Neutrones entre tinieblas
ESS Bilbao se despide de la construcci¨®n del acelerador de part¨ªculas tras una gesti¨®n tortuosa para centrarse en la colaboraci¨®n con la fuente de Lund
Hubo un d¨ªa en el que Euskadi aspir¨® a convertirse en un lugar de referencia en el mapa de la investigaci¨®n y la ciencia. El consorcio ESS Bilbao, formado por el Gobierno central y vasco, puso en marcha la candidatura espa?ola para hacerse con la construcci¨®n de la Fuente Europea de Espalaci¨®n (ESS, en sus siglas en ingl¨¦s). No pudo ser, gan¨® Suecia. Pero la derrota no supuso obst¨¢culo alguno para que la entidad, en junio de 2009, tras conocerse el fallo, mantuviera la apuesta y abogara por construir un acelerador de part¨ªculas local y convertirse en el socio preferente de la instalaci¨®n sueca.
Pero tampoco esos dos objetivos se van a ver finalmente cumplidos. ESS Bilbao anunci¨® hace dos semanas la renuncia a construir el acelerador, una instalaci¨®n que hasta entonces hab¨ªa sido promocionada con boato y pompa, y se enfocar¨¢ en la creaci¨®n de sistemas y subsistemas para la fuente sueca de Lund.
Un nuevo varapalo para un proyecto con muchas sombras, quiz¨¢s demasiadas. Si ESS Bilbao no se hizo en su d¨ªa con la construcci¨®n de la instalaci¨®n europea fue por ¡°no saber negociar en las altas esferas, porque las cosas no se hicieron mal, la candidatura fue muy digna¡±, asegura Javier Campo, investigador del CSIC y miembro del Departamento de F¨ªsica de la Materia Condensada de la Universidad de Zaragoza, en referencia a las labores diplom¨¢ticas que se tendr¨ªan que haber impulsado. Pero la nueva derrota esconde muchas m¨¢s aristas. ¡°Naci¨® muy mal. Naci¨® como respuesta a un calent¨®n de una derrota brutal e inesperada. Es un proyecto con el que los pol¨ªticos han estado jugando¡±, asegura una fuente conocedora de todo el proceso y que prefiere mantenerse en el anonimato, en referencia a los objetivos marcados por ESS Bilbao tras conocerse que Euskadi no acoger¨ªa la instalaci¨®n europea.
El lugar donde se desarrolle el conocimiento
A pesar de los altibajos, a ESS Bilbao todav¨ªa le queda mucho camino por recorrer. El consorcio que articula la participaci¨®n espa?ola en la Fuente Europea de Espalaci¨®n (ESS, en sus siglas en ingl¨¦s), trabajar¨¢ ahora en exclusividad en la construcci¨®n de sistemas y subsistemas para las instalaciones que se construyan en Lund, Suecia. Esta nueva etapa, como explica el reci¨¦n nombrado director ejecutivo de ESS Bilbao, Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez, se caracterizar¨¢, en primer lugar, por "una colaboraci¨®n intensa" con la instalaci¨®n sueca.
La correcci¨®n de la aportaci¨®n de ESS Bilbao, que ahora asciende a 90 millones, la mitad de lo inicialmente previsto, se desglosa en 70 para la financiaci¨®n de los proyectos concretos que desarrolle la sede espa?ola y unos 20 para "equipos, viajes, electricidad".
"ESS Bilbao va a ser el centro de tecnolog¨ªa que desarrolle el conocimiento para el acelerador con la construcci¨®n de instrumentos", detalla Mart¨ªnez, licenciado en F¨ªsica por la Universidad Aut¨®noma de Madrid, y amplia experiencia en instalaciones cient¨ªficas extranjeras, como el ILL de Grenoble, donde fue director adjunto.
Mart¨ªnez pone un ejemplo para ilustrar el trabajo que ESS Bilbao tendr¨¢ en un futuro "los coches tienen frenos, que a su vez se componen de distintos elementos. Nosotros lo que queremos haces es subsistemas, el disco de freno, la zapata, el sensor ABS para que la rueda no se bloquee", ilustra. Los proyectos que desarrolle para la fuente sueca se dise?ar¨¢n, construir¨¢n y probar¨¢n en el Pa¨ªs Vasco, para luego desmontarlos y volverlos a ensamblar en la instalaci¨®n europea.
El director ejecutivo precisa que ESS Bilbao tiene dos paquetes de trabajo cuya negociaci¨®n con Suecia ya est¨¢ "muy avanzada". Mart¨ªnez adem¨¢s se ha fijado como reto que el consorcio espa?ol "se involucre en la construcci¨®n de uno o dos instrumentos y fuese el responsable total de esa construcci¨®n", lo que permitir¨¢ "el acceso al uso de una tecnolog¨ªa que tiene implicaciones en la biolog¨ªa, la metalurgia, la energ¨ªa, la salud...".
Pero para todo esto, Mart¨ªnez, entre otras cosas, reclama la construcci¨®n de una sede que albergue el banco de pruebas y las oficinas que re¨²nan a todos los trabajadores, dispersos ahora en seis sitios diferentes.
El acuerdo que articul¨® el consorcio espa?ol en 2009 preve¨ªa un presupuesto de 180 millones, lo que supon¨ªa una participaci¨®n del 10% en el proyecto europeo, en el que adem¨¢s de Suecia y Espa?a, colaboran un total de 17 pa¨ªses europeos en distinto grado. Ese dinero ten¨ªa que cubrir la construcci¨®n del acelerador local y la colaboraci¨®n con Lund. Ahora, tras el anuncio de una ¡°redefinici¨®n¡± del proyecto por parte del Gobierno central y vasco, el montante total ha pasado a 90 millones y el porcentaje de colaboraci¨®n a un 5%.
¡°Sospecho que la raz¨®n fundamental ha sido de tipo presupuestario¡±, resuelve el ex viceconsejero de Universidades e Investigaci¨®n del Gobierno vasco, Pedro Luis Arias, que remarca que ¡°es algo que la administraci¨®n central ven¨ªa persiguiendo desde el cambio de Gobierno¡±. Aquel acuerdo de 2009 se fragu¨® entre dos Ejecutivos socialistas, el vasco y el central. Una teor¨ªa que se apresuraron a desmentir la secretaria de estado de Investigaci¨®n, Carmen Vela, y la consejera de Desarrollo Econ¨®mico, Arantza Tapia, cuando detallaron el cambio de rumbo del proyecto.
El nuevo director ejecutivo de ESS Bilbao, Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez, defiende sin embargo que esos 180 millones presupuestados no cubr¨ªan el coste del acelerador local y los compromisos de colaboraci¨®n con Lund. Un dato en el que tambi¨¦n insiste Campo que zanja que con ese dinero ¡°nunca hubieras tenido una fuente regional¡±. El profesor defiende la importancia de asegurar una colaboraci¨®n con Suecia para garantizar el acceso a esa tecnolog¨ªa. Un compromiso que aunque ahora sea del 5%, ¡°razonable por la penuria econ¨®mica¡±, deber¨ªa ir en aumento.
¡°Evidentemente, hubiese sido una instalaci¨®n de tama?o limitado, lejos de lo que puede ser la fuente europea de espalaci¨®n pero hubiese tenido funcionalidades importantes¡±, contrapone Arias, que destaca que el nuevo rumbo del proyecto ¡°pierde una parte importante de su sentido¡±.
El profesor de la Universidad de Zaragoza apunta adem¨¢s a las divergencias que comenzaron a surgir entre Suecia y ESS Bilbao. ¡°No hab¨ªa una colaboraci¨®n real aparente¡±, asegura. Unas relaciones que ahora se supone comenzar¨¢n a enderezarse, y a las que habr¨ªa que sumar la falta de entendimiento con la UPV.
El punto de inflexi¨®n sobre el cambio de rumbo se produjo en el verano de 2012. Un informe de la comisi¨®n de expertos asesora, si bien ensalzaba el trabajo que estaba realizando ESS Bilbao, alertaba sobre los problemas presupuestarios. El dinero previsto, dec¨ªa el informe, no permit¨ªa la construcci¨®n de todo lo proyectado y emplazaba a los responsables del consorcio a la redacci¨®n ¡°urgente¡± de un estudio de viabilidad y al ¡°desarrollo de una hoja de ruta para la construcci¨®n de la instalaci¨®n, incluida su explotaci¨®n y uso cient¨ªfico¡±. Los Gobiernos central y vasco abrieron un periodo de reflexi¨®n, que incluy¨® la destituci¨®n de los antiguos responsables, Joan Bordas, director ejecutivo desde enero de 20012, y Javier Bermejo, responsable cient¨ªfico desde 2007, que ha culminado con la nueva estrategia.
¡°Se ve¨ªa venir desde hace mucho tiempo, hace m¨¢s de un a?o nos dijeron que nos olvid¨¢ramos del acelerador¡±, confirma un trabajador de ESS Bilbao, que prefiere no desvelar su nombre. El equipo ha vivido desde dentro las idas y venidas de un proyecto sobre el que, entre otras cosas, han denunciado en m¨¢s de una ocasi¨®n falta de informaci¨®n.
¡°Sentimos un poco de alivio porque ahora sabemos cu¨¢l es la situaci¨®n real y espero que a partir de ahora se sepa m¨¢s¡±, continua el empleado que recuerda, adem¨¢s, que el rosario de avatares ha producido ¡°un goteo de trabajadores que se han marchado: a la industria, a la UPV y tres de ellos a centros de investigaci¨®n extranjeros. Llegamos a estar 64 y ahora estamos 49 trabajadores¡±.
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