Aumentan los testamentos vitales

Un total de 11.407 vascos han suscrito un testamento vital en el que han dejado escrita su voluntad sobre c¨®mo quieren ser cuidados en caso de caer en una enfermedad que les imposibilite tomar decisiones por ellos mismos. Lo que les empuja a firmar un documento de este tipo es aliviar a sus familiares la carga de tener que optar por suprimir un tratamiento m¨¦dico, algo que puede ser doloroso e incluso motivo de conflicto o fricci¨®n entre ellos.

Adem¨¢s, tambi¨¦n influye el deseo de la persona de planificar los cuidados de salud que quiere recibir o rechazar en el futuro, sobre todo en el caso de que no sea capaz por s¨ª mismo de tomar decisiones. Cualquier persona puede firmar un testamento vital, pero su utilidad es mayor especialmente en enfermos cr¨®nicos con previsi¨®n de empeorar su salud.

La mayor¨ªa de los testamentos vitales custodiados en el registro del Departamento de Salud del Gobierno vasco recogen la voluntad de sus firmantes de que no se les prolongue el sufrimiento o la agon¨ªa en el caso de sufrir una enfermedad para la que "no haya posibilidades razonables de recuperaci¨®n". Tambi¨¦n es muy frecuente el deseo de recibir cuidados paliativos en el domicilio o dejar constancia de la voluntad de donar ¨®rganos y tejidos tras el fallecimiento.

Seg¨²n datos del Departamento de Salud a los que ha tenido acceso Efe, la mayor¨ªa de las personas que suscriben un testamento vital en Euskadi son mujeres (7.720 de 11.407), principalmente de 45 a?os en adelante (6.903).

La mayor¨ªa de las personas que suscriben un testamento vital enEuskadi son mujeres

El hecho de haya m¨¢s mujeres que hombres que firman este tipo de documentos en vida puede deberse al perfil tradicionalmente femenino de quienes cuidan a otros enfermos, lo que las hace m¨¢s sensibles y conscientes ante estas situaciones.

Entre abril de 2004 y enero de 2014, 11.407 vascos han firmado un testamento vital. Los guipuzcoanos (4.998) y los vizca¨ªnos (4.265) son los que m¨¢s documentos de este tipo han registrado, mientras que en ?lava se han contabilizado 2.144.

La mayor¨ªa de las personas ha llevado a cabo este tr¨¢mite acude al registro de voluntades a hacerlo (7.145), mientras que otros 2.457 vascos lo han hecho con ayuda de tres testigos y 1.805 ante notario.

A lo largo de 2013 se suscribieron 1.502 nuevos testamentos vitales, un 13,5 % menos que en 2012, de los que 988 correspondieron a mujeres y 514 a hombres. En 2012 el registro de ¨²ltimas voluntades de Lakua tambi¨¦n contabiliz¨® un descenso en el n¨²mero de testamentos vitales nuevos, ya que la cifra cay¨® un 8,7 % en comparaci¨®n con 2011, el a?o que ha alcanzado hasta ahora la cifra r¨¦cord, 1.898. Desde el a?o 2007, el registro ha ido experimentando ligeros incrementos anuales y de 2010 a 2011 dio un gran salto al aumentar un 35,76 %.

La forma en la que los m¨¦dicos tienen conocimiento de que el paciente posee un testamento vital es a trav¨¦s del propio registro. Seg¨²n la legislaci¨®n vasca, cuando un m¨¦dico atiende a una persona que no est¨¢ en condiciones de expresar su voluntad debe dirigirse al registro de voluntades anticipadas para conocer si ¨¦sta tiene alguno inscrito y acceder a su contenido. El m¨¦dico debe comunicar su contenido al representante designado en el mismo o a la familia.

Adem¨¢s, el registro vasco est¨¢ interconectado con el nacional y con otros registros municipales, lo que garantiza su conocimiento al personal m¨¦dico de otras comunidades aut¨®nomas en el caso de que la persona est¨¦ ingresada en un hospital fuera de Euskadi.

No obstante, Osakidetza recomienda a quien ha firmado un documento de voluntades anticipadas que lo d¨¦ a conocer al m¨¦dico responsable de su asistencia y al centro sanitario donde habitualmente se le atiende para que se incluya en su historia cl¨ªnica, lo que facilita que sea tenido en cuenta en el momento adecuado.