Marcial Dorado, al juez: ¡°Seguir¨¦ en pie porque todo lo que tengo es legal¡±
El condenado por narcotr¨¢fico defiende que amas¨® su fortuna vendiendo tabaco
¡°Por mucho que me hundan y por mucho que quieran hacer conmigo, seguir¨¦ de pie porque todo lo que tengo es legal y transparente¡±, proclam¨® ayer el contrabandista Marcial Dorado al tribunal de la Audiencia Nacional que le juzga por blanquear 22 millones de euros, intervenidos en dinero y patrimonio en 2004 tras su detenci¨®n por narcotr¨¢fico. La esperada declaraci¨®n de Dorado se inici¨® con el interrogatorio de la fiscal, Cristina Toro, que provoc¨® algunas encendidas contestaciones del acusado cuando se le pregunt¨® por el origen del dinero. Dorado lleg¨® a afirmar que su vinculaci¨®n con el tabaco fue legal y en ning¨²n momento se refiri¨® a su actividad como ¡°contrabandista¡±.
?Tratando de desmontar la tesis de la fiscal¨ªa de que toda su fortuna procede del narcotr¨¢fico, Dorado insisti¨® una y otra vez en que trabaj¨® como importador de tabaco legal cuando no era delito en Espa?a y como apoderado de un holding de inversi¨®n suizo. ¡°Todo legal. Tra¨ªa el tabaco y lo vend¨ªa a personas legales desde 1978, nunca narcotraficantes, y gan¨¦ much¨ªsimo dinero que invert¨ª en mis empresas¡±, afirm¨® el contrabandista que en los a?os noventa, en pleno florecimiento del negocio, mantuvo una estrecha amistad con el actual presidente de la Xunta, Alberto N¨²?ez Feij¨®o. ¡°Es usted, se?or¨ªa, la que dice que el dinero es il¨ªcito y no s¨¦ por qu¨¦ me hacen esto. Jam¨¢s me he dedicado al narcotr¨¢fico. Le he jurado a mi hijo peque?o que jam¨¢s lo he hecho, que lo demostrar¨¦ y que siempre lo negar¨¦, porque, por mucho que ustedes quieran, todo eso es falso¡±, declar¨® en tono crispado.
La fiscal le fue preguntando por su relaci¨®n con cada uno de los acusados para pasar a la compra de la sociedad matriz, Programallo, con domicilio social en Vilagarc¨ªa. Dorado neg¨® haber conocido al agente de Aduanas Eugenio Fontenla, acusado de pasar informaci¨®n confidencial al contrabandista a trav¨¦s del guardia civil S¨¢nchez Zabala, tambi¨¦n imputado en este proceso por blanqueo y revelaci¨®n de secretos. ¡°No lo ve¨ªa nunca¡±, dijo. Aparentemente tranquilo, Dorado fue interrumpido en varias ocasiones mientras se solventaban continuos fallos t¨¦cnicos de la megafon¨ªa en la sala de audiencias, momentos que aprovech¨® para recurrir al botell¨ªn de agua.
Tras reanudarse la sesi¨®n, la fiscal pas¨® a interrogarle sobre las empresas navieras que, seg¨²n la acusaci¨®n, utiliz¨® para construir embarcaciones de alta velocidad a fin de operar en el narcotr¨¢fico, como Astilleros H¨¦rcules y Gallega Off Shore, con base en Ferrol, aunque Dorado dijo que esta ¨²ltima nunca fue suya. Sobre la inversora Masol Aktiengesellschaft de Liechtenstein, admiti¨® que anualmente renovaba su participaci¨®n como apoderado de esta empresa aunque su domicilio estaba en Vilagarc¨ªa, donde compr¨® un p¨¢rking y un edificio en la calle Doctor Tour¨®n con dinero procedente de Suiza. ¡°Pero todo justificado¡±, aclar¨®. Del llamado ¡°grupo Marcial¡± solo reconoci¨® ser apoderado de aproximadamente la mitad de las empresas del entramado y asegur¨® que desconoc¨ªa incluso la existencia de algunas que aparecen en los informes del Servicio de Vigilancia Aduanera tanto en el extranjero como en Espa?a. ¡°Resid¨ª en Suiza y desde los holdings bancarios con los que trabajaba se hac¨ªan las transferencias a las compa?¨ªas del grupo, dinero que proced¨ªa de la importaci¨®n de tabaco que era un negocio l¨ªcito porque todas mis empresas lo eran¡±, dijo. Reconoci¨® su vinculaci¨®n con el gestor de fortunas suizo Vincenzo Liparulo para controlar y reinvertir fondos bancarios. Tambi¨¦n admiti¨® ingresos en met¨¢lico en BNP Paribas de hasta 3,2 millones de euros en diciembre de 1997. ¡°Ese dinero era de los grandes beneficios de los cargamentos de tabaco y la gesti¨®n para obtener m¨¢ximos rendimientos se la hab¨ªa asignado a Liparulo¡±, se defendi¨®.
El acusado afirm¨® que todo el dinero que hab¨ªa en Suiza pertenec¨ªa al holding, pero ¨¦l solo era un inversor . ¡°Yo no soy el due?o de todo, soy solo apoderado¡±, insisti¨® ante las incisivas preguntas de la fiscal, que trataba de arrancarle una respuesta aclaratoria sobre la propiedad del patrimonio intervenido. El acusado repiti¨® constantemente que eran los gestores y las empresas suizas las que mov¨ªan el dinero. ¡°A mi nombre no se compr¨® nada¡±, se?al¨®. ¡°El dinero es muy l¨ªcito y hasta que me quede un h¨¢lito de vida lo seguir¨¦ diciendo¡±. ¡°Se me rechaz¨® una inversi¨®n importante en A Illa de Arousa y al final invert¨ª el dinero en la compra de una f¨¢brica de aceite en Marruecos¡±, dijo al tribunal. Tambi¨¦n admiti¨® la compra de una finca en Portugal con una plantaci¨®n de vino, Quinta do Feital, por 50 millones de escudos, ¡°No recuerdo desde cu¨¢ndo es m¨ªa. No me diga nada, porque no lo recuerdo, pasaron muchos a?os desde 1990¡±, aleg¨®.
¡°Yo siempre invert¨ª el dinero que ganaban mis empresas, y desde que fui detenido d¨¢bamos asco, se?or¨ªa, puestos delante de las puertas de los bancos porque no nos daban nada. Lo que gan¨¦ es producto de negocios como gasolineras, gracias a los pr¨¦stamos suizos. El entramado que dice usted se refiere a Petrogalicia, un proyecto de 900 millones de pesetas para hacer un puerto deportivo en A Illa que nunca se lleg¨® a hacer. Se compraron varias fincas, por eso se constituye la compa?¨ªa Global Taunt¡±, explic¨®.¡°Mi firma va en todas las compa?¨ªas, no hay ocultaci¨®n y no permito que nadie diga lo contrario. Igual que con los pr¨¦stamos, que hab¨ªa que hacerlos como Dios manda y justificarlos ante Hacienda en Espa?a y en Suiza¡±.
En cuanto a los d¨¦cimos de loter¨ªa por valor de medio mill¨®n de euros que gan¨® en 1998 y que sirven como prueba de blanqueo ¡ªcontra ¨¦l y contra sus tres hijos ¡ª Dorado no reprimi¨® su enfado. ¡°Llevo 20 o 30 a?os comprando loter¨ªa en el bar La Chabola, que vende boletos del equipo [de f¨²tbol] del C¨¦ltiga, y me alegr¨¦ de que tocara en la isla. Cuando me dijeron que me acusaban de hacer una falsificaci¨®n es para una pel¨ªcula, para dar un infarto y reventar¡±, reproch¨® a la fiscal.
La declaraci¨®n de Dorado continuar¨¢ hoy con el interrogatorio de los m¨¢s de 16 letrados de las defensas, que intentar¨¢n contrarrestar el escrito de acusaci¨®n por el que al contrabandista le piden 15 a?os de c¨¢rcel y el decomiso de todo su patrimonio.
Acusados dan la espalda a su antiguo jefe
La tercera jornada del juicio dio un vuelco para la defensa de Dorado con la declaraci¨®n de dos de los acusados que colaboraron con el contrabandista en la creaci¨®n del enorme entramado intervenido, compuesto por 24 compa?¨ªas espa?olas y 13 extranjeras. Los imputados admitieron como ciertos los hechos que se relatan en el escrito de acusaci¨®n de la fiscal, de 85 folios.
El guardia civil Jos¨¦ Manuel S¨¢nchez Zabala que hab¨ªa declarado contra Dorado en el juicio por el que fue condenado a dos a?os y cinco meses de c¨¢rcel por cohecho en 2007 ¡ªaunque luego se desdijo para convertirse en colaborador en sus empresas¡ª reconoci¨® ayer los cargos que se le imputan, al igual que Sara S¨¢nchez Rodr¨ªguez, que incluso declar¨® que el dinero que manejaba Dorado era de ¡°procedencia il¨ªcita¡±. Los que fueran presuntos testaferros del contrabandista para canalizar fondos econ¨®micos a trav¨¦s de sus empresas a para¨ªsos fiscales se convirtieron por momentos en testigos de cargo de la fiscal¨ªa aunque no aclararon si hab¨ªan alcanzado alg¨²n acuerdo de conformidad para obtener beneficios penitenciarios. De hecho, ninguno de los dos quiso responder a las preguntas de los abogados del resto de los acusados y alguno, como el defensor de Dorado, fue llamado al orden por el tribunal cuando dej¨® caer que ambos hab¨ªan ¡°cambiado de bando o de bandera¡±.
S¨¢nchez Zabala, mostr¨¢ndose aparentemente arrepentido, solo admiti¨® que hab¨ªa trabajado en la embajada de Espa?a en Rabat bajo las ¨®rdenes del teniente coronel tambi¨¦n acusado Jos¨¦ Miguel Casta?eda (ausente por enfermedad en el juicio) y que se hizo pasar por miembro del CNI para conseguir documentaci¨®n confidencial del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) a fin de favorecer a Dorado y contrarrestar las investigaciones que hab¨ªa ordenado el juez Jos¨¦ Antonio V¨¢zquez Ta¨ªn a ra¨ªz de la detenci¨®n del arousano por narcotr¨¢fico en 2003. Tambi¨¦n reconoci¨® el guardia civil en excedencia que se hizo pasar por un tal Seraf¨ªn para presentar una denuncia falsa contra Ta¨ªn y el jefe de Aduanas, Hermelindo Alonso, utilizando los documentos que le facilit¨® Eugenio Fontenla, agente del SVA y asimismo acusado en este proceso.
El tribunal rechaz¨® la solicitud de las defensas de pedir los contratos que pudiera haber firmado la Xunta con algunas de las 24 sociedades que forman parte del entramado de presunto blanqueo de dinero desde 1990 hasta 2003. Tambi¨¦n desestim¨® reclamar las ayudas, subvenciones o concesiones administrativas que tramit¨® el Gobierno gallego, as¨ª como los Ayuntamientos de Vilagarc¨ªa y A Illa de Arousa, donde Dorado tiene su residencia. La Sala, presidida por la magistrada Manuela Fern¨¢ndez Prado, esgrimi¨® que esta prueba no es admisible porque ¡°supondr¨ªa abrir una nueva fase de investigaci¨®n impropia de este momento de la vista oral¡±. Seg¨²n la presidenta, esos documentos deber¨ªan haberse solicitado durante la instrucci¨®n del caso.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.