Los alumnos de ESO catalanes deber¨¢n realizar servicios a la comunidad

Realizar un servicio a la comunidad ser¨¢ obligatorio para los alumnos de tercero y cuarto de ESO a partir del pr¨®ximo curso en Catalu?a. La medida se implanta de forma progresiva, empezando por 152 centros y 5.000 alumnos hasta culminar dentro de cinco a?os en los 1.108 institutos p¨²blicos y concertados catalanes y unos 70.000 estudiantes. Se trata de un proyecto de 20 horas que se encajar¨¢ en cualquiera de las asignaturas existentes y se evaluar¨¢ com si de un trabajo convencional se tratase. La tem¨¢tica, que decidir¨¢n los profesores, puede ir desde el refuerzo escolar a las actividades culturales o solidarias. ¡°Buscamos la formaci¨®n integral del alumno. Queremos que pueda conocer la realidad, que haga un an¨¢lisis cr¨ªtico de ella y tambi¨¦n que se pueda comprometer¡±, justific¨® ayer la consejera de Ense?anza, Irene Rigau.

Muchas escuelas ya impulsan por su cuenta proyectos parecidos desde hace a?os. Pero hace dos cursos la Generalitat inici¨® un proyecto piloto para fomentar estos servicios comunitarios y hacerlos evaluables. En este plan han participado 3.150 alumnos de una centenar de centros.

Uno de ellos es el Pla de Boet de Matar¨® (Barcelona). Aqu¨ª decidieron tratar las injusticias alimentarias. Alberto Quijorna, junto a sus compa?eros de cuarto de ESO, han pasado parte de este curso estudiando e investigando sobre el hambre en el mundo. Internet y varios informes de la ONG Oxfam Intermon, han sido la base del estudio. Tambi¨¦n organizaron diferentes actividades solidarias, entre ellas una recogida de 210 kilos de alimentos que entregaron a la fundaci¨®n Sant Joaquim, que ayuda a las personas sin recursos. Y todo ello lo han plasmado en una web creada por ellos.

¡°El proyecto les ha ayudado a tener m¨¢s conciencia social y los ha hecho crecer como personas¡±, valora Sandra Mart¨ªn, profesora de inform¨¢tica del instituto. Alberto Quijorna admite que qued¨® impactado por los datos del hambre que encontr¨® durante su investigaci¨®n. ¡°He descubierto que el hambre lo ten¨ªa m¨¢s cerca de lo que pensaba¡±.

"Buscamos la formaci¨®n integral del alumno. Queremos que pueda conocer la realidad, hacer un an¨¢lisis cr¨ªtico de ella y tambi¨¦n que se pueda comprometer", justifica Rigau

¡°El aprendizaje de valores no solo debe hacerse a nivel te¨®rico, sino que hace falta un ejercicio activo¡±, incidi¨® Rigau. El servicio comunitario se compone de 10 horas lectivas te¨®ricas en el aula para que los alumnos se familiaricen con el tema elegido y 10 horas m¨¢s, fuera del horario escolar, para ponerlo en pr¨¢ctica. La Generalitat deja que los centros decisi¨®n en qu¨¦ asignatura encajar el servicio comunitario. ¡°Si se decide hacer una campa?a de promoci¨®n de donaciones de sangre, esto se puede tratar desde un ¨¢mbito comunicativo, pero tambi¨¦n de forma cient¨ªfica, viendo las propiedades de la sangre, etc.¡±, ejemplific¨® Meritxell Ruiz, directora general de Atenci¨®n a la Familia. En el centro de Matar¨® el proyecto se ha tratado transversalmente desde las Ciencias Sociales, la Pl¨¢stica y la Inform¨¢tica.

Durante los dos a?os de la prueba piloto la mayor parte de los proyectos se han centrado en el acompa?amiento y refuerzo escolar (ayudar con los deberes a alumnos de primaria) o el intercambio generacional. Sobre este ¨¢mbito trabajaron los alumnos de la Escola Municipal del Treball de Granollers (Barcelona). Bajo el t¨ªtulo ¡°voces de barrio¡±, recopilaron las vivencias de la gente mayor de la ciudad y posteriormente difundieron sus recuerdos y experiencias a trav¨¦s de un programa de radio. Otros centros han optado por proyectos solidarios, medioambientales o de recuperaci¨®n del patrimonio cultural, entre otros. En la decisi¨®n de cu¨¢l de las ¨¢reas se elige, los profesores juegan un papel importante, ya que antes deber¨¢n trabajar codo con codo con entidades y ONG y as¨ª detectar las necesidades de su entorno. La Generalitat ya tiene acordada la colaboraci¨®n y pasar¨¢ una lista a los centros.

La evaluaci¨®n de la prueba piloto muestra una satisfacci¨®n generalizada de profesores, una mejora en la actitud de los alumnos y del del clima escolar. Alberto Quijorna Incluso asegura que incluso le ha cambiado los h¨¢bitos. ¡°En casa ahora nos lo pensamos mucho m¨¢s antes de tirar un alimento y a la hora de comprar escogemos antes aquellas marcas que sabemos que no explotan a sus trabajadores, aunque sean un poco m¨¢s caras¡±, remacha el joven.