Kutxabank afronta la entrada de capital privado pero sin perder el control pol¨ªtico
El banco vasco y las cajas se hallan en una encrucijada, con la oposici¨®n de Bildu a dar entrada a nuevos socios y en v¨ªsperas de ser fundaciones bancarias
Ser una caja de ahorros en Alemania no tiene nada que ver con sobrevivir con esa forma en Espa?a. Las primeras tienen una configuraci¨®n muy pegada a los municipios en el pa¨ªs que manda en la UE, y las segundas, entre las que se encuentran las tres vascas, est¨¢n en fase de reinventarse o morir, en un pa¨ªs que desgraciadamente cumple ordenes. Entre los dos modelos se mueve el p¨¦ndulo pol¨ªtico vasco aunque este se pase mucho m¨¢s tiempo junto a la propuesta del presidente de Kutxabank, Mario Fern¨¢ndez, que comparten PNV, PSE y PP, que en el lado que preconiza la izquierda abertzale.
El primer grupo persigue un banco con tres socios principales ¡ªlas tres cajas vascas convertidas en fundaciones a finales de este a?o¡ª con una participaci¨®n total en la entidad bancaria de en torno al 30% en unos ocho a?os y el resto capital privado, pero controlado.
Los segundos miran hacia la red de instituciones de cr¨¦dito municipal que pueblan las ciudades alemanas y que mantienen su identidad al servicio de los municipios, y de las personas y comercios que los habitan. Aunque estas, las Sparkassen, tienen en una decena de Ladesbanken sus bancos de referencia, estatales y organizados de forma regional. En Espa?a muchas cajas han sido nacionalizadas y ahora tienen cinco a?os para deshacer posiciones mayoritarias respecto de sus bancos. Solo en 2008 y 2009 Alemania comprometi¨® para esos bancos medio bill¨®n de euros debido a los problemas que arrastraban despu¨¦s de haber comprado grandes cantidades de hipotecas t¨®xicas norteamericanas.
Los dos modelos dicen garantizar la obra social de las cajas pese a estar en cuesti¨®n al financiarse exclusivamente con los beneficios que genera el banco, y sobre todo en una coyuntura como esta en la que las entidades financieras tienen limitaciones regulatorias para repartir beneficios.
Y los dos modelos dicen tambi¨¦n defender el arraigo a una tierra que les ha visto crecer desde las antiguas cajas municipales, hasta la fusi¨®n con las provinciales y finalmente la fusi¨®n fr¨ªa que alumbr¨® el banco.
¡°Nadie duda de que La Caixa no dejar¨¢ su Obra Social¡±, explica el banco
Curiosamente, el hecho de que Alemania sea la que dirige el tr¨¢fico y Espa?a la regulada es el principal problema sobre todo por las dudas que genera el sistema de cajas espa?ol en quienes tienen ahora el control.
Aunque es cierto que ninguna regulaci¨®n europea obliga a una privatizaci¨®n tan extrema como el 70% que impulsan los regentes de Kutxabank, las trabas que est¨¢ poniendo la Troika ¡ªy las que puede poner¡ª a quien persiga el mantenimiento y consolidaci¨®n de un modelo de cajas menos bancarizado, asustan. Y eso sin contar con los plazos y limitaciones que impone la Ley de Cajas para el pr¨®ximo lustro. De hecho, el mismo miedo que movi¨® a Bildu a apoyar el protocolo de privatizaci¨®n, es el que ahora invita a seguir dando pasos para privatizar el banco: el miedo a las consecuencias de no poder capitalizarse en caso de necesidad.
Cuando Bildu comprendi¨® que tendr¨ªa que afrontar con fondos de la Diputaci¨®n de Gipuzkoa y del Ayuntamiento de San Sebasti¨¢n, ambos en sus manos, un eventual desajuste del balance de una Kutxa aislada como caja, la izquierda abertzale dio luz verde a la integraci¨®n en Kutxabank. Y un eventual desajuste en el balance puede llegar, no solo por hacer mal las cosas, sino porque el regulador tiene capacidad para exigir dotaciones extraordinarias o cuantiosos fondos de reserva.
El tr¨¢nsito que propone la mayor¨ªa parlamentaria vasca es seguir adelante con ese camino desde las antiguas cajas, ¡ªcon control p¨²blico y una eventual responsabilidad de las administraciones fundadoras en caso de problemas¡ª, a una entidad con capital privado y con una limitada responsabilidad de los fundadores, al diluir su participaci¨®n hasta un 30% ¡ªpor copiar el modelo italiano¡ª, pero manteniendo un f¨¦rreo control pol¨ªtico. Este modelo resuelve el principal problema que ten¨ªan y por el que est¨¢n siendo penalizadas, su incapacidad para capitalizarse. Sin embargo, los m¨¢ximos representantes de las dos entidades fundadoras de Kutxa, el diputado general, Martin Garitano, y el alcalde donostiarra, Juan Karlos Izagirre, ambos de Bildu, anunciaron hace dos semanas que, pese a haber firmado el protocolo de privatizaci¨®n en su d¨ªa, se pasan al otro lado. Creen que el modelo de Fern¨¢ndez ¡°vulnera lo pactado en el contrato¡±. Una encrucijada, en v¨ªsperas de convertirse en fundaciones bancarias e iniciar la ciaboga hacia un banco con un consejo de administraci¨®n, aparentemente menos politizado. Fuentes del consejo de administraci¨®n de Kutxabank aseguran que se puede manejar un banco, con un 30%. ¡°Baste recordar que Emilio Bot¨ªn controla el Santander cuando su familia apenas si tiene el 1% de las acciones y Villar Mir es el segundo accionista tras hacerse con el 0,24%¡±.
¡°Con un 30% se puede controlar un banco. Bot¨ªn lo hace con el 1%¡±
La Caixa ya ha resuelto su estructura. ¡°No creo que nadie dude de que La Caixa va a abandonar su obra social¡±, explican. La Caixa se va a convertir en fundaci¨®n, y tiene muy claro que se dedicar¨¢ a la Obra Social despu¨¦s de traspasar sus activos a Criteria y a Caixabank. En Euskadi, el presidente de Kutxabank dice que sabe c¨®mo adaptarse para seguir inyectando fondos a la Obra Social, pero no acaba de hacerlo p¨²blico a la espera de extender su propuesta a los tres socios. Pero la izquierda abertzale se ha desmarcado p¨²blicamente de ese eventual proceso, pero tampoco atina con una propuesta concreta, sino que apela a un modelo gen¨¦rico, el de las cajas alemanas dif¨ªcilmente aplicable.
El problema es que el tiempo se echa encima y con la Ley de Cajas y Fundaciones Bancarias sobre la mesa ya no hay margen de maniobra. El carril est¨¢ marcado, la BBK tiene que perder la posici¨®n de control en el banco ¡ªaunque hay tiempo¡ª y el gran debate pendiente, sobre todo en Gipuzkoa, donde m¨¢s trabas se ha puesto a las fusiones, fr¨ªas o calientes, es si seguir adelante y c¨®mo, a la vista de que es imposible ir marcha atr¨¢s.
El consejo de Kutxa est¨¢ bloqueado con un empate a siete votos que augura problemas en la toma de decisiones salvo por el voto de calidad de presidente. No quieren participar en lo que han calificado como ¡°la mayor perdida patrimonial de los vascos de todos los tiempos¡±.
Un enunciado que augura una batalla social y pol¨ªtica de calado en breve ante la inminente apertura del consejo de administraci¨®n del banco, bien por la v¨ªa de entrada de nuevos socios o a trav¨¦s de nuevas adquisiciones que diluyan la participaci¨®n de BBK por debajo del 50%, de momento la ¨²nica obligaci¨®n legal que tienen.
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