Corrosi¨®n en la patronal catalana del metal
Antoni Marsal, acusado de apropiarse de 600.000 euros, implica a un exinspector de Hacienda La mitad del dinero que se qued¨® el expresidente del la UPM eran fondos p¨²blicos para formaci¨®n El ex alto directivo de la patronal del metal envi¨® el dinero a Andorra y Suiza, seg¨²n la investigaci¨®n
Antoni Marsal, expresidente de la patronal catalana del metal, ha puesto en marcha el ventilador. En su declaraci¨®n como imputado ante la juez que le investiga por saquear los fondos de la Uni¨®n Patronal Metal¨²rgica (UPM), Marsal reparti¨® culpas a diestro y siniestro. El empresario afirm¨® que los responsables de la entidad estaban al corriente de que percib¨ªa un sueldo, pese a que los estatutos lo prohib¨ªan. Marsal atribuy¨® a un exinspector de Hacienda la idea de cobrar mediante facturas por trabajos ficticios y culp¨® a la responsable de formaci¨®n de que esos pagos se hicieran a costa de los fondos p¨²blicos destinados a cursos de formaci¨®n de trabajadores.
Marsal est¨¢ imputado por apoderarse, presuntamente, de 600.000 euros de la UPM. La mitad de ese dinero procede de las subvenciones que el Estado y la Generalitat otorgan a la patronal para que organice los cursos de formaci¨®n. La otra mitad eran fondos propios de la UPM, que agrupa a 18.500 empresas del sector siderometal¨²rgico, una de las patronales m¨¢s potentes de Fomento del Trabajo.
En su declaraci¨®n, a la que ha tenido acceso EL PA?S, el empresario admite que, cuando fue nombrado presidente en 2006 el cargo ¡°era gratuito¡±. Pero defendi¨® que su papel no era solo institucional, sino ejecutivo: por eso decidi¨® fijarse un sueldo de 60.000 euros el primer a?o, que aument¨® a 130.000 al siguiente.
Los honorarios los fij¨® ¨¦l mismo tras consultar ¡°con entidades del ramo¡±. Pero lo hizo ¡°con el consentimiento y conocimiento de personas de dentro¡± de la entidad, en concreto, de la responsable del ¨¢rea jur¨ªdica, Marisol Morales. Marsal admiti¨® que no inform¨® ¡°directamente¡± a la junta directiva de la UPM, pero matiz¨® que ¡°se lo imaginar¨ªan¡± porque ¡°era conocido de toda la plantilla que los presidentes cobraban¡±.
Los pagos en negro a los presidentes han sido una pr¨¢ctica habitual de la UPM. As¨ª lo puso de relieve la documentaci¨®n hallada por la Guardia Civil en casa de Marsal: diversos expresidentes, cargos y empleados de la entidad cobraron hasta 1,12 millones de euros sin declarar en seis a?os. Marsal afirm¨® ante la juez que, cuando alcanz¨® la presidencia, quiso poner fin a esas pr¨¢cticas irregulares. Si no las destap¨®, a?adi¨®, fue para ¡°preservar la honorabilidad¡± de sus antecesores (todos ellos, fallecidos) y para defender la ¡°imagen externa¡± de la UPM, que podr¨ªa resultar da?ada.
Adem¨¢s, sus antecesores cobraban por funciones representativas. Cuando lleg¨® a la UPM, y a pesar de que por aquel entonces no percib¨ªa ning¨²n ingreso ¡ªsus proyectos empresariales hab¨ªan fracasado¡ª no pretendi¨® cobrar, dijo. Pero cambi¨® de idea cuando empez¨® a ¡°realizar trabajos¡±, como negociar convenios colectivos, elaborar presupuestos u organizar eventos relacionados con la gala del metal. ¡°Estaba all¨ª desde las ocho de la ma?ana¡±, defendi¨®.
?C¨®mo cobrar? El principal implicado en la trama dijo que lo consult¨® con el asesor fiscal ?ngel Blesa, que a mediados de los a?os noventa fue jefe de la inspecci¨®n de Hacienda en Catalu?a. Blesa, tambi¨¦n imputado en la causa, le explic¨® ¡ªsiempre seg¨²n la declaraci¨®n¡ª que ¡°si ten¨ªa sociedades para facturar, no habr¨ªa problema en ello¡±.
Seg¨²n la investigaci¨®n, Marsal us¨® dos empresas (MCR y Cuatro 21) para emitir las facturas. El empresario admiti¨® que las sociedades fueron ¡°utilizadas para cobrar los honorarios profesionales por trabajos fuera de la UPM¡±, pero alega que estos s¨ª se realizaron. Y a?adi¨® que no tuvo voluntad de ocultarse porque figuraba, en el registro mercantil, como administrador de ambas.
El expresidente de la UPM acusa a la jefa de formaci¨®n de beneficiar con cursos a la empresa de su marido
El expresidente fue m¨¢s all¨¢ y dijo que otra imputada ¡ªla jefa de formaci¨®n, Magdalena Grau¡ª le indicaba ¡°los conceptos por los que cobrar¨ªa y con cargo a qu¨¦ fondos se pagar¨ªan¡±. Marsal ¡°no intervino en cursos de formaci¨®n¡±, sigue la transcripci¨®n, y no cuestion¨® a Grau porque ¡°llevaba muchos a?os trabajando en el tema de la formaci¨®n¡±. El expresidente a?adi¨® que, por su posici¨®n, Grau era la responsable de elegir a las empresas que dar¨ªan los cursos. Detall¨®, en ese sentido, que ¡°uno de los mayores beneficiarios de esos fondos subvencionados es la empresa CIEF, de su marido¡±.
El esc¨¢ndalo estall¨® en junio de 2012, cuando los trabajadores de la UPM comprobaron que la entidad estaba en n¨²meros rojos y vieron peligrar sus puestos de trabajo. Los empleados (incluida Grau) firmaron una carta-denuncia y Marsal se vio forzado a dimitir. El empresario atribuy¨® esa denuncia a las reticencias que hab¨ªan despertado sus propuestas de reestructuraci¨®n para la UPM. Marsal propuso, dijo, que la propia entidad organizara por s¨ª misma los cursos, lo que iba contra los intereses de algunos responsables; en especial, de Grau.
Seg¨²n los investigadores, los 600.000 euros de los que se apropi¨® Marsal fueron a parar a sus cuentas de Andorra y Suiza y no los declar¨® en Espa?a. Marsal lo neg¨®, admiti¨® que hab¨ªa tenido cuentas en esos pa¨ªses y se neg¨® a dar m¨¢s explicaciones sobre ellas porque ¡°ya las regulariz¨®¡±.
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