alcaldes no se sienten representados en igualdad con respecto a los vecinos gaditanos de Algodonales, Benaocaz, El Bosque, El Gastor, Prado del Rey, Ubrique, Villaluenga del Rosario, Zahara de la sierra, y sobre todo, Grazalema. La marca Grazalema ha pesado sobre los dem¨¢s y, seg¨²n lamentan, los municipios gaditanos se han llevado los beneficios que puede traer un parque natural, como la atracci¨®n de visitantes y la llegada de inversiones e infraestructuras, y ellos los perjuicios, los l¨ªmites de crecimiento y desarrollo. Incluso llegaron a alertar de que las inspecciones forestales son m¨¢s intensas en M¨¢laga que en C¨¢diz.

Los alcaldes serranos de M¨¢laga proponen incorporar a la denominaci¨®n del parque natural el apellido de serran¨ªa de Ronda. Ser¨ªa la manera de apaciguar sus reclamaciones de m¨¢s respaldo de la administraci¨®n auton¨®mica. Casualmente es Ronda el Ayuntamiento menos reivindicativo de los cinco, quiz¨¢ por contar ya con un reconocimiento m¨¢s all¨¢ de su inclusi¨®n en el espacio protegido de Grazalema. Los expertos a los que aluden los Consistorios malague?os se?alan diferencias geogr¨¢ficas, hist¨®ricas o paisaj¨ªsticas para argumentar diferencias con sus vecinos gaditanos y para reclamar la propia idiosincrasia de sus municipios.

La Junta de Andaluc¨ªa se ha autoerigido como ¨¢rbitro. Por eso a finales de enero se?al¨® un punto del d¨ªa sobre este cambio de denominaci¨®n en una reuni¨®n de la junta recorta del parque. Los alcaldes malague?os no asistieron a ese debate por no sentirse bien representados. Lamentaron que el delegado de la Consejer¨ªa de Medio Ambiente de M¨¢laga no acudiera a la cita y s¨ª lo hiciera su hom¨®logo gaditano. Los presentes en esta junta rectora s¨ª profundizaron en esta reclamaci¨®n. Su principal conclusi¨®n es que lo importante no es si el parque cambia o no de nombre, sino si realmente debe permanecer unido. Ese debate, mucho m¨¢s profundo que la mera forma en que debe llamarse al parque, est¨¢ sobre la mesa. Los municipios malague?os, entre la sierra de L¨ªbar y la de las Nieves, podr¨ªan encontrar m¨¢s acomodo en una denominaci¨®n de su propia provincia, que evite las comparaciones. La ¨²ltima junta rectora dej¨® sin resolver el conflicto. Los alcaldes han anunciado pr¨®ximos encuentros para debatir su salida del parque y los requisitos que les exigir¨ªan para conformar un nuevo parque natural o adscribirse a otro. El nombre, en ese caso, ser¨ªa lo de menos. Han pasado 30 a?os desde la creaci¨®n del parque natural de Grazalema. Y hay quien piensa que muchas veces lo mejor para la feliz convivencia es una pac¨ªfica separaci¨®n.