Una ni?a de seis a?os, secuestrada en Ciudad Lineal durante cuatro horas
La polic¨ªa intensifica la b¨²squeda de un pederasta que act¨²a por segunda vez por el distrito
De pocos datos dispone la polic¨ªa sobre el pederasta que anda suelto por Ciudad Lineal. Este hombre, del que se tiene una confusa descripci¨®n, secuestr¨® la tarde del ayer a una ni?a de seis a?os y la mantuvo en su poder durante m¨¢s de cuatro horas. La ni?a fue localizada a unos siete kil¨®metros del lugar de la captura con signos de estar narcotizada. Los agentes de la Brigada de Polic¨ªa Judicial han intensificado las pesquisas para intentar localizarlo, ya que hace dos meses tambi¨¦n secuestr¨® a una ni?a de nueve a?os en el mismo distrito.
Los hechos se produjeron alrededor de las siete y media de la tarde, frente al n¨²mero 22 de la calle de Luis Ruiz, en el barrio de Ascao. La peque?a, de origen chino, estaba jugando con su hermano y su primo delante de la tienda de alimentaci¨®n que tienen sus padres en este lugar. Seg¨²n algunos testigos, la peque?a se met¨ªa a veces en un locutorio cercano a jugar con los ordenadores.
En un momento dado, se acerc¨® un hombre, supuestamente para darle unas golosinas. Algunos vecinos de la zona le describen como un hombre alto, delgado, de tez blanca y con el pelo canoso. Ayer iba vestido con una camisa y con pantalones blancos. ¡°Yo le vi perfectamente porque vivo justo arriba y estuvo con la ni?a poco tiempo¡±, ha se?alado un residente de la calle de Luis Ruiz.
Algunos vecinos afirman que el hombre ya estuvo los dos d¨ªas anteriores por la zona, lo que levant¨® la sospecha de m¨¢s de una persona. Eso s¨ª, nadie llam¨® a la polic¨ªa y les explic¨® lo que estaba pasando. ¡°El d¨ªa de antes [por el lunes] estaba jugando con la ni?a. Le daba unas gomitas para hacer pulseras y despu¨¦s se escond¨ªa, como si no quisiera que le vieran¡±, a?adi¨® una mujer que vive enfrente.
A partir de las siete de la tarde, todo es un misterio. Supuestamente la subi¨® a su coche y la llev¨® hasta su domicilio, donde la drog¨®. La madre se dio cuenta de que faltaba la peque?a al poco rato. Seg¨²n algunos testigos, se ech¨® a llorar en la calle y le dijo a algunos transe¨²ntes lo que pasaba. Denunci¨® junto con su marido lo ocurrido en comisar¨ªa y se activ¨® un plan de b¨²squeda por todo el distrito y los aleda?os. Pero sin resultado.
La menor apareci¨®
La polic¨ªa pens¨® en un primer instante que se trataba de un tema de mafias chinas y que la ni?a podr¨ªa haber sido secuestrada para el pago de alguna deuda. Al ver c¨®mo hab¨ªa sido capturada y la descripci¨®n inicial del criminal, pronto se desech¨® esta hip¨®tesis.
Las buenas noticias llegaron alrededor de las 23.30, cuando una mujer vio a una ni?a llorando en medio de la acera, en la calle del Jazm¨ªn, en el barrio de Pinar de Chamart¨ªn, justo al lado opuesto del distrito. A partir de ah¨ª, lleg¨® una relativa tranquilidad para los padres. Al lugar se desplazaron varios coches patrulla y comprobaron que se trataba de la peque?a ni?a china. Fue trasladada directamente en una ambulancia del SAMUR y sin que la examinaran los facultativos al servicio de urgencias del hospital La Paz. All¨ª la aplicaron preventivamente el protocolo de v¨ªctimas de agresiones sexuales.
Fuentes policiales explicaron que aun no han podido hablar con la ni?a, que se encuentra ingresada en observaci¨®n. ¡°Es una pena que nadie nos haya aportado alg¨²n dato que permita saber en qu¨¦ coche se mueve. Ser¨ªa un detalle fundamental para detenerlo¡±, han declarado las citadas fuentes.
Lo que tiene claro la polic¨ªa es que el autor es el mismo que ya secuestr¨® a una ni?a de nueve a?os en el distrito el jueves 10 de abril mientras jugaba en un parque con otras dos amigas. Unas cinco horas despu¨¦s, sobre las dos de la madrugada, la menor fue localizada en una boca de metro de Canillejas, gracias al aviso de una mujer que observ¨® que estaba sola. Igual que el martes, la peque?a estaba narcotizada.
La polic¨ªa cree que el pederasta es una persona que sabe c¨®mo trabaja la polic¨ªa, ya que en las dos ocasiones que ha actuado lo ha hecho en lugares en los que no hab¨ªa comercios ni zonas que contaran con c¨¢maras de vigilancia. De esta forma, ha evitado que los investigadores cuenten con una imagen suya, aunque sea borrosa. ¡°Seguirle el rastro es dif¨ªcil porque hay descripciones muy vagas y en alg¨²n punto hasta contradictoria¡±, a?aden las fuentes.
La polic¨ªa hab¨ªa intensificado la b¨²squeda de este pederasta, en especial por parte de los agentes del Grupo de Menores (Grume). Tambi¨¦n se incidi¨® en los radiopatrullas. Los especialistas del Grume trabajan con tres perfiles distintos del posible autor. Eso s¨ª, reconocen que la investigaci¨®n es muy dif¨ªcil por el intervalo de tiempo que ha empleado entre un secuestro y otro, la escasez de datos con que cuentan y las cortas edades de las dos v¨ªctimas. Esto ¨²ltimo dificulta que puedan detalles sobre el autor.
Mucho miedo en el barrio
Los vecinos del barrio de Ascao tienen miedo de que haya un pederasta suelto por la zona. Era la comidilla de la que hablaban la mayor¨ªa de los residentes de esta zona ante el temor de que este hombre repita sus secuestros expr¨¦s y se apropie de alguna menor.
¡°M¨¢s vale que no le veamos por aqu¨ª, pero, como alguien intente darle una golosina a una ni?a, es como para reventarle la cabeza. No se puede dejar que un sinverg¨¹enza de esa cala?a ande suelto¡±, dec¨ªa un veintea?ero justo delante de la tienda de alimentaci¨®n en la que se produjo el secuestro el martes. Los vecinos no salen de su asombro de que ¡°un desalmado¡± pudiera llevarse a una ni?a con tanta impunidad.
Los padres tienen hoy mucho m¨¢s controlados a sus hijos. Les llevan siempre por delante o de la mano para evitar que se les perdieran de vista. "Claro que tengo miedo. Soy madre de tres ni?os y me pongo en lo que ha pasado esa madre y me da algo solo de pensarlo. Ahora, desde luego, no me f¨ªo de nadie", explica una mujer que llevaba a su reto?o en los brazos.
"Lo peor es que en este barrio nos conocemos todos y no pasa nada. Es tranquilo", recordaba un vecino. Mientras, la gente se arremolina delante de la tienda de alimentaci¨®n. Casi todos saben el motivo de la presencia de los medios de comunicaci¨®n en la zona. "La ni?a a la que le pas¨® es encantadora y siempre se est¨¢ riendo", la describ¨ªa una mujer de la zona. El comercio ha estado abierto hasta mediod¨ªa, cuando ha llegado la madre de la peque?a visiblemente enfadada. El padre y un familiar suyo han bajado el cierre, sin querer hablar con los medios de comunicaci¨®n. Despu¨¦s se han marchado del lugar.
Los vecinos forman peque?os corrillos en las aceras y no paran de hablar del tema. ¡°Menudo susto se tuvo que llevar la madre cuando se diera cuenta de que su hija no estaba¡±, a?ade otra mujer que acaba de comprar el pan.
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