Dorita canta en euskera
El inabarcable circo musical del m¨²sico neoyorquino tiende puentes y re¨²ne a los distintos
Si hay un g¨¦nero musical imprevisible, es el jazz. Puede ocurrir, por ejemplo, que uno vaya al Caf¨¦ Central a escuchar jazz, o lo que uno entiende por tal, y termine d¨¢ndose de bruces con Dorita, la protagonista de El mago de Oz, transformada en un d¨²o de alegres cantarinas euskaldunas, para quienes Somewhere over the rainbow es algo llamado Han ostadarraz gaindi.Verdaderamente no sab¨ªa lo que se dec¨ªa Steve Lacy cuando defini¨® el jazz como ¡°el sonido de la sorpresa¡±. Porque, y esto es lo m¨¢s sorprendente de todo, la versi¨®n que las susodichas interpretan es estupenda, am¨¦n de respetuosa con el original. Hay que tener en cuenta a quien est¨¢ detr¨¢s del asunto: el pianista, compositor, pedagogo y algunas cosas m¨¢s Joshua Edelman, anta?o vecino de Madrid, que un d¨ªa viaj¨® al Cant¨¢brico persiguiendo el sue?o de crear un espacio para la ense?anza, investigaci¨®n y difusi¨®n del jazz que hoy es el Jazz Cultural Theatre of Bilbao. Lo pod¨ªa haber hecho en Madrid, piensa uno, hasta que se le vienen las diferencias existentes entre quienes gobiernan una ciudad y la otra, y su relaci¨®n respectiva con la cosa cultural, y entiende.
Edelman aparece sobre el escenario de la que fue su segunda casa en Madrid de gorrilla con visera, pantalones de fieltro y chaleco sin mangas; la viva imagen de Robert Redford en El Golpe, una apelaci¨®n a sus or¨ªgenes neoyorquinos. Junto a ¨¦l, una muchedumbre heterog¨¦nea de hasta nueve int¨¦rpretes, sin contar a los hijos gemelos del pianista, que tambi¨¦n tienen su momento.
El trasiego on & off es constante. Entra en escena Nono Garc¨ªa, reci¨¦n regresado de su C¨¢diz natal, y sale Xabi Arakama cargado con sus dos trikitritxas (acordeones diat¨®nicos utilizados en Euskadi) de diferente afinaci¨®n; finalizan las referidas hermanas Sagastiz¨¢bal de interpretar Bei mir bist du schon a dos voces y emerge de entre las sombras la polifac¨¦tica Susana Santolaria para recitar a Rumi: s¨ª, tambi¨¦n la poes¨ªa persa del siglo XIII tiene cabida en el inabarcable circo musical de Edelman; y el flamenco jondo y la rumba cubana; y Oskorri (Aita semeak) y Oscar Peterson (Hymn to freedom); y el cancionero yiddish y Throw it away,de Abbey Lincoln, la m¨¢s hermosa y triste de las canciones tristes que ha producido el jazz en las ¨²ltimas d¨¦cadas, a la que Nono saca punta con su acostumbrada pericia guitarr¨ªstica; y todo ello mezclado y vuelto a mezclar de la forma m¨¢s conveniente, respondiendo a la idea de su autor de ofrecer una imagen multicultural y viajera de s¨ª mismo. La m¨²sica de Edelman tiende puentes, une di¨¢sporas y re¨²ne a los distintos. A su sombra se acogen veteranos y noveles en igual medida: Manuel Machado, trompetista cubano todo terreno de larga y cumplida trayectoria, y Ander y Julen, los hijos gemelos del pianista, de siete a?os, tambi¨¦n pianistas, cuya versi¨®n a cuatro manos de Nascimento (Barry Harris) resulta una nueva y gratificante sorpresa en un espect¨¢culo plagado de ellas. Lo suyo, proclaman al un¨ªsono, es el jazz. Ya se sabe que de casta le viene al galgo, o a los galgos.
Joshua Edelman ¡°Manhattan Bilbao Jazz-Zubia¡± en el Caf¨¦ Central (14 €). Hasta el domingo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.