Carnavales austeros, pero coloridos

Originalmente, cuando llegaban los Carnavales los ciudadanos sal¨ªan a las calles ocult¨¢ndose bajo una simple m¨¢scara. Era una forma sencilla de que tanto los nobles como los pobres pudieran por igual esconder su identidad. En ¨¦poca de Carnaval, el modesto pod¨ªa sentirse se?or por unos pocos d¨ªas. Hoy, sin embargo, los disfraces no siguen un orden establecido. El anonimato ya no resulta tan importante, y durante el transcurso de los a?os ha ido desapareciendo la rigidez con la que se eleg¨ªan los disfraces.

Disfraces que, aunque nada tengan que ver con los de siglos atr¨¢s, no han perdido su vistosidad. La variedad importa, pero los trajes siguen brillando por su espectacularidad. Eso s¨ª, el actual contexto econ¨®mico obliga que dicha vistosidad sea m¨¢s modesta. Los ciudadanos buscan ahora algo barato y abrigado, apunta Fernando Arnal, responsable de Casa Angelita, una de las tiendas de disfraces m¨¢s emblem¨¢ticas de San Sebasti¨¢n.

El Carnaval de la capital guipuzcoana no tiene el mismo prestigio que los de Tolosa, la fiesta por excelencia de Euskadi en estas fechas, C¨¢diz o R¨ªo de Janeiro, ni cuenta con la tradici¨®n de Venecia, aunque a comienzos del siglo XX la fiesta de ambas ciudades lleg¨® a ser comparada. Pero ello no impide que cada a?o miles de donostiarras aprovechen para trajearse de otro color.

En los ¨²ltimos a?os, la tendencia en la compra de los disfraces ha estado marcada por la crisis y 2014 no ha sido una excepci¨®n. ¡°Desde siempre hab¨ªamos alquilado primero los trajes m¨¢s caros, porque se buscaba la exclusividad. Nuestros clientes buscaban buenas telas, con mucho detalle y a medida¡±, apunta Arnal. Sin embargo, a pesar de que algunos de esos compradores siguen siendo fieles desde hace 50 a?os, el encargado de Casa Angelita reconoce que ahora son muchos quienes buscan una opci¨®n ¡°m¨¢s econ¨®mica¡±, alquilando por menos dinero trajes en lugar de comprarlos.

Ante esa cierta p¨¦rdida de distinci¨®n, los disfraces m¨¢s cl¨¢sicos cobran mayor protagonismo. Es el caso de los Pitufos, los vaqueros, los relacionados con profesiones o la inveterada tradici¨®n de travestirse.

El encargado de la tienda Jaiak detalla que este a?o los ni?os se han ¡°animalizado¡± mucho y la fauna ha sido un asunto muy repetido en el vestuario. Responsables de la tienda de juguetes Abracadabra, ubicada en la plaza del Buen Pastor, recuerdan que los ni?os van abrigados para ¡°prevenir un mal temporal¡±. En Casa Angelita, en cambio, opinan que en el caso de los adultos el objetivo es ¡°esconder los michelines¡±. El mal tiempo de estos d¨ªas ha influido en la elecci¨®n de vestuarios c¨¢lidos.

Aunque Abracadabra no sea una tienda especializada en disfraces, aprovecha los Carnavales para sacar del almac¨¦n todo su repertorio. De igual manera, los ciudadanos o bien amortizan los ropajes de a?os anteriores o ¡°eligen un disfraz con un precio cercano a los 10 euros¡±, se?ala una empleada de Toys ¡°R¡± Us.

Aun con crisis, la innovaci¨®n siempre logra hacerse un hueco. En el escaparate de la tienda Jostamendi y en el cat¨¢logo de Toys ¡°R¡± Us se suceden dise?os con referencias a la actualidad. As¨ª como el a?o pasado hubo fervor por imitar a los integrantes del d¨²o de electro pop LMFAO, encarnar a los actores de Breaking Bad o imitar a los Minions, los carism¨¢ticos personajes de la pel¨ªcula Gru, mi villano favorito, en este 2014 los Angry Birds, los personajes de las pel¨ªculas Frozen, Iron Man 3 y Capit¨¢n Am¨¦rica o, de nuevo, los Minions, debido al estreno de la segunda parte de Gru, se repiten.

Sin embargo, dos compras est¨¢n sobresaliendo y agotando los dep¨®sitos de las tiendas: aparte de los animales, las cl¨¢sicas Tortugas Ninja y los personajes de Disney forman el listado de los disfraces m¨¢s adquiridos.

Aun estando en el inicio del Carnaval, los rezagados siempre tienen algo por lo que decidirse. ¡°La tendencia cada a?o es dejar la compra para el ¨²ltimo momento¡±, dicen en Toys ¡°R¡± Us. Mari Cruz, por ejemplo, est¨¢ echando un ojo a las estanter¨ªas de Afede y admite que improvisar el ¨²ltimo d¨ªa resulta lo m¨¢s ¡°divertido¡± de la decisi¨®n.