La Guardia Civil desmonta en las R¨ªas Baixas su unidad costera antinarcos
Los mandos alegan que c¨¢maras y radares son suficientes para vigilar la costa Las asociaciones profesionales denuncian puntos negros
El Servicio Mar¨ªtimo (Sermar) de la Guardia Civil de Pontevedra ha quedado en dique seco. La vigilancia y control del narcotr¨¢fico en las R¨ªas Baixas que ten¨ªa asignada esta unidad desde hace 17 a?os ha pasado el testigo al SIVE (Sistema Integrado de Vigilancia Exterior), que entr¨® en funcionamiento a finales de 2013 despu¨¦s de un a?o de pruebas. Lo que iba a permanecer como complemento humano a las nuevas tecnolog¨ªas, cubriendo amplias zonas de costa que est¨¢n fuera del radio de acci¨®n de c¨¢maras y radares, ha sido sin embargo desmantelado y ha generado un conflicto laboral.
Los dr¨¢sticos recortes de las patrullas de vigilancia mar¨ªtima ¡ªque solo afectan al sur de Galicia¡ª han puesto en evidencia las carencias de un sistema insuficiente para cubrir los 350 kil¨®metros de costa irregular (desde Agui?o hasta A Guarda) y muy vulnerable a las incidencias climatol¨®gicas, cortes el¨¦ctricos o aver¨ªas t¨¦cnicas que obligan a un continuo mantenimiento y en el que se han invertido m¨¢s de ocho millones de euros. ¡°No cubre el 100% de la costa y necesitar¨ªa el doble de controles para ser operativo en una zona caliente como esta en el tr¨¢fico de drogas¡±, afirman expertos del instituto armado.
Desde el 1 de febrero, a los agentes de la Guardia Civil del Mar les han restringido dr¨¢sticamente las salidas en lancha y se les han encargado nuevos cometidos ajenos a la lucha contra el narcotr¨¢fico, como la persecuci¨®n del furtivismo a la que tambi¨¦n se dedica el Seprona. Los dos barcos de la unidad con base en Mar¨ªn han dejado de patrullar a jornada completa y solo salen dos veces por semana con turnos de ocho horas. Este servicio bajo m¨ªnimos ha afectado adem¨¢s a los ingresos econ¨®micos de los agentes, que pierden los complementos que percib¨ªan como integrantes de las tripulaciones.
Un 50% de ¡°zonas de sombra¡±
El SIVE se estren¨® en Galicia para cubrir las R¨ªas Baixas tras la ¨²ltima oleada de desembarcos de grandes cargamentos que remiti¨® a partir de 2009. A pesar de su alto coste de instalaci¨®n y mantenimiento ¡ªencargado a la empresa Indra¡ª, los expertos coinciden en que el sistema es ineficaz porque no cubre todo el borde costero. Las llamadas ¡°zonas de sombra¡±, las que quedan fuera del radio de acci¨®n de las cuatro c¨¢maras y siete radares que controlan la navegaci¨®n hasta unos 10 kil¨®metros desde tierra, representan un 50% de todo el per¨ªmetro que se pretende controlar, seg¨²n t¨¦cnicos del servicio. Desde Portugal hasta las R¨ªas Altas se han desplegado dos sistemas combinados de videoc¨¢maras con infrarrojos y repetidores de se?al de radares en siete puntos de la costa y en las cuatro islas.
En una noche de descarga con mala visibilidad, las im¨¢genes no ser¨ªan n¨ªtidas y solo funcionar¨ªan los ecos de los radares, insuficientes para activar una alerta. Lo mismo ocurrir¨ªa si hay mar de fondo, porque el oleaje crea una trinchera que impide captar la imagen de una embarcaci¨®n. El eco solo marca el rumbo, velocidad del objeto y posici¨®n en coordenadas GPS, pero si no hay c¨¢mara no se puede precisar si se trata de un pesquero o una planeadora porque, en circunstancias normales, estas suelen ir a una velocidad de cinco o seis nudos para no levantar sospechas. ¡°El SIVE no es infalible. Tiene que ser un complemento a la vigilancia de las patrulleras como ocurre en otras costas de la Pen¨ªnsula. La nuestra, adem¨¢s, no es lineal como en el Levante, lo que duplica las dificultades¡±, apunta un hist¨®rico del cuerpo.
El malestar por el desmantelamiento de la Guardia Civil del Mar ha puesto en pie de guerra al servicio. De los 47 agentes que estaban en activo, solo seis est¨¢n operando en estas nuevas labores, otros cinco son personal de oficina y el resto (36) est¨¢ de baja, psicol¨®gica la mayor¨ªa. ¡°El servicio n¨¢utico ya no existe, lo han desintegrado¡±, aseguran fuentes de las asociaciones profesionales. El Sermar cuenta en su largo historial con importantes operaciones contra el tr¨¢fico de coca¨ªna. En la pasada d¨¦cada intercept¨® el fondeo de 3.000 kilos frente a la isla de Ons. Dos a?os m¨¢s tarde captur¨® en la r¨ªa de Vigo el primer narcosubmarino utilizado en Espa?a por traficantes gallegos y colombianos y en 2008 avist¨® la lanzadera que luego fue incendiada en la playa de A Lanzada (O Grove) de la que se recuperaron otros 1.500 kilos, siendo la principal prueba de cargo contra uno de los m¨¢s importantes grupos de transportistas de Arousa. Tambi¨¦n particip¨® en las investigaciones del pesquero Ratonero, que fue abordado con 1,7 toneladas en alta mar en 2012. El Sermar tambi¨¦n ten¨ªa asignadas otras funciones, como labores humanitarias y auxilio a embarcaciones de pesca o recreo en las r¨ªas, pero la reestructuraci¨®n del servicio y la parada t¨¦cnica de las patrulleras hace inviable que puedan cubrir cualquier contingencia o emergencia. Ante un aviso de salida, las lanchas no ser¨ªan operativas porque necesitar¨ªan media hora como m¨ªnimo para activar el protocolo de arranque de motores y puesta en marcha de los sistemas de navegaci¨®n, sin contar el tiempo que tardar¨ªa la dotaci¨®n en llegar al punto requerido.
¡°Han mutilado la flota y hemos perdido nuestra se?a de identidad por una decisi¨®n arbitraria y absolutamente desacertada que pone a esta provincia como ejemplo de lo que no se debe hacer y sin importar que esta r¨ªa sea un coladero para las redes del narcotr¨¢fico¡±, apuntan, las asociaciones profesionales. La decisi¨®n de reducir turnos de vigilancia y amarrar las lanchas del Sermar fue comunicada a los agentes por el coronel jefe de Pontevedra. Sin embargo se mantienen las dotaciones de A Coru?a y Lugo. Esta ¨²ltima, que se cre¨® en julio de 2013, se provision¨® con una lancha que operaba en las R¨ªas Baixas. Este peri¨®dico ha intentado obtener la versi¨®n oficial de los nuevos cambios en la unidad pero un portavoz autorizado de la comandancia declin¨® la invitaci¨®n. El conflicto laboral e interno que mantiene de baja al 90% de la plantilla ha llegado al Congreso de los Diputados. El diputado del PSOE Guillermo Meij¨®n ha pedido al Ministerio del Interior que aclare las causas de estas bajas masivas y sus posibles efectos negativos en las actuaciones policiales como la prevenci¨®n y erradicaci¨®n del narcotr¨¢fico.
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