Nosotros, los estudiantes
El manifiesto que critica los estudios de Econom¨ªa es una muestra de vitalidad universitaria; ahora les toca a los docentes
No s¨®lo es la econom¨ªa mundial la que est¨¢ en crisis. La ense?anza de la econom¨ªa tambi¨¦n est¨¢ en crisis, y esta crisis tiene consecuencias que van m¨¢s all¨¢ de la universidad. Lo que se ense?a en la universidad moldea la mentalidad de las pr¨®ximas generaciones de pol¨ªticos y, por tanto, da forma a la sociedad en que vivimos. Nosotros, 42 asociaciones de estudiantes de econom¨ªa de 19 pa¨ªses diferentes, creemos que es hora de reconsiderar la manera en que se ense?a la econom¨ªa¡±.
Con esta contundencia comienza el manifiesto suscrito por esta especie de internacional de asociaciones de estudiantes de econom¨ªa. Entre la lista de pa¨ªses, repartidos en cuatro continentes (faltan universidades africanas), figuran Estados Unidos, Gran Breta?a, Francia y Alemania, las grandes potencias acad¨¦micas occidentales. Son cuatro son las asociaciones espa?olas firmantes, radicadas en Madrid, Barcelona, Santiago de Compostela y Extremadura. El t¨ªtulo del manifiesto ya da pistas sobre su contenido: Internacional student initiative for pluralism in economics.
Pluralismo, falta de pluralismo: esta es la principal acusaci¨®n a los actuales estudios de econom¨ªa. ¡°Estamos insatisfechos con el empobrecimiento progresivo del plan de estudios (...) a lo largo del ¨²ltimo par de d¨¦cadas. Esta falta de diversidad intelectual no solo perjudica a la educaci¨®n y a la investigaci¨®n, sino que limita nuestra capacidad para enfrentarnos a los retos del siglo XXI (¡). Hay que dejar que el mundo real retorne a las aulas y que con ¨¦l vuelvan tambi¨¦n el debate y el pluralismo de teor¨ªas y m¨¦todos¡±.
En cuanto a las teor¨ªas, el manifiesto considera que los planes de estudio presentan a la econom¨ªa como un ¡°cuerpo de conocimiento unificado¡±, con una ¨²nica manera de estudiar econom¨ªa y de mirar al mundo. Los estudiantes hacen una comparaci¨®n: ¡°Nadie tomar¨ªa en serio una carrera de psicolog¨ªa en la que solo se oyera hablar de Freud o una carrera de pol¨ªticas en la que solo se hablara del socialismo de Estado¡±. Y reclaman un plan de estudios en el que se ense?en varios marcos te¨®ricos, desde los enfoques neocl¨¢sicos, hoy dominantes, hasta los habitualmente excluidos: escuelas cl¨¢sicas, post-keynesianas, institucionalistas, ecol¨®gicas, feministas, marxistas y austriaca, entre otras. ¡°La mayor¨ªa de los estudiantes de Econ¨®micas ¡ªdice el manifiesto¡ª acaban la carrera sin haber visto esta diversidad intelectual¡±.
Tambi¨¦n reprochan a los planes de estudio actuales que hayan eliminado asignaturas que propicien la reflexi¨®n sobre el objeto y el m¨¦todo del estudio de la econom¨ªa
Tambi¨¦n reprochan a los planes de estudio actuales que hayan eliminado ¡ªo marginado¡ª asignaturas que propicien la reflexi¨®n sobre el objeto y el m¨¦todo del estudio de la econom¨ªa, tales como la filosof¨ªa y la epistemolog¨ªa, as¨ª como tambi¨¦n otras disciplinas afines como puedan ser la historia y el pensamiento econ¨®micos. No rechazan el estudio de las t¨¦cnicas matem¨¢ticas y estad¨ªsticas sino que las consideran indispensables. Pero reprochan a la ense?anza actual que ¡°a menudo los estudiantes aprenden a dominar estas t¨¦cnicas sin saber por qu¨¦ ni c¨®mo utilizarlas, sin debatir c¨®mo se eligen las premisas ni hasta d¨®nde son aplicables los resultados¡±.
Finalmente, consideran que la econom¨ªa es una ciencia social y los fen¨®menos econ¨®micos no pueden aislarse de sus contextos sociol¨®gicos, pol¨ªticos e hist¨®ricos¡±. Y a?aden: ¡°Para poder discutir adecuadamente sobre pol¨ªtica econ¨®mica, los estudiantes han de entender los impactos sociales y las implicaciones morales de las decisiones econ¨®micas¡±.
No entiendo de econom¨ªa y desconozco si una determinada ideolog¨ªa condiciona los actuales planes de estudio que, imagino, no todos ser¨¢n iguales. Ahora bien, si el diagn¨®stico de los estudiantes fuera acertado, el sentido com¨²n me inclina a decir que tienen bastante raz¨®n. Cada profesor puede tener su punto de vista, tal como tambi¨¦n sucede en otras licenciaturas. Pero no parece razonable que dicho profesor solo ense?e desde un ¨²nico enfoque y descarte los dem¨¢s, sin dar oportunidad a sus alumnos a que los conozcan y as¨ª puedan escoger el que m¨¢s les convenza. Si no fuera as¨ª, nos encontrar¨ªamos ante un caso de ¡°pensamiento ¨²nico¡±, el feliz t¨¦rmino que acu?¨® Ignacio Ramonet hace m¨¢s de veinte a?os.
Adem¨¢s, el manifiesto se presenta en un momento en que llueve sobre mojado. La crisis econ¨®mica que empez¨® en el 2007 y que todav¨ªa sobrevuela las econom¨ªas del mundo occidental, no hab¨ªa sido prevista por el establishment acad¨¦mico objeto de las cr¨ªticas estudiantiles. M¨¢s bien cund¨ªa entre estos te¨®ricos la opini¨®n de que las crisis, tal como se hab¨ªan presentado en el pasado, ya no eran posibles en las econom¨ªas actuales. Por tanto, la presunci¨®n de que algo falla en la ciencia econ¨®mica actual, cierta o no, es de una gran verosimilitud.
Finalmente, la irrupci¨®n de los estudiantes en cuestiones que les afectan m¨¢s all¨¢ de las habituales quejas por el aumento de las tasas de matr¨ªcula o por asuntos de pol¨ªtica general, es tambi¨¦n una buena noticia. Indica que tienen sentido cr¨ªtico y responsabilidad profesional, algo que parec¨ªa alejado de sus habituales inquietudes. Ahora son los profesores quienes deben responder, el debate solo acaba de empezar.
Francesc de Carreras es profesor de Derecho Constitucional
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