El sector naval, entre la esperanza de m¨¢s trabajo y la nueva precariedad
El 'efecto Pemex' y la perspectiva de contratos dan aire a los astilleros de Vigo Los sindicatos denuncian que los empleos creados son cada vez en peores condiciones
Algo se mueve en Vigo. Por ahora es m¨¢s humo que chapa de acero, pero la ciudad respira con la impresi¨®n de que lo peor de estos a?os negros para los astilleros de su r¨ªa empiezan a disiparse. Es un optimismo difuso que se sostiene sobre el alambre de unos pocos contratos firmados y a la promesa de otros con una nueva herramienta para financiarlos (el tax lease) con el pl¨¢cet de Europa. La r¨ªa se ha embarcado en la transici¨®n del dique seco al efecto Pemex, que para los sindicatos tiene m¨¢s de propaganda medi¨¢tica que de realidad contractual. ¡°Pasamos de no tener nada a alimentarnos de esperanza¡±, resume Enrique Castelain, de MCA-UGT en Vigo.
?Bajo la marca de Pemex, Barreras tiene amarrados dos barcos -¡ªun flotel y un atunero¡ª y comprometidos otros cuatro. La empresa aspira a sellar este verano ¡°el mayor contrato de su historia¡± con garant¨ªa de empleo para un lustro. Su presidente, Jos¨¦ Garc¨ªa Costas, infl¨® el globo de las expectativas el pasado 11 de abril cuando anunci¨® conversaciones ¡°muy avanzadas¡± para cerrar un acuerdo ¡°muy fuerte¡± que no detallar¨¢ hasta que est¨¦ ¡°firmado y santificado¡±. ¡°?Podemos hablar de un cierto repunte? S¨ª. Pero no para tanto bombo¡±, critica el responsable de Industria de la CIG.
Con 122 a?os de experiencia en sus gradas, Hijos de J. Barreras es el astillero insignia del naval en Vigo y el de mayor capacidad productiva de Espa?a. Sirve de term¨®metro para medir la salud del sector y marca el comp¨¢s de la construcci¨®n privada en la r¨ªa. En ocho a?os, la misma factor¨ªa pas¨® de querer comprar la antigua Astano a ser comprado por la petrolera mexicana, que se hizo con el 51% de sus acciones por 5,1 millones de euros en diciembre de 2013. Pr¨¢cticamente ¡°una ganga¡± a cambio de carga de trabajo a corto plazo, cuestionan los sindicatos. La inyecci¨®n de fondos le sirvi¨® para sacudirse el fantasma del concurso de acreedores en el que estuvo atrapada de julio de 2011 a septiembre de 2012. Por ahora, los encargos ya rubricados son un flotel ¡ªbuque hotel para albergar al personal de las plataformas petrol¨ªferas¡ª por 150 millones de euros y un atunero para Procesa por 22. El compromiso es sumar cuatro m¨¢s: un supply (apoyo log¨ªstico) y tres buque-tanque para M¨¦xico por 300 millones y, desde el sector, apuntan que hay ¡°opciones¡± de un ferri en Argelia.
Aunque Pemex y Barreras escenificaron en febrero el corte de chapa del flotel mexicano, lo cierto es que era un acto de promoci¨®n de un contrato que la Xunta dio por hecho en 2012, que no se adjudic¨® hasta el pasado enero y que, como pronto, no arrancar¨¢ hasta mediados de mayo. El desembarco mexicano se recibi¨® en Vigo como un salvavidas, aunque Pemex no oculta que sus planes pasar¨ªan por levantar un astillero en el Golfo de M¨¦xico al que transferir el saber hacer de Barreras. ¡°Lo venden como una panacea pero la realidad es otra y se retrasa¡±, apunta C¨¦sar Rodr¨ªguez, de la CIG Metal. De fondo, cuenta, siempre hay problemas de financiaci¨®n, por m¨¢s que Europa diera luz verde al nuevo sistema de tax lease, porque el cr¨¦dito no fluye. Opina que Barreras hace de pantalla para tapar el par¨®n de un sector que est¨¢ lejos de remontar hacia la bonanza del 2007 y que se sirve de la crisis como excusa para introducir, por primera vez, ETT (empresas de trabajo temporal) entre las subcontratas ¡°en condiciones leoninas y con niveles de precariedad laboral¡± que no hab¨ªan visto nunca antes en el naval vigu¨¦s.
¡°La r¨ªa de Vigo es Barreras y cinco m¨¢s, y no a todos les va bien¡±, resume Castela¨ªn (UGT). Son Freire, Vulcano, Metalships, Arm¨®n y Cardama, factor¨ªas medianas y peque?as que han sobrevivido al ¨²ltimo trienio negro con apuros financieros y a base de expedientes de regulaci¨®n de empleo y que encaran 2014 con pocos contratos pero mejores perspectivas.
Freire, por ejemplo, tiene adjudicado el contrato de un buque de investigaci¨®n para Kuwait y una goleta para Indonesia que no acaba de arrancar. Este mes prorrog¨® otros seis meses el ERE a su personal, explican los sindicatos. Vulcano, que pod¨ªa emplear a 800 o 900 personas, busca contratos sin encontrar armador para un buque que trajo del sur ¡°y que se pudre en el muelle¡±, mientras Metalships (grupo Rodman), Arm¨®n ¡ªque tiene su matriz en Asturias¡ª o Cardama, capearon el temporal con reparaciones navales, barcos con alto componente tecnol¨®gico y buques de menor eslora.
La sequ¨ªa naval de Vigo puede aproximarse en cifras. Los m¨¢s de 11.000 operarios que empleaba el sector en 2009 encogieron a poco m¨¢s de un millar en 2013, seg¨²n los datos que manejan las centrales, con el 95% de las auxiliares paradas, resistiendo la tormenta o arrim¨¢ndose a la quiebra. ¡°En tres a?os cerraron m¨¢s de cien y quebr¨® MC¨ªes¡±, precisa UGT, mientras que la CIG dice que empiezan a abundar lo que llaman ¡°empresas de furgoneta¡±: peque?as subcontratas de pintura, soldadura, fontaner¨ªa, electricidad, con muy pocos empleados que ¡°incumplen el convenio y retroceden 20 a?os en seguridad y salud laboral¡±. ¡°No dir¨¦ el nombre del astillero, pero hay trabajadores que suben a la gr¨²a con una botella para no tener que bajar a mear por la presi¨®n que les meten¡±, cuenta Miguel Anxo Malvido, responsable de Empleo de la CIG.
La diputada de AGE, Consuelo Mart¨ªnez, alert¨® d¨ªas atr¨¢s en la Comisi¨®n de Industria del Parlamento de la aparici¨®n de ¡°empresas piratas¡± en la red de auxiliares, inmersas en ¡°una guerra de precios¡± con el prop¨®sito de sacar partido al pastel del contrato con Pemex a base de empeorar las condiciones de sus plantillas. ¡°Montan peque?as empresas que se aprovechan de la situaci¨®n l¨ªmite en la que est¨¢n viviendo muchos antiguos trabajadores del naval y los contratan por salarios de miseria, hasta un 20% menos que antes¡±, denunci¨® Mart¨ªnez, que reclam¨® a la Xunta que tome cartas en el asunto tras recordar que fue el presidente gallego, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, el que se erigi¨® en intercesor de los dos floteles, uno para Vigo y otro para Ferrol, en la precampa?a de las elecciones auton¨®micas de 2012 que revalidaron su mayor¨ªa absoluta. El director del Igape (Instituto Galego de Promoci¨®n Econ¨®mica), Javier Aguilera, respondi¨® a AGE en esa misma comisi¨®n que las empresas buscan ser ¡°m¨¢s competitivas dentro de la legalidad¡± y sac¨® pecho de los cursos de reciclaje para desempleados del naval. Atribuy¨® los contratos con Pemex, a lo que denomin¨® ¡°diplomacia econ¨®mica¡±. ¡°Ha dado sus frutos y dar¨¢ m¨¢s¡±, termin¨® Aguilera. Al presidente de Pymar, la patronal de astilleros privados, no le consta que por el momento ninguna factor¨ªa gallega haya echado mano del nuevo tax lease en la contrataci¨®n de nuevos buques, que s¨ª ya est¨¢n aplicando en Asturias y Pa¨ªs Vasco.
Con todo, a estas promesas de nuevos contratos todav¨ªa sin concretar se aferran la patronal, los sindicatos y centenares de operarios de muchas contratas que se han ido a pique este ¨²ltimo lustro y que esperan que la rueda del naval vuelva a girar y los ponga a flote. La crisis ha hecho mella en un sector que se asom¨® al abismo en Vigo y Ferrol, y ha quedado muy mermado en varios frentes: salarial, derechos sociales y desmovilizaci¨®n sindical.
Todas son renuncias muy dolorosas para un sector capital de la econom¨ªa gallega, por el n¨²mero de empleos directos e indirectos asociados, y que hist¨®ricamente ha exhibido m¨²sculo en las calles a golpe de manifestaciones masivas para contestar las sucesivas reconversiones. Lejos quedan las estampas m¨¢s duras de los a?os ochenta en Vigo y Ferrol. Las movilizaciones son frecuentes, pac¨ªficas pero menos multitudinarias y m¨¢s resignadas que anta?o. ¡°M¨¢s contenidas dir¨ªa yo¡±, apunta un veterano l¨ªder sindical.
¡°Lo peor de todo es que ahora te contentas y tragas con mucho menos¡±, resume Manuel E. Tiene 33 a?os, es ingeniero t¨¦cnico naval y ha trabajado para Navantia hasta que hizo la maleta hacia los astilleros del sur aprovechando los a?os de bonanza. Hace poco que encontr¨® un nuevo empleo despu¨¦s de un ¡°largu¨ªsimo a?o¡± busc¨¢ndolo. Entre el paro y un trabajo peor pagado que antes, se decanta por lo segundo. Sabe que si ¨¦l renuncia, otro lo har¨ªa incluso por menos. ¡°Nadie se ha preocupado de mejorar los sistemas de trabajo y cuando pase la crisis, volver¨¢n los mismos errores pero cobrando menos. No habremos aprendido nada¡±, lamenta.
Otros desahuciados del naval hicieron la maleta al norte de Europa. Es el caso, cuentan en UGT, de un soldador con una d¨¦cada de experiencia que emigr¨® a Alemania y dej¨® en Vigo a su mujer y a dos hijas. Como perdi¨® la cobertura social, tuvo que contratar un seguro m¨¦dico privado para ellas, y lo que cobraba se le iba en gastos. Regres¨® y encadena trabajos de camarero en negro para ir tirando con menos, pero cerca de los suyos. Mientras, Pedro G.D, de 37 a?os, operario de una auxiliar de aceros de Ferrol y en paro desde hace meses, ha pasado por Vigo para dejar su curr¨ªculo. No es el ¨²nico, dice, aunque sabe que, por ahora, las posibilidades de que los llamen a ¨¦l o a sus excompa?eros son muy pocas.
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