Una juez deniega la custodia compartida a un padre por ser ciego
La magistrada concede al hombre un amplio r¨¦gimen de estancias con sus tres hijos
Ra¨²l Fern¨¢ndez se mueve con naturalidad por su barrio, Valdezarza, al norte de Madrid. Aunque tiene una ayuda: Roy, su perro gu¨ªa. Este hombre ciego ¡ªsolo tiene un 5% de visi¨®n en un ojo¡ª lleva tres a?os luchando para conseguir la custodia compartida de sus hijos. Una sentencia judicial se la deniega por considerar que ¡°adolece de una deficiencia visual que le dificulta para hacerse cargo de tres ni?os¡±. En caso de haberla obtenido, en vez de tener a sus hijos 12 d¨ªas al mes, los habr¨ªa tenido 15.
Fern¨¢ndez, de 41 a?os, tiene los mismos miedos que cualquier padre cuando est¨¢ con sus hijos, pero ninguno relacionado con su discapacidad visual. Los tres menores ¡ªde seis, cuatro y tres a?os¡ª pasan con ¨¦l todos los martes y jueves y dos fines de semana al mes alternos (12 d¨ªas al mes), adem¨¢s de la mitad de las vacaciones. El amplio r¨¦gimen de visitas le fue concedido por la misma juez que le deniega la custodia compartida (15 d¨ªas cada mes) por ser invidente, lo cual deja at¨®nito a Fern¨¢ndez, que se pregunta c¨®mo puede ser apto para cuidar de sus hijos unos d¨ªas s¨ª y otros no.
ONCE: "Sentencia justa"
Una de las organizaciones a las que Ra¨²l Fern¨¢ndez acudi¨® en busca de ayuda fue a la ONCE. La asociaci¨®n califica de ¡°demoledora¡± cualquier decisi¨®n que niegue los derechos de una persona por su discapacidad, pero reconoce como justa la sentencia que deniega la custodia compartida a Fern¨¢ndez. ¡°Ha habido m¨¢s casos similares, pero en este es dif¨ªcil hablar de discriminaci¨®n¡±, explica un portavoz de la ONCE. Cuando conocieron la situaci¨®n de Fern¨¢ndez, acudieron al Comit¨¦ Espa?ol de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) para estudiar su caso. ¡°Es un acuerdo amplio y beneficioso para ambas partes y en el que no existe una discriminaci¨®n clara¡±, aseguran desde la entidad. Explica que el fallo es el habitual cuando los ni?os son de tan corta edad.
¡°La ¨²nica soluci¨®n que le queda al padre es pedir una modificaci¨®n de medidas¡±, a?ade el portavoz. En aquel momento, el menor de los ni?os ten¨ªa un a?o, ahora va a cumplir cuatro, por lo que ¡°podr¨ªan concederle la custodia compartida¡±. El problema para Fern¨¢ndez es la falta de recursos: ¡°Si termino cada mes en menos de 600 euros, ?c¨®mo voy a pagar un abogado?¡±.
La sentencia aclara que, por la corta edad de los ni?os, la situaci¨®n m¨¢s beneficiosa para ellos es la de permanecer con su madre. Adem¨¢s, a?ade que Fern¨¢ndez reconoce no poder hacerse cargo adecuadamente del m¨¢s peque?o. ¡°Nunca dije eso, necesito la misma ayuda que cualquier otra persona que debe atender a tres cr¨ªos¡±, afirma indignado. A?ade que puede atenderlos bien: ¡°Si cuid¨¦ de mis otras dos ni?as, ?c¨®mo no podr¨ªa con este?¡±.
Ha adaptado su vida a la de sus hijos, hasta las cosas m¨¢s peque?as: ¡°Tengo las jeringuillas de cada medicamento que toman marcadas de forma que con el tacto puedo saber qu¨¦ cantidad les doy¡±. Quiere hacer todo lo posible para ofrecerles la seguridad que necesitan, por eso solicit¨® al Ayuntamiento una persona que lo apoyara algunas horas en casa: ¡°Mientras yo los ba?o, ella har¨ªa la cena¡±. Fern¨¢ndez no necesita a nadie para salir a pasear con los tres peque?os, llevarlos al parque o asistir al cine. ¡°La semana pasada fuimos por primera vez a ver una peli y les encant¨®. Ellos tambi¨¦n son conscientes de lo que pasa y, sin yo decirles nada, me dicen: ¡®Cuidado, vamos a cruzar¡±.
El hombre ha recurrido la sentencia, pero sin ¨¦xito. Est¨¢ obligado a pasar a su exmujer una manutenci¨®n para los ni?os de 750 euros. Con su trabajo en la ONCE como vendedor de cupones gana, dice, 1.100 euros (la sentencia se?ala que 1.600 euros en 14 pagas) y debe pagar 600 de alquiler, as¨ª que su familia lo ayuda desde su Asturias natal. No puede mudarse a otro piso m¨¢s econ¨®mico porque necesita espacio para cuando est¨¢ con sus hijos. Reconoce tambi¨¦n la gran dificultad que le supondr¨ªa residir en un barrio desconocido. ¡°He memorizado cada calle, cada farola y aqu¨ª estoy m¨¢s cerca de mis hijos¡±, explica. Si Fern¨¢ndez trasladara su casa, tendr¨ªa que volver a empezar, a recordar las esquinas, d¨®nde comprar el pan y aprender a moverse en el transporte p¨²blico.
Despu¨¦s de tres a?os de pelea judicial, los ¨¢nimos del asturiano empiezan a resentirse. Reclama los derechos que le corresponden como padre, ya que no hay ninguna ley que por su discapacidad le impida conseguir la custodia. Ha solicitado que la juez lo reciba hasta en cinco ocasiones, pero no lo ha conseguido; acudi¨® a diferentes asociaciones de padres y madres en busca de ayuda; pero ya no le quedan recursos. ¡°Los abogados se llevaron todos los ahorros que ten¨ªa¡±, se lamenta.
El fallo recoge el informe que los psic¨®logos emitieron sobre la relaci¨®n de los peque?os con la figura paterna. ¡°Se sienten muy unidos a ¨¦l¡±, recita Fern¨¢ndez de memoria y con orgullo. El amor de padre es lo que le mantiene en lucha: ¡°En Madrid estoy solo, si sigo aqu¨ª es porque mi felicidad son mis hijos. Si no me dejan estar con ellos, ?qu¨¦ me queda?¡±.
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