Un palacio para un centro de arte ¡°vivo¡±
La presidencia de la Fundaci¨®n Mar¨ªa Cristina Masaveu se establecer¨¢ en Madrid, cerca del tri¨¢ngulo Prado-Thyssen-Reina Sof¨ªa, para impulsar su actividad
Cuando el Museo del Prado mostr¨® parte de la colecci¨®n Masaveu en 1989, hab¨ªa cierta reticencia a que algunas de las obras de arte viajaran desde Asturias y abandonaran la residencia familiar, el se?orial palacio de Hevia, en Siero. Para ese espacio hab¨ªan sido adquiridas y entonces la mentalidad era muy distinta. La belleza de una de las colecciones privadas m¨¢s importantes de Espa?a ha ido saliendo poco a poco, t¨ªmidamente a la luz, y sus piezas se han ido sumando a grandes muestras institucionales. Los Masaveu, la familia asturiana de industriales y una de las grandes fortunas del pa¨ªs, la ha atesorado durante tres generaciones, hasta el total de 1.500 piezas ¡ªarte contempor¨¢neo incluido¡ª que en el presente la conforman. El ¨²ltimo gesto de apertura ha sido la exposici¨®n Colecci¨®n Masaveu. Del Rom¨¢nico a la Ilustraci¨®n, abierta hasta el 25 de mayo en el CentroCentro Cibeles de Madrid.
Los tiempos han cambiado y las ganas de que las actividades de la Fundaci¨®n Mar¨ªa Cristina Masaveu Peterson, ¡ªque ha firmado recientemente un acuerdo con la Colecci¨®n Masaveu para una mayor difusi¨®n de su patrimonio¡ª, tengan m¨¢s proyecci¨®n se evidencian. La ampliaci¨®n de la sede social de la fundaci¨®n en la calle de Alcal¨¢ Galiano en Madrid, hasta llegar a ser un centro de arte da fe de ello. La ubicaci¨®n, cerca de la conocida como milla del oro del arte de la capital, da cuenta asimismo del ¨¢nimo de relaci¨®n y sinergia que se persigue al establecer los cuarteles generales de la instituci¨®n en Madrid.
Y, aunque ¡°no haya palacio que pudiera albergar la colecci¨®n¡±, apunta ?lvaro S¨¢nchez, secretario del Patronato de la Fundaci¨®n Mar¨ªa Cristina Masaveu Peterson, es precisamente un antiguo palacio en Chamber¨ª de principios del siglo XX que se asienta en un solar de 900 metros cuadrados con una superficie de 3.393 metros el que ser¨¢ reformado en aras de los nuevos tiempos.
De las preguntas que a¨²n rodean la ejecuci¨®n del proyecto, la m¨¢s insistente es la que se refiere a que el nuevo centro de arte ¡ªcuya terminaci¨®n se prev¨¦ para finales de 2016¡ª pueda acoger parte de la Colecci¨®n Masaveu, cuyas piezas abarcan desde la Edad Media hasta nuestros d¨ªas. Pero esto depender¨¢, afirma el secretario del Patronato de la Fundaci¨®n, de lo que decida este en funci¨®n ¡°de las posibilidades t¨¦cnicas¡±.
Las actividades a las que se dedica la Fundaci¨®n Mar¨ªa Cristina Masaveu combinan proyectos culturales con la educaci¨®n, por ejemplo por su programa de becas de estudios, y la investigaci¨®n cient¨ªfica. Poder tener m¨¢s potencial y organizaci¨®n en este empe?o es uno de los pilares del nuevo centro de arte, indica ?lvaro S¨¢nchez quien as¨ª tambi¨¦n define el plan: ¡°Deseamos que sea un centro de arte vivo¡ Una fundaci¨®n de esta naturaleza busca su espacio propio para poder desarrollar sus proyectos para seguir con las colaboraciones con instituciones. Dotarse de las propias instalaciones da versatilidad, la capacidad de programar a m¨¢s medio plazo, y no depender de los espacios de los otros¡±.
Los Masaveu por la historia del arte
?ngel Aterido, comisario de la exposici¨®n Colecci¨®n Masaveu. Del Rom¨¢nico a la Ilustraci¨®n que se exhibe en el CentroCentro Cibeles de Madrid, ha dise?ado la muestra, con 63 obras desde el siglo XII hasta el XIX del n¨²cleo primitivo de la exposici¨®n que se re¨²nen por primera vez, en tres secciones en torno a la idea de Imagen y materia. La madera y el oro, primero; a continuaci¨®n, entre el G¨®tico y el Renacimiento; y finalmente, el triunfo de la pintura sobre lienzo. Algunas de estas joyas han podido ser solo vistas hasta ahora por los empleados de la Corporaci¨®n Masaveu, en despachos o salas de reuniones, transformados en ¡°pr¨¢cticamente un museo¡±, seg¨²n Aterido. El Greco con un ¨®leo sobre tabla de El expolio de Cristo, ¡°una pieza enigm¨¢tica¡±, explica Aterido en un paseo por la muestra, ya que se desconoce si es anterior o posterior a la de la sacrist¨ªa de la catedral de Toledo; Mathis Gerung con la obra El campamento de Holofernes, El Bosco, Jos¨¦ de Ribera, Bartolom¨¦ Esteban Murillo, Francisco de Zurbar¨¢n con el espl¨¦ndido Santa Catalina de Alejandr¨ªa (hacia 1640) del cual, apunta el comisario, no se tuvieron noticias hasta 1988, o una exquisita estatua de Pedro de Mena, San Diego de Alcal¨¢ (alrededor de 1658-1670) en perfecto estado de conservaci¨®n que esperaba oculta en un rinc¨®n de la capilla familiar. Hab¨ªa sido atribuida al maestro de Mena, Alonso Cano, cuyo ¨®leo San Jos¨¦ y el ni?o se contempla al lado de la talla de ojos de vidrio y pesta?as de pelo natural.
Un gui?o de la muestra a Madrid, que ser¨¢ m¨¢s casa de la Fundaci¨®n a partir de 2016, se ofrece en La Virgen de los Desamparados acogiendo a los pobres, pintura de Vicente L¨®pez (Valencia, 1772-Madrid, 1850) que estaba en el oratorio de la finca que la reina Mar¨ªa Cristina ten¨ªa en Carabanchel, relata Aterido.
Las obras de reforma contemplan la separaci¨®n de los espacios p¨²blicos y privados, de manera que las primeras plantas ser¨¢n destinadas a ser espacios expositivos y de difusi¨®n, y las zonas de representaci¨®n y de oficinas ocupar¨¢n las restantes, incluida la presidencia de la fundaci¨®n. Las ¨¢reas de exposici¨®n ocupar¨¢n entre el 50% y el 60% del espacio; habr¨¢ un auditorio que acoja 150 butacas en el s¨®tano que se destinar¨¢ a la organizaci¨®n de conferencias, cursos o conciertos.
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