¡®Ternera¡¯ no es ¡®ternura¡¯
El estadounidense que se asoma a cualquier ventana con sus clases de ingl¨¦s lleva en Espa?a desde los setenta y elige los rincones de Madrid con m¨¢s carga sentimental
1. Mi estudio de radio. Es un lugar que alguno tachar¨ªa de l¨²gubre donde paso 60 horas al mes hablando con 400.000 personas. No me ven ni les veo, pero s¨¦ que est¨¢n ah¨ª y que a algunos (o a algunas) mi voz les toca una fibra sensible. Es un lugar singular, como de otra dimensi¨®n. Incluso cuando entro fuera de las horas de emisi¨®n, percibo una sensaci¨®n especial, parecida a estar en una catedral vac¨ªa.
2. Pista de atletismo de la Complutense. Detr¨¢s de la Casa do Brasil hay piscinas y campos de rugby, pero sobre todo me gusta la pista, porque yo fui campe¨®n de Oklahoma de los 400 metros lisos. Iba en mis primeros dos a?os en Madrid (llegu¨¦ como estudiante en 1972); despu¨¦s dej¨¦ el deporte de competici¨®n. A¨²n paseo por la zona, a veces de madrugada (Juan Herrera, s/n).
3. Paseo del Pintor Rosales. Mi primera residencia fue un piso compartido con otros tres estadounidenses en este paseo, mi primer contacto con Madrid. Me gustan m¨¢s los lugares que me traen recuerdos que los bonitos o id¨ªlicos. Suelo pasear de un extremo a otro, hasta el Templo de Debod.
4. Parque del Oeste. Me gustan todos los parques de Madrid, pero en este a¨²n hay nidos de ametralladora de la Guerra Civil. Soy amante de toda la historia, incluida la espa?ola reciente. Y estos son restos tangibles del avance de las tropas nacionales y la resistencia republicana.
5. Restaurante Edelweiss. Es un restaurante alem¨¢n de los a?os veinte. Tiene las mejores espinacas a la crema, el mejor chucrut y de los mejores codillos de Madrid. Tambi¨¦n hay escalopines estilo vien¨¦s, variedad de salchichas... (Jovellanos, 7).
La voz en ingl¨¦s
Richard Vaughan (Houston, 1951) es ese hombre de voz envolvente y mirada seductora que ense?a ingl¨¦s con su propio m¨¦todo desde su canal de televisi¨®n, su radio, sus cursos a distancia o sus clases presenciales.
6. Bar Restaurante Risol. Aqu¨ª com¨ª el primer men¨² del d¨ªa estilo espa?ol. De estudiante iba casi a diario, costaba 35 pesetas. La primera vez com¨ª macarrones con tomate (me sorprendi¨® la versi¨®n espa?ola con chorizo) y filete de ternera (entonces confund¨ªa la palabra ¡®ternera¡¯ con ¡®ternura¡¯). En EE?UU no existe este concepto de men¨² del d¨ªa bueno y barato, en bares familiares (Altamirano, 15).
7. Mi piano. El 17 de mayo estrenar¨¦ mi primera composici¨®n en el teatro Monumental; todav¨ªa no tiene t¨ªtulo. Soy pianista y guitarrista, no soy un gran int¨¦rprete, pero toco lo suficiente para componer. Mi m¨²sica es semicl¨¢sica, con toques de new age impetuoso. Hay hasta una pieza de rap.
8. La terraza del restaurante Pedralbes. Es un restaurante mediterr¨¢neo muy bueno, aunque algo caro. Tiene una terraza que, cuando hace buen tiempo, es la mejor de Madrid. Yo busco tranquilidad, soy una persona m¨¢s bien retra¨ªda en mi vida privada, aunque mi vida profesional requiera estar mucho de cara al p¨²blico. Aqu¨ª la encuentro (Bas¨ªlica, 15).
9. La iglesia de los Jer¨®nimos. Tiene un estilo que llama la atenci¨®n y nunca cansa, una elegancia muda. Si la miras desde la zona del Congreso es el elemento m¨¢s atractivo entre Neptuno, el Palace, el Prado o el Ritz. Ah¨ª se cas¨® Alfonso XIII antes del bombazo en la calle Mayor (Moreto, 4).
10. Madrid entero. Es la gran ciudad m¨¢s hermosa de Europa. Barcelona, Par¨ªs, Praga o Viena tienen un gran impacto inicial, son muy bonitas. En Madrid no hay este impacto; es un gusto adquirido: cuando lo aprehendes, descubres una belleza muy noble. Me encanta, por ejemplo, el recorrido de la Castellana, de Recoletos a plaza de Castilla.
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