Beethoven sin chispa

El d¨ªa a d¨ªa en la temporada de una orquesta siempre depara sorpresas. Tan pronto se disfrutan las mieles de ¨¦xito ¨C el concierto de la violinista Janine Jansen y el director Jakub Hrusa, a finales de abril, con obras de Britten y Chaikovski, fue electrizante - y en el siguiente programa, sin saber muy bien por qu¨¦ suceden estas cosas, la rutina toma la voz cantante y convierte en algo anodino lo que podr¨ªa haber sido un concierto excitante.

De entrada, no ha funcionado nada bien la confecci¨®n del programa que la OBC ha ofrecido este fin de semana bajo la batuta del director de orquesta franc¨¦s St¨¦phane Den¨¨ve y con el violinista dan¨¦s Nikolaj Znaider como solista del gran concierto de Beethoven. Cualquier aficionado podr¨ªa enumerar media docena de conciertos para viol¨ªn del siglo XX que habr¨ªan sido m¨¢s adecuados compa?eros de viaje que el sordo de Bonn en un programa muy centrado en la m¨²sica francesa, con el Bolero, de Maurice Ravel y El aprendiz de brujo, de Paul Dukas, como platos de gancho popular.

Si la interpretaci¨®n de Beethoven hubiera sido memorable, la falta de sinton¨ªa con el resto del programa habr¨ªa sido m¨¢s disculpable. Pero Znaider, que tambi¨¦n es director de orquesta y la pr¨®xima semana se pone al frente de la OBC en un monogr¨¢fico con obras de Elgar, se qued¨® en la superficie, exhibiendo un sonido bell¨ªsimo, cierto, pero sin transcender la pulcra ejecuci¨®n de un cl¨¢sico del repertorio en el que otros solistas de su generaci¨®n, como Frank-Peter Zimmermann o Isabelle Faust, por citar solo a dos violinistas que han actuado este a?o con la OBC, han sabido encontrar nuevos detalles m¨¢s ajustados al estilo, con menos az¨²car y un esp¨ªritu m¨¢s vivo. Por no hablar de la memorable versi¨®n ofrecida en el mismo escenario hace poco por Pinchas Zukerman al frente de la Royal Philharmonic. Al Beethoven de Znaider le falto chispa; tampoco ayud¨® mucho, por cierto, la pl¨²mbea direcci¨®n de Den¨¨ve.

El director franc¨¦s cuid¨® mejor la primera audici¨®n en Barcelona de Une lueur dans l??ge, una pieza que le dedic¨® el compositor Guillaume Connesson (Boulogne-Billancourt, 1970), de sugerentes texturas, que forma parte de su Trilog¨ªa c¨®smica: ideal por su comunicativa factura para tranquilizar a los que temen la aridez de la m¨²sica contempor¨¢nea. Las cosas se animaron un poco con el encantador poema de Dukas y la velada se cerr¨® con una versi¨®n del espectacular Bolero de respuesta desigual en una plantilla que ha tenido noches mejores.