Antes est¨¢ el derecho a dudar
Raimon es ejemplar tambi¨¦n en sus dudas, las propias de un intelectual y de un valenciano catalanista y responsable
En la duda y no en la certeza est¨¢ la clave. Sin duda no hay pensamiento. Tampoco deliberaci¨®n, ni confrontaci¨®n racional de argumentos. En la duda y no en la certeza est¨¢ el fundamento de la ciudadan¨ªa activa y en consecuencia de la democracia.
La duda no sirve a quienes quieren reducir la democracia a depositar una papeleta en una urna cada cuatro a?os. Pero menos sirve todav¨ªa a quienes quieren organizar una votaci¨®n ¨²nica y definitiva, un vuelco inexorable, determinado por una din¨¢mica de la historia inscrita en los astros.
Los dubitativos, y todav¨ªa m¨¢s los dubitativos conscientes y reivindicadores, son un estorbo para quienes quieren aprovechar una oportunidad inesperada. Las dudas no convienen a creyentes, convencidos y conformistas. Menos todav¨ªa a acomodaticios y oportunistas que se han pasado de bando y se han dejado empujar e intimidar. Nadie m¨¢s intransigente que un converso. En tiempos de hegemon¨ªas oce¨¢nicas y unanimismos, las preguntas ofenden.
Veamos lo que nos dicen las certezas. La hoja de ruta est¨¢ ya trazada. No hay marcha atr¨¢s. S¨ª o s¨ª, o incluso s¨ª y s¨ª. Hay l¨ªneas rojas que no podemos pisar. Tenemos un calendario y una f¨®rmula irrenunciables. Hay plazos perentorios. Tenemos prisa. No reconocemos ninguna v¨ªa tercera o intermedia entre la nada que identificamos con lo que tenemos y el todo que queremos y creemos obtener de inmediato.
?Qu¨¦ papel queda para el ciudadano que duda? Quien dude de la fecha, las preguntas y el objetivo hist¨®rico, merecer¨¢ quedar descalificado, ya no como enemigo de la patria, sino incluso como enemigo de la democracia.
Y sin embargo, la duda no excluye el problema. Al contrario, le da profundidad y amplitud. Si partimos de la duda, podemos al final incluirnos a todos. Si partimos de la certeza dictada por alguien que ha decidido ya el camino y el destino, entonces es seguro que nos dividiremos y fracasaremos. Todos por igual, por cierto.
El problema es real y consistente. Es una cuesti¨®n de democracia: una poblaci¨®n circunscrita en un territorio perfectamente reconocible no puede ser gobernada civilizadamente sin su consenso, algo que todos sabemos cu¨¢ndo y por qu¨¦ se rompi¨®.
El lehendakari Urkullu ha se?alado los pasos y el orden de los factores, sea cual sea la sustancia: di¨¢logo, negociaci¨®n, pacto, y al final, ratificaci¨®n democr¨¢tica. El presidente Mas, en cambio, ha situado las urnas por delante, en forma de una consulta para la independencia. Todo lo ha decidido unilateralmente sin pasar antes por unas elecciones con un programa claro como los nacionalistas escoceses: Junqueras s¨ª esgrimi¨® la independencia; CiU, solo el confuso Estado propio dentro de Europa. Mas quiere el derecho a decidir lo que ya est¨¢ decidido. Por eso quienes dudan estorban.
El derecho a decidir est¨¢ muy bien. Lo avala el Tribunal Constitucional. Pero antes y por encima est¨¢ el derecho a dudar, obligaci¨®n incluso para quien quiera pensar por s¨ª mismo. Y eso es lo que ha avalado en sus declaraciones y en sus recitales, con su tranquila apolog¨ªa de la duda, el ¨²ltimo Premi d'Honor de les Lletres Catalanes, Raimon Pelegero.
Ya es notable y merecido que vaya a Raimon el premio que da Omnium Cultural a quien "per la seva obra liter¨¤ria o cient¨ªfica, escrita en llengua catalana, i per la import¨¤ncia i exemplaritat de la seva tasca intel¡¤lectual, hagi contribu?t de manera notable i continuada a la vida cultural dels Pa?sos Catalans". A fin de cuentas, es el primer cantante y autor de canciones que lo recibe. Pero m¨¢s notable es que sea porque, en efecto, ha contribuido como muy pocos a la preservaci¨®n de la lengua y de la cultura de los ciudadanos de habla catalana sin dejar de expresar dudas ni de interrogarse, incluso ahora mismo, en el tiempo de las grandes certezas y unanimidades.
Independencia o asimilaci¨®n, tal es la dicotom¨ªa radical que plantean quienes han impulsado el proceso, convencidos, nos dicen, de que no hay terceras v¨ªas en el futuro de Catalu?a. Es una tesis que exige la foto fija del actual momento pol¨ªtico, desde que han descarrilado los consensos y la crisis ha corro¨ªdo las instituciones. Desde Valencia y tambi¨¦n desde Mallorca, no tan solo es leg¨ªtimo sino racional y obligado, incluso para la m¨¢s plena visi¨®n catalanista, evaluar la tercera v¨ªa con algo m¨¢s de cuidado. No est¨¢ claro que la independencia sea m¨¢s beneficiosa para la unidad de la lengua y la cultura catalanas de lo que pudiera serlo combatir por la continuaci¨®n de la convivencia de todos los ciudadanos catalanohablantes dentro de una Espa?a plural, organizada como un Estado federal y plurinacional.
Si en las dudas de Raimon despunta la tercera v¨ªa, no es solo por su temple de intelectual cr¨ªtico sino tambi¨¦n por su preocupaci¨®n por la unidad catalana y por el futuro de la lengua en Valencia y Mallorca. Omnium Cultural ha premiado, quiz¨¢s sin calcularlo, la ejemplaridad de sus dudas. Por eso el Premio y los cuatro recitales en el Palau desde el pasado jueves hasta ayer, adem¨¢s de un goce para sus numerosos admiradores y amigos, son una incitaci¨®n a la duda y un llamamiento a que todos las respeten, tanto las del cantante como de quienes quieran seguir su ejemplo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.