A la b¨²squeda de ¡®Barkeno¡¯

Entre octubre y diciembre de 1936 las obras de arte depositadas en el Museo de Arte de Catalu?a de Montju?c fueron trasladadas a los dep¨®sitos de Olot y Darnius, en Girona, lejos del peligro de las bombas. All¨ª estuvieron hasta el final de la guerra civil en 1939, momento en que regresaron a Barcelona. Todas, menos una caja con monedas pertenecientes al Gabinete Numism¨¢tico de Catalu?a a las que se le perdi¨® la pista entre el viaje de ida y vuelta. Entre las piezas de metal desaparecidas estaba una casi m¨ªtica: un peque?o dracma de plata ib¨¦rica acu?ada en el siglo III antes de Cristo, a imitaci¨®n de las monedas griegas que se fabricaban en Emporion (actual Emp¨²ries) en las que se puede ver en el anverso una cabeza femenina y un caballo alado o Pegaso en el reverso, adem¨¢s de la inscripci¨®n ¡®Barkeno¡¯; sin duda el documento m¨¢s antiguo en el que aparece el nombre de la ciudad.

75 a?os despu¨¦s de su desaparici¨®n, el Ayuntamiento de Barcelona, a trav¨¦s de la nueva web del Servicio de Arqueolog¨ªa de Barcelona, trata de lograr pistas para recuperarla. ¡°Se trata de una pieza fundamental para la historia de la ciudad¡±, explica la arque¨®loga Carme Mir¨®, responsable del Plan Barcino que impulsa el concejal de Cultura Jaume Ciurana y que trabaja por dar visibilidad a los restos arqueol¨®gicos, sobre todo romanos, de la ciudad. Por eso, tras pedir en febrero ayuda en la web para localizar una excepcional estela ib¨¦rica desaparecida en 1858, ahora se pide la colaboraci¨®n ciudadana para recuperar la importante moneda de la que solo se conoce otro ejemplar, actualmente en el Museo Nacional de Dinamarca, tras ser adquirida en un anticuario de Par¨ªs en 1847.

La ciudad de Barcelona es una fundaci¨®n romana del a?o 10 antes de Cristo, pero el territorio donde se decidi¨® crear esta colonia estaba ocupado desde la prehistoria. ¡°Cuando Augusto funda la ciudad suma a los nombres de ¡®Colonia Iulia Augusta Faventia Paterna¡¯ el de ¡®Barcino¡¯, por el los pobladores iberos que viv¨ªan aqu¨ª¡±, explica la experta.

Hasta hace poco la presencia de restos iberos en el llano de ciudad era escasa. Pero las ¨²ltimas excavaciones han hecho cambiar esta percepci¨®n. ¡°Adem¨¢s de los poblados del Tur¨® de la Rovira y el Putxet, hab¨ªa un asentamiento de ¨¦poca ib¨¦rica cerca del recinto del Hospital de Sant Pau y en Ciutat Vella, en la plaza de la Gardunya y en la calle Ripoll, donde tambi¨¦n se han localizado restos materiales de este periodo¡±, asegura.

Pero ning¨²n lugar concentra tantos datos de la presencia ibera como la monta?a de Montju?c, que Mir¨® ha estudiado en profundidad.

Para ella no hay duda de la importancia de un n¨²cleo ibero en esta monta?a, posible capital de la Laietana, y as¨ª lo public¨® en 2009 en la revista Quarhis donde desvel¨® que este asentamiento, con restos desde el siglo IV antes de Cristo, pudo ser la cuna de la ciudad de Barcelona y uno de los poblados ib¨¦ricos m¨¢s importantes de Catalu?a. Y lo era por controlar el comercio mar¨ªtimo y fluvial del r¨ªo Llobregat y por comerciar con las potencias econ¨®micas del momento, como la Roma Republicana. Los 21 silos que se han excavado donde se almacenaba cereal para comerciar son los m¨¢s grandes de todo el noroeste peninsular: En uno de ellos ten¨ªa capacidad para conservar grano para alimentar a 250 personas todo un a?o. Este comercio le llevar¨ªa a acu?ar monedas en el siglo III como la que se trata de recuperar.

Desde aqu¨ª, a finales del siglo I, la antigua Barkeno ib¨¦rica de Montju?c dio paso a la moderna Barcino romana, y durante un tiempo habr¨ªan convivido los dos n¨²cleos, mantiene Mir¨®. Ella y Ciurana explicaron la semana pasada, cuando anunciaron su intenci¨®n de recuperar esta pieza, que esperan recibir nuevos datos pronto. ¡°En todo caso es una excusa para iniciar la b¨²squeda y la investigaci¨®n sobre el nombre de Barcino antes de la Barcino romana¡±, concluy¨® Mir¨®.