La Ley de Barrios mejor¨® la salud de los vecinos de las zonas intervenidas
Una investigaci¨®n financiada por la UE demuestra que el bienestar de los ciudadanos mejora con el aumento de inversiones en el espacio p¨²blico
La Ley de Barrios que aplic¨® el Gobierno tripartito de la Generalitat entre 2004 y 2011 ha tenido una repercusi¨®n directa sobre la salud de los vecinos. La percepci¨®n que estos tienen de su bienestar general y su salud mental es mejor que la de los barrios donde no se despleg¨® esta ley, que iba acompa?ada de una inversi¨®n econ¨®mica muy importante. El m¨¦rito de esta conclusi¨®n es que est¨¢ avalada por datos. El porcentaje de vecinos que afirman gozar de buena salud se ha disparado en las zonas intervenidas, pasando del 70% al 84%, mientras que en los barrios donde no se hizo nada, este porcentaje ha bajado un punto.
Los encargados de esta demostraci¨®n emp¨ªrica son un equipo de investigadores de la Agencia de Salud P¨²blica de Barcelona (ASPB) que forman parte del Proyecto Sophie, financiado por la Uni¨®n Europea. Su primera conclusi¨®n es que ¡°la pol¨ªtica tiene efecto directo sobre la salud¡±, explica Davide Malmusi, miembro del equipo de investigadores.
La Ley de Barrios, la primera que aprob¨® el tripartito, contemplaba intervenciones estructurales en los municipios o barrios con m¨¢s deficiencias. Si un barrio era seleccionado por la Generalitat quer¨ªa decir que era uno de los m¨¢s pobres de toda Catalu?a pero tambi¨¦n significaba que las cosas estaban a punto de cambiar. Rehabilitaci¨®n de edificios, mejoras del espacio p¨²blico, construcci¨®n de equipamientos, desarrollo de programas que fomentaran una mejora social, urban¨ªstica y econ¨®mica¡
La gran novedad de estas ayudas, que CiU suspendi¨® al llegar a la Generalitat, fue la apuesta por un enfoque transversal y multidisciplinar con una inversi¨®n millonaria: en siete a?os, la ley consigui¨® que se invirtieran 1.330 millones de euros en 141 barrios de toda Catalu?a.
Los investigadores del Proyecto Sophie que trabajan para la Agencia de Salud P¨²blica de Barcelona han puesto el foco sobre los ¨²nicos cinco barrios de la capital catalana donde se aplic¨® y se complet¨® la ley de barrios ¡ªSanta Caterina, Roquetes, Poble-sec, Torre Bar¨®-Ciutat Meridiana y Trinitat Vella¡ª y los han comparado con barrios de condiciones socioecon¨®micas muy similares donde no se intervino, como la Zona Franca, La Verneda o Verdum.
Para hacerlo han utilizado los resultados de la encuesta de salud que realiza cada cinco a?os la ASPB a partir de una muestra de 4.000 ciudadanos.
Tras analizar los datos, los investigadores del Proyecto Sophie han llegado a varias conclusiones: una es que la poblaci¨®n de los barrios intervenidos tiene la percepci¨®n de que su salud ha mejorado en los ¨²ltimos a?os. En 2006, antes de que se interviniera, solo el 58% de las mujeres de estas zonas consideraban que gozaban de buena salud. En 2011, despu¨¦s de desarrollar la ley de barrios, este porcentaje subi¨® 11 puntos y alcanz¨® el 69% de mujeres (un incremento del 18,9%). Esta tendencia es justo la contraria en las zonas donde no se aplic¨® la ley, ya que sus habitantes aseguran que su salud ha empeorado. Las mujeres de estos barrios que consideran gozar de buena salud han pasado de representar el 75% en 2006 al 73% en 2011.
En el caso de los hombres, la evoluci¨®n sigue la misma l¨®gica: en los barrios intervenidos, el porcentaje de hombres que considera que gozan de buena salud ha crecido 14 puntos ¡ªhasta el 84%¡ª en los cuatro a?os analizados, mientras que en las zonas donde no se ha actuado cae un punto.
Pero m¨¢s all¨¢ de percepciones, el estudio tambi¨¦n analiza el estado de salud mental mediante el Cuestionario General de Salud, una prueba dise?ada en 1972 y ampliamente reconocida para determinar si el entrevistado padece alguna trastorno psicol¨®gico.
El porcentaje de mujeres con buena salud mental en los barrios intervenidos subi¨® del 76% en 2006 al 79% en 2011. En los barrios comparados el aumento en este porcentaje es solo de un punto y medio, es decir, la mitad. En el caso de los hombres, la diferencia es mucho m¨¢s pronunciada. El porcentaje de hombres con buena salud mental ha bajado solo dos puntos en las zonas intervenidas ¡ªllegando al 86% del total¡ª mientras que han ca¨ªdo siete puntos en los otros barrios, llegando al 83%. Es decir, el resto, el 17% de los hombres de los barrios no intervenidos tienen alg¨²n trastorno psicol¨®gico.
Un 42% de la gran inversi¨®n que supon¨ªa la ley de barrios se dedicaba ¨ªntegramente a espacios p¨²blicos, como a la construcci¨®n de centros c¨ªvicos, equipamientos para j¨®venes y ancianos, entre otros. En estos espacios ¡°se favorece mucho la comunicaci¨®n de los vecinos¡±, seg¨²n Malmusi, una pr¨¢ctica que ayuda a mejorar la salud o a erradicar trastornos que pueden crear estados como la soledad.
Roshanak Mehdipanah, es la impulsora del proyecto y, adem¨¢s, present¨® el mes pasado su tesis doctoral en la Universidad Pompeu Fabra sobre este estudio. El encargado de anunciarle que hab¨ªa conseguido un excelente ¡ªtodav¨ªa est¨¢ por ver si logra el cum laude¡ª fue el secretario del tribunal, Joan Subirats. Tras mirarse el trabajo, que consider¨® ¡°muy prometedor¡±, el catedr¨¢tico en ciencias pol¨ªticas destac¨® que uno de los puntos m¨¢s importantes de esta ley fue la ¡°mejora de la habitabilidad de los barrios¡±. ¡°Hab¨ªa barrios que ten¨ªan zonas inaccesibles para sus propios vecinos¡± explic¨®. Subirats resalt¨® tambi¨¦n que el trabajo ¡°es una mirada de la salud m¨¢s preventiva¡±.
El resultado del estudio se public¨® en el Journal of Epidemiology and Commmunity Health en el pasado mes de mayo.
La investigadora principal del Proyecto Sophie, Carme Borrell, insisti¨® en la importancia que ha tenido la ley de barrios para la sociedad que signific¨® ¡°destinar muchos recursos en los barrios con condiciones desfavorables¡±.
?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.